Una conexión a Internet, independientemente de que sea fija o móvil, tiene diferentes variables que definen su calidad: si bien la velocidad se toma en la mayoría de los casos como la principal referencia para hacer comparaciones, la latencia es igual de importante.
Ahora bien, ¿que es la latencia?
Se trata de un factor mucho más variable que las velocidades de descarga y subida con las que se suelen comercializar los servicios de internet, ya que no se puede garantizar un valor fijo.
En una transferencia de datos intervienen el servidor y cliente. El servidor es, por ejemplo, donde está alojada una determinada página web o un servicio online.
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La latencia es el desfase que existe entre estas dos partes; es decir, el tiempo que un paquete de datos tarda, como mínimo, en transferirse desde el servidor al cliente. Una transferencia de datos en Internet no se lleva a cabo en tiempo real, sino con un tiempo de desfase que se denomina latencia.
La latencia afecta en cualquier tipo de uso de la conexión a Internet; sin embargo para algunas tareas es crítica, mientras que para otras no. En los juegos online, por ejemplo, la latencia es un factor casi más importante que la velocidad de conexión. ¿Por qué? Porque lo que necesita un jugador online es interacción en tiempo real, o lo más cercano a ello. Una mayor latencia puede significar la diferencia entre una victoria y una derrota.
En un juego online, cada jugador tiene su propia latencia. Este tiempo es el desfase que existe entre la acción por parte del jugador y su efecto en el servidor. Cuando un jugador pulsa el botón izquierdo de su mouse, por ejemplo, para llevar a cabo un disparo, existe un desfase entre este clic y la acción en el juego.
La latencia es el tiempo mínimo que esa acción tendrá efecto en el juego. Puede ser de unos milisegundos. Si es superior, entonces habrá problemas graves en la experiencia de juego.
¿Cómo se puede medir? Las plataformas de tests de velocidad, además de medir los ya citados valores de descarga y subida, permiten chequear la latencia. Se trata de una herramienta útil para aplicar en momentos en los que una diferencia de milisegundos sea crucial.