La pandemia ha acelerado la transformación digital del puesto de trabajo, con las organizaciones con casi cinco veces más trabajadores remotos que antes de la crisis. Así se desprende del informe A New Perspective on the Modern Workplace encargado por Cisco, que analiza los retos en la evolución hacia un modelo híbrido de trabajo.
Si bien el primer semestre de 2020 fue uno de los momentos más complicados para la industria en los últimas décadas, un 74 por ciento de los participantes entrevistados durante el periodo pre-pandémico hasta el periodo medio de la pandemia (finales de 2019 a mayo/junio de 2020), consideran que su negocio regresará más fuerte después de la crisis.
Los encuestados señalaron que la flexibilidad llegó para quedarse, y beneficiará tanto a las organizaciones como a los empleados. Casi la mitad (49%) indicó que las horas de trabajo flexibles llegaron para quedarse; y en cuanto a la contratación, 50 por ciento considera que el formato de trabajo remoto o teletrabajo conduciría a crear grupos de trabajo más grandes e inclusivos.
Las empresas se están dando cuenta de que el trabajo puede suceder en cualquier lugar, la productividad no se pierde y un grupo de talentos ampliado permitirá equipos de trabajo más fuertes y más capaces.
Casi 9 de cada 10 gerentes (87%) que respondieron a la encuesta dijeron que, como resultado de la pandemia, aumentaron su énfasis en el bienestar de los empleados y el equilibrio entre la vida laboral y personal, y casi la mitad espera mantener estas políticas a largo plazo.
Aunque la investigación tiene resultados alentadores para la construcción de dinámicas de trabajo más justas entre empleados y empleadores, el reto será mantener a largo plazo estos "cambios de mentalidad" que el reporte arroja.
Principales conclusiones
Este cambio implica retos técnicos y de negocio, pero también culturales, de mentalidad y actitud que serán especialmente relevantes en la vuelta a la oficina.
- Los principales retos técnicos señalados por las organizaciones consultadas son el soporte tecnológico adicional para los empleados (82%), el mantenimiento de los niveles de servicio y satisfacción de los clientes (77%), la interrupción del flujo de trabajo y los procesos (76%) y la coordinación diaria de las actividades del personal/equipo (76%).
- El 64% citan también como reto la pérdida de relaciones interpersonales informales de tipo presencial. Así, el 67% pusieron en marcha durante el confinamiento reuniones ‘sociales’ de videoconferencia, y el 54% canales ‘sociales’ de chat.
- Casi la mitad de los encuestados (el 49%) consideran que las medidas de trabajo flexible seguirán aplicándose, beneficiando tanto a empresas como a empleados. En términos de contratación, el 50% creen que el aumento del trabajo a distancia y flexible conllevará una política de contratación más inclusiva que abarca talentos más diversos. Las empresas están descubriendo que el trabajo puede realizarse desde cualquier lugar de forma productiva, mientras los equipos se refuerzan con talentos diversos.
- Casi 9 de cada 10 directivos (el 87%) han incrementado su énfasis en el bienestar de los empleados y el equilibrio entre vida personal y laboral como resultado de la pandemia. De ellos, casi la mitad (el 47%) consideran que esta tendencia se mantendrá a largo plazo. Igualmente, el 53% afirman que la confianza y el empoderamiento de los empleados se mantendrán a largo plazo, así como la posibilidad de un horario de trabajo flexible (49%).
- El 74% consideran que su organización saldrá fortalecida de la crisis en algún aspecto. Este optimismo es indicativo de la innovación que han impulsado las organizaciones al acelerar sus iniciativas de transformación digital previstas a medio y largo plazo. El 67% han acelerado la adopción de servicios Cloud de comunicación y colaboración y herramientas de productividad para los usuarios.