Las entregas de supermercado son la próxima frontera de Uber Technologies, al menos en América Latina. La división Uber Eats de la compañía de transporte de pasajeros se ha centrado hasta ahora en la entrega de alimentos preparados por restaurantes. Los consumidores atrapados en casa han impulsado ese negocio globalmente un 52% a US$ 4.680 millones en el primer trimestre, según el informe más reciente de la compañía.
Uber planea aprovechar eso en América Latina mediante la expansión de su servicio de entregas de supermercado, Cornershop. La compañía busca una participación mayoritaria en el emprendimiento chileno, un acuerdo que se aprobó en Chile y se está revisando en México. Ahora que las conversaciones con Grubhub se cayeron, la presión para encontrar una nueva fuente de crecimiento en Uber está aumentando.
"La entrega de supermercado es lo que sigue para nosotros", dijo el director de Uber Eats para América Latina, Eduardo Donnelly, en una entrevista. Parte de lo que atrajo a Uber a Cornershop es la tecnología detrás de su aplicación, dijo Donnelly. Esto incluye inventarios actualizados de todas las tiendas con las que trabaja, así como una base de datos gigante de usuarios y sus patrones de consumo.
Uber Eats acelera su adopción entre los usuarios que piden delivery.
Cornershop, la plataforma de entregas de supermercado más grande de México y Chile, permite a los usuarios ordenar productos en tiendas como Costco Wholesale, Petco y Walmart. Algunas tiendas participantes agregan una tarifa de entrega al total de la cuenta, mientras que otras tiendas aumentan el precio de cada producto.
Los términos del acuerdo no han sido revelados y Donnelly declinó hacer comentarios al respecto. Walmart había intentado previamente comprar Cornershop por US$ 225 millones, pero las autoridades mexicanas se opusieron al movimiento por razones de competencia.
Las entregas de supermercado son un área que ha experimentado un rápido crecimiento luego del brote de Covid-19. Instacart, un servicio líder en EEUU, alcanzó una valoración de US$ 13.700 millones en una ronda de financiación la semana pasada. En comparación, eso coincide con el precio que Amazon.com pagó por Whole Foods Market en 2017.
La operación podría desempeñar un importante rol en la estrategia de Uber de ofrecer servicios más rentables además de los viajes compartidos. En Brasil, muchas personas que solo usaban la función de viaje de Uber recientemente comenzaron a cruzar a Eats, según Donnelly.
Desde que se anunció el acuerdo, Cornershop ha comenzado a operar en Perú, Colombia, Brasil, Canadá y en las ciudades estadounidenses de Dallas y Miami.
"Ese negocio está explotando absolutamente", dijo su director ejecutivo, Dara Khosrowshahi, en una entrevista a Bloomberg Television en marzo. "Tenemos una marca global, y esencialmente podemos tomar Cornershop y convertirla en una marca global".
Las compras en el supermercado son la "próxima frontera" para Uber.
Confinamientos en América Latina
Los pedidos totales de Uber Eats en la región se duplicaron en abril y mayo debido a que los compradores se quedaron en casa, dijo Donnelly. El servicio también experimentó un aumento de 75% en los restaurantes que se unieron a la plataforma, a medida que el negocio se agotaba en medio de las medidas de confinamiento.
El rápido crecimiento también ha generado preocupaciones: los trabajadores de reparto en toda la región dicen que compañías como Uber y Rappi no han hecho lo suficiente para protegerlos debido a los mayores riesgos en los que incurren por hacer lo que consideran un trabajo esencial: mantener a otros en casa.
Bajo el hashtag "YoNoReparto", los repartidores en lugares desde Buenos Aires hasta Ciudad de México se han organizado para solicitar a los servicios de entrega mejores condiciones de trabajo y pago. Algunos se declararon en huelga el 29 de mayo y prometieron no hacer ni una sola entrega ese día.
Los repartidores infectados con Covid-19 o puestos en cuarentena individual por una autoridad de salud pública pueden solicitar un pago igual al salario ganado en los últimos 14 días, dijo Donnelly. La única condición es que hayan hecho al menos un viaje en los últimos 30 días y tengan una nota del médico, dijo, y agregó que decidieron no requerir una prueba de Covid-19 porque saben que son escasas en la región. Uber Eats también ha establecido políticas para reembolsar los gastos por mascarillas y el gel antibacterial.
Sin embargo, los trabajadores de reparto en Argentina, Chile, Costa Rica, Perú y México quieren más. Piden una porción más alta de las tarifas de entrega, mayor seguridad en el trabajo y seguro asequible contra accidentes. También están pidiendo a los gobiernos que presionen a las empresas para que los reconozcan como empleados, no como contratistas.
"Entendemos que son ellos los que están haciendo las entregas y poniéndose en riesgo", dijo Donnelly. "Hemos diseñado las políticas escuchándolos, y continuaremos haciéndolo".
Renovación por la pandemia
Desde el comienzo de la pandemia, Uber ha recortado 6.700 empleos, aproximadamente el 25% de su fuerza laboral total. También cerró o consolidó 45 de los cientos de oficinas que opera a nivel mundial.
Aunque la división principal de transporte de Uber ahora es rentable, las operaciones de entrega de alimentos aún pierden dinero. La compañía informó su primer descenso en los viajes durante el primer trimestre, lo que retrasa el objetivo de ser rentable para el próximo año. Para lograrlo, Khosrowshahi dijo que planeaba US$ 1.000 millones en medidas de reducción de costos, incluidos recortes de personal, bienes raíces y otras reducciones.
La semana pasada, Khosrowshahi dijo que el negocio global de transporte de Uber ha caído 70% desde el año pasado, una ligera mejora desde su nivel más bajo durante la pandemia de coronavirus, pero una señal de que la recuperación será lenta.