Twitter demoró apenas tres días en suspender un perfil que publicaba contenidos que "glorificaban la violencia" según los criterios de moderación que aplica la red social. Esto no tendría nada noticioso, si no fuese porque las publicaciones de la cuenta censurada son los mismos tuits del presidente Donald Trump.
El perfil suspendido se llama @SuspendthePres y fue creado por el usuario de Twitter @BizzareLazar. Según explicó este usuario al diario digital Mashable, creó este perfil para demostrar que los tuits del presidente Trump violan los términos de uso de Twitter y, aún así, la red no toma las mismas medidas que con otros usuarios.
La idea surgió al observar que las plataformas de redes sociales están dando un tratamiento especial a Donald Trump, especialmente estos días en los que arrecían las protestas contra el racismo a raíz del asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd. Hace unos días, Trump publicó un tuit desmesurado que aparentemente instaba a los militares a disparar a cualquiera que fuese atrapado saqueando.
Trump está en su propia cruzada contra las redes sociales.
La publicación reavivó las peticiones de los usuarios para que Twitter suspenda la cuenta oficial de Trump, ya que consideran que fue una clara violación de los términos del servicio. Pero la plataforma se refugió en las "excepciones de interés público" dentro de sus políticas de contenido, explicando que no eliminaría tuits de los funcionarios electos.
"Bloquear a un líder mundial de Twitter o eliminar sus tuits controvertidos escondería información importante que las personas deberían poder ver y debatir", defendió Twitter en una publicación de blog. "Tampoco silenciaría a ese líder, pero ciertamente obstaculizaría la discusión necesaria sobre sus palabras y acciones".
Horas después de que la plataforma marcase este tuit con una advertencia, @BizzareLazar, lanzó @SuspendThePres. En este perfil, el usuario copia las publicaciones polémicas de Trump y las publica como si fuesen propias (no hace retuits).
De esta manera quería comprobar si la cuenta sería castigada o no por violar los términos del servicio. Efectivamente, Twitter tardó solo tres días en suspender el perfil por sus abusos. En concreto, recibió una suspensión de 12 horas sobre el tuit antes mencionado.
"Creo que como sociedad libre, que depende cada vez más de las redes sociales para recopilar nuestra información, estamos obligados de responsabilizar a nuestros funcionarios electos por el contenido que publican", explicó el promotor de la iniciativa.
"Las plataformas de redes sociales tienen las mismas responsabilidades, sin embargo, pueden verse obstaculizadas por ciertas limitaciones. En el caso de líderes mundiales, Twitter argumenta que su contenido es importante para poder ser visto independientemente de su contenido para aumentar el interés nacional en la conversación. Si bien no estoy en desacuerdo con esa declaración, creo que también deberíamos saber si ese contenido violaría los términos de uso si se tratase de un ciudadano cualquiera", añadió.
Los antecedentes de la pelea entre Twitter y Trump
En un movimiento importante en un año electoral en los Estados Unidos, la empresa californiana Twitter colocó el 27 de mayo por primera vez en un tuit del presidente Donald Trump la advertencia de que el usuario de la red social chequee una información suministrada por el hombre más poderoso del mundo.
El mandatario respondió enseguida, con otros mensajes en Twitter, diciendo que la red social está "interfiriendo en la campaña electoral" del país norteamericano, que culminará con las elecciones de noviembre.
La cuenta personal del jefe de la Casa Blanca, que tiene más de 80 millones de seguidores, es un arma fundamental para su dueño, sobre todo en la campaña electoral, porque desde esa plataforma tiene una conexión directa con sus votantes, critica a sus rivales, plantea temas y debates y también retuitea elogios de sus simpatizantes.
Twitter es criticada desde hace varios años por ser benévola con las cuentas de los líderes mundiales que mienten o emiten información sesgada. El presidente estadounidense es conocido por su propensión a brindar información manipulada, conspirativa o errónea para su provecho.
Una investigación del diario The Washington Post reveló que en sus primeros tres años de mandato, Trump dijo mentiras y emitió datos dudosos en 16.000 ocasiones. La decisión de Twitter escaló las tensiones entre Washington y el Silicon Valley en un año electoral y fue hecha en respuesta a dos tuits recientes de Trump.
Los mensajes de Trump decían que los votos emitidos por correo son fraudulentos, algo que es falso. La etiqueta que colocó Twitter a esos mensajes fue: "Buscá los hechos sobre los votos por correo", una manera diplomática de decir que la información necesita ser corroborada.
La portavoz de Twitter, Katie Rosborough, dijo que los tuits presidenciales "contienen información potencialmente sesgada sobre el proceso de votación y ha sido etiquetada para proveer contenido adicional sobre el voto por correo".
Twitter y Trump se enfrentan por los tuits del jefe de la Casa Blanca.
Otra polémica entre Twitter y Trump
La empresa estaba siendo presionada desde este martes temprano, por otra serie de tuits. Trump había echado a rodar una teoría conspirativa sobre la muerte de una empleada del presentador de televisión Joe Scarborough, también ex congresista, que falleció en su despacho de un aneurisma y en su momento hubo sospechas sobre el legislador, que quedaron descartadas. El viudo pidió a Twitter que borrara esos mensajes, algo que no sucedió. Pero aparecieron las etiquetas en tuits de más tarde.
Este mes el jefe de la Casa Blanca había lanzado duros ataques contra Twitter, Facebook y otros gigantes de Internet.
Tras la decisión de Twitter, el jefe de la Casa Blanca respondió con virulencia. "Twitter está oprimiendo completamente la libertad de expresión y yo, como presidente, no voy a permitir que eso ocurra", tuiteó.
Desde que se fundó Twitter, hace 14 años, la empresa ha permitido que líderes mundiales escribieran ese tipo de mentiras o información sesgada y sus directivos dejaban que los usuarios decidieran qué era cierto o no por su cuenta. Facebook, por el contrario, lanzó un programa de chequeo de datos hace unos años.
Pero Twitter, con 330 millones de usuarios en el mundo, cambió su posición en tiempos de la pandemia del coronavirus. En marzo, la compañía modificó sus condiciones de servicio y estableció que removería cualquier posteo de cualquier persona, incluidos líderes mundiales, cuyos comentarios fueran "contra la guía de fuentes autorizadas sobre información de salud pública global".
Esto fue aplicado por ejemplo cuando borró tuits del presidente brasileño Jair Bolsonaro o del mandatario venezolano Nicolás Maduro, que promovían el quiebre de la distancia social. Mientras tanto, hay especulaciones sobre cuánto perdería Twitter si Trump dejara de usar esta red social.
A comienzos de este mes, Twitter informó que también expandiría las etiquetas hacia otras áreas, como conspiraciones relacionadas con la salud y otras situaciones donde hubiera riesgo de daño. Las advertencias que colocaron este martes a Trump se extienden a una nueva dimensión, que puede ser clave en un año electoral.