La apertura de negocios de ropa y el permiso para salir a correr, en la agenda del Gobierno porteño
La posibilidad de abrir los locales barriales de venta de ropa y calzado y de habilitar las prácticas deportivas al aire libre en horarios restringidos es analizada en la Ciudad de Buenos Aires, aunque esta medida "estará supeditada al comportamiento que registre en estos días la curva de contagios de coronavirus", informaron fuentes del gobierno porteño.
Ambas cuestiones están bajo análisis por parte del Gabinete de ministros y, de avanzar, serán presentadas al presidente Alberto Fernández con miras al nuevo período del aislamiento obligatorio que regirá desde el lunes 8 de junio.
La nueva fase de la cuarentena tendrá foco especial en el Área Metropolitana (Amba), que agrupa a la Capital Federal y 40 municipios bonaerenses, dado que es el territorio donde se concentran la enorme mayoría de los casos de Covid-19.
Además, las autoridades porteñas manifestaron la intención de reformular el esquema con que se realizan las salidas recreativas con niños que, en la actualidad, permite esos paseos diarios de una hora un día del fin de semana, según la terminación del DNI de los progenitores.
Por la noche. Los corredores tendrían horarios nocturnos para ejercitarse
Al respecto, se permitirá que las salidas con los chicos puedan hacerse los dos días del fin de semana, es decir, sábados y domingos, sin la restricción del DNI de los padres.
De todos modos, el paquete de medidas en estudio deberá contar con la aprobación del Gobierno nacional y se implementará "siempre que los resultados de la evolución de la curva den bien", según remarcaron las fuentes consultadas en relación a los registros sanitarios de esta semana de los casos reportados de coronavirus.
El primero de los cambios en estudio apunta a la habilitación de los comercios dedicados a la venta de indumentaria y calzado, los que permanecen cerrados desde el inicio del aislamiento –el pasado 20 de marzo- y que son de cercanía de los vecinos, barriales y no están situados en zonas de gran afluencia.
En ese caso, el protocolo que podría implementarse, si se concreta la autorización para su apertura, sería la contemplada por la modalidad del "take away" o "retiro en tienda", es decir, donde el potencial cliente busca el producto por el local, pero no accede al interior de las instalaciones.
Sobre ello, la Federación de Comercio e Industria presentó esta mañana, en una reunión con el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, los protocolos sanitarios elaborados específicamente para este rubro comercial a fin de avanzar en la apertura de los locales "sin que ello implique un retroceso en cuanto los cuidados que se exigen para evitar la circulación social del virus", señalaron desde la entidad.
Asimismo, se estudia la reapertura, también desde el lunes, de los negocios de las actividades denominadas "no esenciales" que fueron parte de una tanda de locales que el Gobierno porteño comenzó a habilitar el 12 de mayo pasado, pero que cerró pocos días después ante el incremento de casos en el distrito.
Esos comercios suman unos 10.000, según precisaron desde el Ejecutivo porteño, y remarcaron que no está en análisis la posibilidad que retornen a la actividad los shoppings.
Por otro lado, se informó sobre la consideración para la nueva etapa de la cuarentena de una autorización para la realización de prácticas deportivas en espacios abiertos como parques de grandes dimensiones, un reclamo que mantienen los referentes del "mundo running" y corredores.
"Se están elaborando protocolos al respecto, que son trabajados entre las áreas de Deporte con Salud, pero aún están en una etapa de análisis", indicaron desde el Gobierno local.
No obstante trascendió que entre las alternativas que manejan figura la idea de otorgar permisos para correr en horarios nocturnos, a partir de las 20 o 21, o matutinos, antes de las 7.
Finalmente, desde el lunes, también evalúan la posible rehabilitación de las galerías de arte de modo que no congreguen mucha gente en un mismo espacio.
La prevención como regla
La vuelta al trabajo requerirá la readecuación de espacios, reubicación de escritorios, menos personas por metro cuadrado y más distancia en los sectores compartidos", comenta a iProUP Hernán Castro, broker de la consultora de real estate Cushman.
En muchos casos se verá una importante inversión en tecnología: cámaras infrarrojas que midan la temperatura, sensores que funcionen por movimiento ubicados en aperturas de puertas o en los ascensores, indicadores de espacios completos -como en los estacionamientos de los shoppings- entre muchos otros dispositivos.
Uno de los espacios que cambiará serán las recepciones. También se verá alterado el uso del ascensor, el recorrido hasta el puesto de trabajo y se añadirán cintas en el piso para delimitar en qué lugar se debe esperar respetando el distanciamiento.
Tal como diera cuenta iProUP, muchas empresas ya están trabajando en establecer un plan que apunta a:
1. - Organizar la entrada de forma escalonada y evitar aglomeraciones
2. - Fomentar las reuniones por videoconferencia
3. - Instalar cámaras térmicas con sensor de temperatura corporal en la entrada
4. - Usar los ascensores de forma individual, con fila de 2 metros de separación entre personas
5. - Recurrir a tapabocas en espacios comunes
6. - Suspender el fichaje con huella dactilar (o dejar desinfectantes a mano)
"La circulación será siempre en dirección de las agujas del reloj, de izquierda a derecha, en todos los ambientes para evitar el cruce en pasillos y cercanía ocasionales", explica Castro.
Otra medida consistirá en que cada empleado al llegar coloque sobre su escritorio un mantel descartable, que podrá cambiarse más seguido, como ocurre en restaurantes de comida rápida. Así, la superficie se mantendrá siempre higienizada.
Así, las empresas se preparan para una gran transformación y contarán con equipamiento antes sólo usado en laboratorios. Otra muestra más de que la vida laboral tampoco será la misma.