En esta ocasión, apuntar al mercado farmacéutico.
Lo anterior gracias a un acuerdo anunciado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entre su gobierno y la firma con sede en Rochester, Nueva York para la fabricación de medicamentos.
Yo me salvo… tú te salvas
De acuerdo con la información divulgada en los últimos días, el permiso otorgado a Eastman Kodak se da en medio de la pandemia de coronavirus que no ha cedido y está en uno de sus puntos más altos en territorio estadounidense.
Se trata del país más afectad por el COVID-19, de acuerdo con datos del Center for Systems Science and Engineering (CSSE) de la Johns Hopkins University (JHU), al viernes 31 de julio se tenía registro de más de 4 millones 566 mil casos de contagio confirmados, al igual que más de 679 mil muertes.
Coca Cola patea el tablero: así es la nueva bebida alcohólica que lanzará en América Latina
En este contexto, la administración Trump le entregó a Eastman Kodak un préstamo por u$s 765 millones entregado por la Development Finance Corporation (DFC) para financiar la creación de una nueva marca llamada Kodak Pharmaceuticals, cuyo objetivo será el de producir componentes farmacéuticos esenciales y que hoy son escasos por la pandemia.
"Mi administración está haciendo uso de la Ley de Producción de Defensa para proporcionar un préstamo de u$s 765 millones para apoyar el lanzamiento de productos farmacéuticos de Kodak", dijo el presidente estadounidense esta semana en conferencia de prensa.
Por su parte, la compañía de más de un siglo de historia, dijo que ampliará sus instalaciones actuales en su sede central de Rochester, así como las de St. Paul, Minnesota. Del mismos modo añadió que el nuevo negocio farmacéutico generará 360 empleos directos y mil 200 indirectos.
"Al aprovechar nuestra vasta infraestructura, nuestra profunda experiencia en la fabricación de productos químicos y nuestra herencia de innovación y calidad, Kodak desempeñará un papel fundamental en el retorno de una cadena de suministro farmacéutico estadounidense fiable", dijo el CEO de Kodak, Jim Continenza, en un comunicado.
De fabricar telas a crear la automotriz más importante del mundo: la historia de Toyota y el significado de su logo
Del infierno al cielo y… ¿de regreso?
La noticia ha hecho que, por un lado, en el mundo se vuelva a hablar de Kodak, una marca que fue sinónimo de fotografías durante el siglo XX, pero que no supo adaptarse al mundo digital con el cambio tecnológico de las cámaras fotográficas y el avance acelerado de los smartphones, pero que hoy busca pasar de ser una leyenda casi olvidada a un resurgimiento meteórico.
Esto debido a que las acciones de la compañía se dispararon en los mercados bursátiles, pasando de valer u$s 2.62, precio con el que cerraron el martes 28 de julio, a superar los u$s 46 el 29 de julio, es decir más de mil 700 por ciento de aumento de valor.
Sin embargo, así como fue de meteórico el ascenso, parece que también lo esta siendo el descenso, pues entre jueves y viernes, las acciones de Kodak han perdido una gran parte del terreno ganado, al cierre del viernes 31 de julio, se situaron en u$s 21.85, aunque ha sido una pérdida significativa, aún mantiene una ganancia superior a un 830 por ciento en valor, esto ayuda para que la compañía alcance un valor de capitalización superior a los u$s 955 millones.
Se puede decir que a Kodak la salvó la campana de cierre de operaciones en el índice NYSE de la bolsa de valores de Nueva York pues en las after hours trades su valor continuó bajando, algo que es preocupante pues, de acuerdo con un reporte de CNBC, "los operadores están apostando a que el fondo está a punto de caerse", indicó Merca2.0.