Un grupo de profesionales sanjuaninos presentó el viernes un respirador artificial fabricado con productos locales, que tiene la característica de ser 10 veces menos costoso que un aparato similar tradicional.
El equipo bautizado como HOMTEC 1.0, que significa aire en la lengua Huarpe, es un prototipo diseñado por sanjuaninos convocados por la Fundación Presidente Sarmiento, "que tuvo la iniciativa como un aporte a la comunidad hospitalaria para la pandemia de Covid-19", dijo el coordinador del proyecto Gastón Briozzo.
Briozzo indicó que "la idea surgió por el miedo de ver cómo el coronavirus golpeaba en Europa, y darnos cuenta que el elemento más necesario son los respiradores artificiales".
El contador dirige el proyecto integrado por un experto en diseño e impresión 3D, Pablo Varela; el coordinador de Software Doctor, el ingeniero electrónico Eugenio Orosco y los ingenieros Jeremías Gaia Amorós, Juan Julián, Felipe Pantano y Martín A. Saffe, que pertenecen a la Universidad Nacional de San Juan y el Conicet.
Asimismo, Briozzo dijo que pensaron: "No queremos que eventualmente en San Juan pase como en otros países, donde los médicos se veían en la obligación de elegir quién vivía y quién moría en función de la falta o carencia de respiradores".
Indicó que "haciendo una traslación estadística de lo que pasó en Italia o España, vimos que si a nosotros nos llegaba a pegar con la misma crudeza, necesitaríamos unos 188 respiradores en la provincia de San Juan, siendo que hay menos de 120 y de libre disposición calculábamos que habría unos 80 para el Covid-19".
Recordó que "en Argentina, la Nación coptó toda la producción de las dos fábricas de respiradores que hay en el país y a San Juan solo mandó 3 equipos, y pensamos que había que desarrollar uno nuevo, pero con elementos que pudiéramos conseguir acá".
Dijo que adaptaron los software de lo que se conseguía afuera, pero "no podíamos fabricarlo en continuidad y por eso decidimos hacer uno totalmente nuevo".
El coordinador del equipo interdisciplinario que creó el HOMTEC 1.0, dijo: "Logramos tener un software capaz de manejar las calibraciones y las variables que maneja un respirador profesional" y "hemos logrado un producto muy confiable que va a servir mas allá de la actual pandemia y emergencia, sino para el futuro en otras patologías".
Explicó que "tenemos todo el diseño desde lo mecánico y lo electrónico hasta el software y con componentes que se pueden conseguir" y agregó que "ahora vamos a completar las pruebas clínicas para obtener la aprobación de Salud Pública y certificar los protocolos de buenas prácticas industriales para empezar a producirlo en serie".
El software, totalmente diseñado por los profesionales sanjuaninos, con la ayuda de sensores de presión diferencial y de flujo, puede monitorear permanentemente la respiración del paciente, reaccionar y advertir sobre cambios no deseados.
Cuenta con respaldo de baterías (UPS) propio que le asegura un funcionamiento de 20 horas sin recibir energía eléctrica externa, hasta tanto se restablezca el servicio o se cambie por otro pack de baterías cargadas.
Todo el dispositivo es manejado y monitoreado desde una pantalla táctil de 7 pulgadas y la idea era crear una interfaz de accionamiento que al operario sanitario le resultará familiar y fácil de utilizar, no muy diferente a las que usan los respiradores tradicionales.
El aparato fue construido totalmente en la provincia con la colaboración de numerosas empresas que realizaron los trabajos de diseño, impresión 3D, corte láser, fresado de control numérico CNC, plegado, etc.
Para llevar a cabo la tarea, los profesionales tomaron contacto con foros internacionales y universidades enfocadas en el mismo objetivo, como Reesistencia Team de España o el MIT (Massachusetts Institute of Technology), Estados Unidos. Como así también con diversos equipos técnicos de Gran Bretaña, Italia y Alemania.