El éxodo de argentinos que cruzan el Río de la Plata parece no tener freno y crece al ritmo de las mayores restricciones económicas, impuestos y un horizonte postpandemia que los aterroriza.
Los datos del gobierno uruguayo a los que accedió iProUP son más que elocuentes: más de 25.000 personas con pasaporte albiceleste ya solicitaron la residencia permanente en tierra oriental.
Se trata mayoritariamente de población económicamente activa, ya que los jubilados de alto poder adquisitivo priorizan tener solucionada las cuestiones de la salud y prefieren quedarse con la prepaga argentina.
"Esas personas en actividad en su mayoría liquidan su Pyme o su práctica profesional en la Argentina y arman nuevas en Uruguay", comenta a iProUP Jonás Bergstein, del buffete de abogados homónimo que funciona en el país oriental.
Bergstein revela que su estudio jurídico, al igual que otros del país vecino, mantiene un departamento especializado para asistir a la ola de argentinos que busca recrear su actividad en territorio oriental.
Además, son muchos menos los que mantienen un pie en su país natal después de su mudanza. Son miles de extranjeros, de los cuales la mayoría tiene nacionalidad albiceleste, quienes pidieron la residencia fiscal en Uruguay en la primera mitad de 2020.
Ese trámite permite pagar impuestos en Argentina, por las empresas o bienes que se mantuvieron en el país, como "beneficiario del exterior". Respecto de quienes iniciaron los trámites de mudanza impositiva, preponderaron las empresas, con 688 el primer semestre, seguidas por las personas, con 318 nuevos vecinos uruguayos.
La Dirección General Impositiva detalla que, en el caso de los individuos, cerca del 85% de las solicitudes corresponden al criterio de "permanencia", que implica estar más de medio año calendario en Uruguay.
Mariana Pisón, de Bergstein Abogados, afirma a iProUP que los pasos requeridos para obtener la residencia permanente Mercosur en territorio charrúa son los siguientes:
El único lugar en que se puede realizar el encuentro es en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Montevideo y el expediente tiene una duración que va de seis a nueve meses.
El peso de los impuestos
Muchas argentinos miran la baja imposición y seguridad económica y personal de Uruguay como razones para cruzar el río. Si se quiere que el paso sea efectivo es preciso "divorciarse" correctamente de Argentina para evitar la doble residencia fiscal. La mayoría de personas elige cortar de cuajo la relación con el país, mientras que una fracción mantiene parte de sus intereses en territorio albiceleste.
"Uruguay hoy está en boca de todos porque parece ser el país más tentador en términos de beneficios económicos-impositivos, baja conflictividad laboral, acceso libre al dólar, estabilidad financiera y de resguardo de valor. Para nuestros clientes es la opción a la hora de evaluar alternativas de inversión", comentan a iProUP María Bárbara López Lagoria, María Emilia Budini y Micaela Benayas, de Inforaction.
Añaden que vienen trabajando desde hace tiempo con profesionales y startups que buscan radicarse en Montevideo: "Argentina castiga con cada vez mayor carga tributaria a quienes quieren generar ingresos".
En la orilla opuesta, el país vecino otorga grandes incentivos para los emprendedores:
- El Impuesto a las Ganancias se tributa sólo por las rentas obtenidas en Uruguay
- Existen zonas francas libres de tributos
- El Impuesto al Patrimonio (similar a Bienes Personales) se calcula deduciendo deudas y sólo sobre los activos radicados allí
"Tampoco existen el Impuesto sobre los Ingresos Brutos, Impuesto al cheque, Impuesto PAIS ni retenciones a las exportaciones, entre otros", remarcan las especialistas.
Beneficios extra
Un decreto agregó este año dos nuevas condiciones más flexibles a las ya muy benignas existentes para gestionar la residencia fiscal o impositiva en Uruguay, algo que miran con interés las empresas.
