Con la vuelta al fútbol surgen nuevas alternativas para que las ligas de todo el mundo cuenten con el aliento de sus fanáticos
29.05.2020 • 10:06hs • Aliento virtual
Aliento virtual
¿Vuelven los hinchas al fútbol?: así podrán "ingresar" a los estadios
Con los deportes que se reanudan en todo el mundo en estadios vacíos, los organizadores se enfrentan con un nuevo dilema: cómo recrear la emoción y la atmósfera de un día de partido regular sin la pasión y el ruido de la multitud generado por miles de aficionados.
Japón puede tener la respuesta con la aplicación Remote Cheerer (algo así como "Hincha Remoto") que permitirá a los aficionados que viven en sus casas animar y abuchear a sus equipos desde la comodidad de sus sofás.
Los aplausos y abucheos serán transmitidos en los estadios por medio de altavoces durante los partidos, para llevar una pequeña dosis de su adulación y su frustración a los jugadores.
Es un experimento que será seguido de cerca en otros países. Las ligas de béisbol, fútbol y hockey de Estados Unidos ya están haciendo planes para reanudarse a puertas cerradas en los próximos meses y luchando con el problema de cómo hacer que los partidos parezcan importantes sin público.
El fútbol de la primera categoría alemana ya se ha reanudado y la Bundesliga ha estado experimentando con el ruido artificial de la multitud durante las televisaciones en directo. Las transmisiones coreanas de béisbol de ESPN también han utilizado un poco de ruido de la multitud, mientras que Fox, según se informa, planea hacer lo mismo para sus emisiones de NFL (fútbol americano) en el otoño boreal. De todas maneras, ya ha habido críticas al ruido de multitudes artificiales, y hasta ahora han sido variadas.
En Alemania, un club estrenó a 13.000 hinchas de cartón y recaudó 247.000 euros
Pero la aplicación de Japón va mucho más allá, porque permitirá a los aficionados al fútbol elegir una serie de reacciones -desde la alegría, el canto, el aplauso o el grito, hasta el gemido y el abucheo- con simples toques de sus teléfonos inteligentes. También se puede grabar mensajes personales, y todo el ruido resonará en el estadio.
Resto del mundo
En contraste con los protagonistas de la Bundesliga, que ven hinchas de cartón en las tribunas pero no escuchan el ruido artificial de la multitud porque está reservado a los televidentes, los jugadores de la J-League, de Japón, se sentirán motivados en tiempo real por las reacciones de sus simpatizantes.
Se espera que el fútbol japonés se reanude a fines de mayo o a principios de junio, después de un intervalo de cuatro meses, mientras que la reaparición de la liga de béisbol profesional está prevista para el 19 de julio. Los aficionados de ambos deportes no podrán entrar a los estadios, debido a la preocupación por el coronavirus.
Yamaha Corporation, que ha desarrollado la aplicación, ha probado recientemente el sistema en un estadio que tiene capacidad para 50.000 personas en Shizuoka, en un partido amistoso entre Jubilo Iwata y Shimizu S-Pulse.
"En un momento dado, durante la prueba de campo del sistema, cerré los ojos y sentí como si los aficionados que animaban estuvieran allí mismo, conmigo en el estadio", dijo Keisuke Matsubayashi, un miembro de la empresa del estadio, según la agencia noticiosa británica Reuters. "Este sistema tenía el potencial de alentar a los jugadores incluso en un estadio de este tamaño", agregó Matsubayashi.
El papelón surcoreano
Aún está por verse si el sistema de telealiento se pone de moda, pero es por cierto una mejor idea que la probada por un club de fútbol de Corea del Sur este mes.
FC Seoul fue multado en la cifra récord de 100 millones de wones coreanos (equivalentes a 80.000 dólares), después de que su intento de añadir ambiente en uno de sus partidos fracasara espectacularmente. El club se vio obligado a disculparse luego de poner docenas de muñecas sexuales en asientos vacíos en un encuentro a puertas cerradas.
El órgano rector del fútbol de Corea del Sur manifestó que aceptaba la afirmación del club de que no sabía que los maniquíes eran juguetes sexuales, pero alegó que debería haber utilizado el sentido común y que el incidente había "humillado y herido profundamente a las mujeres aficionadas".