Las últimas restricciones cambiarias anunciadas por el Banco Central y la AFIP abrieron un nuevo foco de preocupación para el sector tecnológico local, y configura un escenario económico que recuerda al de 1975. El 4 de junio de ese año se inició el "Rodrigazo", una crisis económica que estalló en la Argentina durante el gobierno de Isabel Perón.
La crisis se originó cuando el ex ministro de Economía, Celestino Rodrigo, dispuso un ajuste que duplicó los precios. Se produjo el desabastecimiento de gran cantidad de productos esenciales, entre ellos alimentos, combustibles y otros insumos para transporte.
"Hoy el mercado TIC local enfrenta como otros segmentos o rubros un escenario económico muy desfavorable y con malas perspectivas, similar al del Rodrigazo y en efectos al del 2001", alerta en la siguiente entrevista de iProfesional Alejandro Prince, uno de los analistas del sector tecnológico argentino de más larga trayectoria y reputación.
Politólogo y economista, experto en sociedad del conocimiento y gobierno electrónico, profesor en las universidades Tecnológica Nacional (UTN), de Buenos Aires (UBA), de San Andres (Udesa) y de San Martín (Unsam), Prince es director de la consultora Prince Consulting.
- ¿Cómo está el sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) argentino seis meses después del inicio del confinamiento por la pandemia?
-A poco de comenzada la cuarentena escribí en una nota sobre el sector TIC que "el mercado cae pero avanza". Hoy ya con más de seis meses de cuarentena y enfrentando el escenario económico presente y el previsible, debería decía que cae y retrocede.
El mercado TIC durante el 2019 medido en dólares, mostraba ya una caída del 40% respecto de 2017. Con u$s9.071 millones estábamos muy por debajo del máximo de 2012, de u$s21.055 millones, aunque lejos del mínimo de 2002, de u$s3.418 millones. Con la devaluación acumulada en estos meses y la fuerte caída de PBI del año en curso es claro que el mercado TIC sufrirá aún más.
Alejandro Prince: "Hoy el mercado TIC enfrenta un escenario económico muy desfavorable".
"La tecnología avanza aceleradamente. Y no nos espera"
- ¿Cómo está la Argentina en relación con las TIC comparación de otros países?
-Mientras los países industrializados invierten o gastan en TIC un 5% o más de su PBI al año, para la Argentina esa cifra es del 2% desde hace varios años, y cayendo en dólares, en moneda dura.
- ¿Y en pesos?
-En pesos crece. Pero menos que la inflación real. Es decir que en términos reales no crece. Podemos medir cantidades para iluminar el camino. Si crecen los usuarios o clientes y/o si crecen las ventas de dispositivos.
- ¿En esos indicadores cómo estamos? Por ejemplo, ¿con los celulares?
-Para este año, colegas, amigos y cámaras sectoriales pronostican ventas de aparatos celulares de entre 7 a 6 millones de equipos. Si consideramos que los usuarios únicos de celular superan los 36 millones, vemos que el parque en uso, si fuera estático, se renovaría con suerte en cinco a seis años.
- ¿Y con las PC y las portátiles?
-Algo peor sucede con las computadoras, ya sean de escritorio o portátiles, porque se esperan menos de 2,5 millones de equipos "nuevos". Si la base instalada en servicio es de aproximadamente 30 millones, tenemos un gran retraso en el recambio de equipos a más una década, o dicho de otro modo, un alargamiento ilógico del ciclo de vida de una PC. La tecnología avanza aceleradamente. Y no nos espera.
El parque argentino de celulares corre riesgo de sufrir un grave retraso.
- ¿Cómo es el impacto real del dólar en el mercado TIC argentino?
-Gran parte del mercado TIC es totalmente dependiente del valor del dólar, y habiendo tantos dólares diferentes es bueno aclarar que el cálculo lógico de los importadores (o de los armadores, que deben comprar afuera el 99% de los componentes) es en base a un costo de reposición en dólar "mano". El billete verde de papel.
-En este contexto, ¿cuáles son las perspectivas?
Hoy el mercado TIC local enfrenta como otros segmentos o rubros un escenario económico muy desfavorable y con malas perspectivas, similar al del "Rodrigazo", y en efectos, al del 2001.
Con la macro en contra, tampoco la meso-economía sonríe, y la Ley de Teletrabajo, la demora en la Ley de Industrias del Conocimiento o el decreto sobre tarifas "telco" no son de lo mejor para el clima de negocios, que anuncia nublado y posibles tormentas.
- ¿Cómo impactan las restricciones cambiarias sobre los servicios y los productos TIC importados?
-El impuesto a los servicios "extranjeros" tampoco puede ser analizado como un sobreprecio para ver series en Netflix, sino que gran parte de las empresas del sector TIC y las empresas de los otros sectores que apostaron a la transformación digital tienen costos en dólares, directo y fuerte en el hardware y no tan directos y algo menores en servicios y software.
- ¿Hay esperanza todavía para el sector TIC argentino?
-Hay hechos auspiciosos como los anuncios de continuar el despliegue de conectividad, continuar con programas de gobierno abierto, y retomar algunos planes de inclusión digital. La buena noticia es que la Argentina se ha recuperado de crisis similares, y por recupero no digo parar de caer y volver a crecer, sino volver a los valores precrisis y superarlos.
Entre cuatro a seis años alcanzan en algunos segmentos TIC. El sector TIC es sensible a las devaluaciones, pero asimismo es resiliente. Lo que es más difícil de recuperar es lo de medio país en la pobreza, algo más si sólo contamos a los jóvenes.
-A nivel global, ¿estamos ante una nueva era en las TIC?
-Las tecnologías 4.0, la Internet de las cosas, la inteligencia artificial, la nube, la blockchain y otras tecnologías, renuevan las promesas fundacionales de la economía digital, perfeccionamiento, productividad, eficiencia e innovación crecientes.
Por otro lado, vemos a nivel global una oleada de regulación y legislación sobre las empresas, los empresarios y las aplicaciones TIC. Gran parte de esa regulación es necesaria y obedece a excesos o errores propios del sector, a la fractura entre el avance tecnológico, su aceleración y a los tiempos más humanos de las organizaciones, estructuras, estrategias y de las reglas. También hay resistencia al cambio y oportunismo político. Es un choque violento y global de las placas tectónicas de la era que muere y de la que nace.
-Entonces, ¿hay chances de que la Argentina recupere el terreno perdido en TIC?
-Ser reactivo o proactivo al avance tecnológico, ser "inteligente" en la adopción y uso de esta tecnología, tomar las decisiones correctas puede darle al país no sólo la oportunidad de recuperarse sino la de dar un gran salto hacia arriba y adelante: ¡argentinos, a las TIC!