"Hasta el momento, se obtiene la Residencia Fiscal por Inversiones cuando una persona radica en el país vecino parte de sus intereses económicos", explica a iProUP Gerardo Tasende, de GTS Uruguay, quien detalla que para ello debe invertirse:
- En bienes inmuebles adquiridos desde julio por u$s380.000 (antes era por u$s1,6 millones)
- Directa o indirectamente en una empresa por u$s1,6 millones, siempre que genere al menos 15 puestos de trabajo directos en relación de dependencia, a tiempo completo
"Además, Uruguay brinda a quien realiza la mudanza de la residencia fiscal una exoneración durante 5 años de los Impuestos al Patrimonio (Bienes Personales) y Rentas de las Personas", recuerda Tasende.
Según el experto, "la propuesta es más que tentadora para aquellos que tienen un buen estandar de vida y patrimonio con bienes en el exterior, propiedades en Uruguay en las que habitualmente veranean y ya planifican seriamente mudar su centro de interés económico".
Bergstein agrega que la persona física deberá, además, haber permanecido en la nación vecina durante un mínimo de 60 días durante el año. Pero para que la AFIP acepte el cambio de residencia fiscal deberá vivir casi todo el año en ese país.
Bergstein remarca que "Uruguay ofrece beneficios institucionales y económicos al inversor extranjero, pero son de destacar sus ventajas tributarias". Entre las que enumera:
- Renta: se mantiene apegado al criterio de la territorialidad o la fuente: solo grava las utilidades generadas en el país. Con unas pocas excepciones, quedan exentas las obtenidas en el exterior
- Patrimonio: solamente grava los activos radicados en el país; no así los presentes en el exterior. Para las empresas, la alícuota es el 1,5%
De lo anterior puede concluirse que las empresas sin actividad y activos en Uruguay no están sujetas a impuestos, con la excepción de las sociedades anónimas que pagan un tributo de control de unos u$s500 anuales.
Además, la remesa de dividendos y utilidades al extranjero está exenta cuando la empresa local no tiene rentas gravadas de origen local, lo que es una importante ventaja para compañías de dueños argentinos.
La otra cara
Según informes publicados por el IARAF, en Argentina existen más de 160 impuestos vigentes. La última década podría considerarse como el período de una carga tributaria 'sin límites'", afirma a iProUP Valeria D'Alessandro, titular de D'AlessandroTax, quien puntualiza:
- Los tres niveles de gobierno han aplicado importantes subas tributarias, ya sea de manera directa como indirecta
- La presión impositiva efectiva registró durante ese periodo un sostenido crecimiento, alcanzando niveles récord
- Un argentino que cumple adecuadamente con sus obligaciones tributa el 50% de lo que genera
En cambio, subraya D'Alessandro, Uruguay se enmarca dentro del grupo de países que atrae a los contribuyentes con medidas de alivio tributario. La experta advierte que, desde el lado argentino, "cualquier persona interesada en 'casarse fiscalmente' con Uruguay deberá asegurarse 'divorciarse fiscalmente' de Argentina de una manera adecuada y genuina".
Gabriel Hermida, socio de Impuestos de Auren Argentina, afirma a iProUP que "la Ley del Impuesto a las Ganancias establece que las personas humanas pierden su residencia fiscal cuando se dan las siguientes condiciones":
Al mes inmediato posterior de cumplir estos requisitos, se consigue la residencia fiscal, por lo que Hermida afirma que "se requieren 14 meses para empezar a dejar de pagar impuestos en la Argentina".
D'Alessandro añade que "debe ser informado y acreditado ante la AFIP y debe solicitarse la baja de inscripción ante los gravámenes correspondientes".
El divorcio de Argentina
Perder la condición de residente fiscal de Argentina no es fácil. Si bien no hay una guía legal al respecto, en la práctica las fiscalizaciones de la AFIP dieron pautas que abogados aconsejan seguir a sus clientes.
Bergstein facilita a iProUP un listado de medidas a adoptar para cruzar el río tributario sin que el fisco local siga tratando de cobrar impuestos a las personas. Consiste en lo siguiente:
Por estos motivos, una parte no desdeñable de los 25.000 argentinos que ya solicitaron residencia en Uruguay incluso hasta pidieron el cambio de nacionalidad.
*Dolores Olveira - olveiradolores@gmail.com