Crece la escasez de teléfonos móviles en el mercado argentino. Si bien Tierra del Fuego reinició su producción, aunque con las restricciones que impone el coronavirus, es cada vez mayor la falta de disponibilidad de equipos en las tiendas on line de las tres operadoras de telecomunicaciones del país.
La Argentina sufrió una caída de 30% en el envío de smartphones en el primer trimestre del año, el más alto de la región, de acuerdo a datos de Counterpoint Research. Al cierre de las fábricas en China que se produjo entre enero y febrero por la pandemia se sumó, en marzo, el cierre de las fronteras y de la actividad en el país. No se podían recibir componentes y tampoco producir.
Esos dos factores confluyeron en un desabastecimiento del mercado que, aún deprimido, tiene una demanda que hoy, ni siquiera, está pudiendo ser provista.
La rotura de los celulares o la necesidad de contar con mejores equipos para trabajar impulsan la demanda del mercado
"Hay poco stock. Todavía los clientes no tienen suficiente mercadería como para vender lo que necesitan", dijo a iProfesional, Martin Cricco director comercial de Alcatel.
Los protocolos sanitarios que deben cumplirse en las plantas, con turnos reducidos para respetar el distanciamiento social, más los exceptuados por estar incluidos en los grupos de riesgo, hacen que si bien la producción se haya retomado hace ya dos semanas, el abastecimiento será más lento que en la época prepandemia.
Y esta situación es la que se ve hoy en las tiendas oficiales de Claro, Movistar y Personal. Si bien todas exhiben una determinada cantidad de teléfonos, muchos de ellos muestran el cartel "Sin stock" o, cuando se ingresa en un modelo determinado, suele aparecer la aclaración "sin stock en este color" que, a veces, se repite también en el otro color supuestamente ofrecido.
Estar conectados
La demanda de teléfonos se mantiene por varias razones, más allá de los problemas que la falta de actividad económica significó para profesionales, comerciantes y trabajos que no pudieron y no pueden realizarse de modo remoto, pero tampoco en formato presencial. Para muchos fue necesario cambiarlo para poder participar de clases virtuales, para otros para poder realizar de alguna las tareas que debían cumplir desde su casa.
Inclusive los teléfonos de más alta gama, que se mueven en la banda de los $100.000, se vendieron bien, señalaron fuentes consultadas. Los lanzamientos de los modelos más caros de las marcas que dominan el mercado, como Samsung, registraron ventas como si se tratase de un período normal.
En 2019 el mercado argentino vendió unos 8 millones de teléfonos, un porcentaje menor a los 10 millones que hasta 2017 era la cifra constante dentro de un parque compuesto por unos 36 millones de líneas, de acuerdo a los datos del mercado. Eso muestra que la tasas de recambio es de 3 años y más, es decir, mucho más extenso que la media global, que suele ubicarse en torno al año y medio.
Esta es la participación de mercado de las marcas que dominan el mercado móvil en América latina
Si bien se espera que el envío de smartphones a la Argentina continúe deprimida en el segundo trimestre, la expectativa cambiará a partir del segundo semestre, cuando la demanda será mejor satisfecha por la oferta.
"Va a haber una necesidad de renovar porque, en algún momento, a las personas se les va a romper el teléfono y van a tener que recomprar", aseguraron desde Counterpoint Research. A esto debe sumarse que, en la medida en que las provincias retomen con más fuerza su actividad económica, el movimiento que se produzca también repercutirá en la venta de un dispositivo que resulta fundamental para trabajar.
Esto será posible, a su vez, porque las compañías mantendrán la financiación en 12 o 18 cuotas, dependiendo del tipo de teléfono de que se trate. Una alternativa que resulta conveniente para los usuarios pero también para las operadoras que, de este modo, se garantizan a un cliente consumiendo servicio.
Fuente: iProfesional