Los fabricantes de empresas y aficionados de todo el mundo han prometido su apoyo a los requisitos de las mascarillas faciales provocados por la pandemia de COVID-19, pero estas no son sus máscaras N95 tradicionales. Estas corporaciones, nuevas empresas, estudiantes universitarios y fabricantes de aficionados han ingresado al mercado con una variedad de diseños electrónicos únicos, redefiniendo la "nueva normalidad" del uso público de máscaras.
A continuación, se muestran algunos que han aparecido recientemente en los titulares.
Los ingenieros, fiel a la moda, han pivotado con las tendencias sociales cambiantes y las presiones del tiempo de comercialización para llevar nuevos diseños y bienes de consumo al mercado.
En IFA 2020 a principios de septiembre, LG presentó el purificador de aire portátil PuriCare junto con un estuche habilitado para rayos UV para saneamiento. El diseño utiliza un sensor respiratorio patentado y ventiladores dobles para tomar aire limpio filtrado con diferentes velocidades del ventilador para permitir una respiración normal.
Otra innovación proviene de Vita Innovations con su producto estrella, VitalMask. La startup se formó en abril de 2020 después de ganar el AI Health Hackathon organizado por el Centro de Ciencias Clínicas y Traslacionales de Cornell Medicine junto con Entrepreneurship en Cornell. La máscara impresa en 3D coloca sensores alrededor de los lóbulos de las orejas, la nariz y la boca.
Modelo conceptual de VitalMask impreso en 3D con auricular. Un filtro HEPA está en el frente, junto con un compartimiento para dispositivos electrónicos al costado de la máscara.
En junio, Chris Fox de la BBC entrevistó al fabricante Tyler Glaiel sobre su mascarilla electrónica casera. Tyler usó un Arduino Nano, junto con una matriz de LED para producir un patrón de luz que imita el movimiento de la boca al hablar.
Chris Fox (en la foto) dice que una matriz de LED es el corazón de la tecnología de mascarillas faciales producida por Tyler Glaiel.
Donut Robotics presentó recientemente C-FACE, una tecnología de mascarilla facial que traduce el japonés a otros ocho idiomas, rompiendo barreras en un mundo pospandémico socialmente distanciado.
El dispositivo portátil electrónico se conecta a cualquier máscara de malla existente y se conecta a través de un dispositivo celular conectado por Bluetooth para traducir la palabra hablada de un usuario en texto en el teléfono. El C-FACE aprovecha la IP robótica existente para traducir el japonés a otros ocho idiomas.En una entrevista con Reuters, Taisuke Ono, director ejecutivo de Donut Robotics, explica: "Trabajamos duro durante años para desarrollar un robot y hemos utilizado esa tecnología para crear un producto que responde a cómo el coronavirus ha remodelado la sociedad".