A pesar del "efecto rebote" que vienen teniendo sus acciones desde los primeros días de mayo, las empresas argentinas que cotizan en la bolsa de Nueva York valen cada vez menos y algunas se cotizan "a precio de remate".
Varias son las razones esgrimidas por los analistas financieros para explicar por qué –en conjunto– la capitalización bursátil de este grupo de sociedades no deja de caer, entre las que se destacan:
- El daño que causó su exposición al riesgo argentino
- La incertidumbre política y económica de los últimos meses
- Los efectos nocivos que las medidas contra el coronavirus están dejando en la producción, el comercio y los servicios
Entre enero y mayo, acumulan un valor de u$s59.240 millones. Este monto surge de sumar el market cap de las 20 compañías y bancos argentinos listados en el New York Stock Exchange (NYSE), según la variación de sus American Depositary Receipts (ADR, por sus siglas en inglés) al cierre de la rueda del viernes.
Para las empresas argentinas, los ADR permiten expandir la capacidad de crédito al acceder al financiamiento en el mercado estadounidense, mientras que a los inversores les da la posibilidad de operar con estos instrumentos a nivel internacional.
Mercado Libre, imparable
Desde el 2018 hasta hoy, se evidencia un fuerte derrumbe en la cotización de estos papeles, en medio de la pandemia del coronavirus, la crisis de la economía y el fantasma del default.
El panel argentino dentro del mercado bursátil más importante del mundo se compone de representantes del sector financiero; telecomunicaciones; energía y petróleo; industria cementera; productoras de acero; operadoras aeroportuarias y hasta un laboratorio, además de dos de los principales unicornios internacionales nacidos en Argentina.
Entre las energéticas, se destacan YPF, Pampa Energía, Edenor, Central Puerto y TGS (Transportadora de Gas del Sur). También participan dos sociedades del Grupo Techint, que son Tenaris y Ternium; y tres firmas controladas por el empresario Eduardo Elsztain como IRSA; IRSA Propiedades y la agroindustrial Cresud.
Además, cotizan en Nueva York los ADR de Telecom Argentina; Mercado Libre; Despegar; Loma Negra; Corporación América Airports y el laboratorio Bioceres. En el caso de los representantes del mundo local de las finanzas se encuentran el Grupo Financiero Galicia y los bancos Macro, Supervielle y BBVA Argentina.
Algunas de estas compañías son controladas por varios de los hombres más ricos de la Argentina, como Eduardo Eurkenian, Marcelo Mindlin, Eduardo Elsztain, Paolo Rocca, Jorge Brito, la familia Supervielle y Marcos Galperin.
Entre el 2018 y el 2020, la mayoría de esos títulos que se operan en dólares en los mercados externos sufrieron verdaderos desplomes. Las cifras son elocuentes:
- A finales de 2018, año en el que se iniciaba la crisis económica y la inestabilidad financiera en la que se encuentra la Argentina -con endeudamiento externo creciente, una corrida contra el peso y el pedido de auxilio al FMI– la capitalización bursátil total de ese grupo de empresas llegó a los u$s65.559 millones.
- Un año después (diciembre de 2019), con la llegada del Frente de Todos a la Casa de Gobierno, el índice de inflación más alto desde 1991, una caída de más de 2% del PBI y un consumo en baja por la reducción de los ingresos reales, la capitalización igualmente creció y se ubicó en torno a los u$s69.319 millones.
- En los primeros cinco meses del 2020, las mismas 20 compañías acumulan una pérdida de capitalización conjunta de u$s10.079 millones en comparación con 2019. Y algo menor en relación al 2018, ya que desciende a u$s6.319 millones
Solamente tres empresas se salvaron del derrumbe y, más aun, lograron importantes repuntes con respecto a sus performances anteriores:
- Mercado Libre: pasó de los u$s14.545 millones de 2018 a u$s29.002 millones el año pasado y a los $38.500 millones actuales
- Telecom Argentina: su market cap va de los u$s2.500 millones de 2018 y los u$s1.840 millones de 2019 a los casi u$s3.300 millones presentes
- TGS: la firma de Mindlin está recuperando parte de lo perdido en 2018, cuando costaba u$s1.575 millones. Si bien cayó a u$s761 en 2019, este viernes cerró en torno a los u$s800 millones
Según estos parámetros, no quedan dudas de que el gigante del ecommerce es, por lejos, la compañía local de mayor relevancia en el NYSE, con una suba en tan sólo cinco meses de u$s8.465 M.
Pero hay más:
- La cifra representa el 40% de lo que en conjunto valen las demás compañías locales que asciende a u$s21.773 millones.
- En otras palabras, las otras 19 cotizantes argentinas en el NYSE cuestan, en conjunto, apenas el 60% de Mercado Libre.
Es que mientras las medidas restrictivas impuestas por el Gobierno para combatir la pandemia frenaron casi totalmente las actividades de la mayoría de estas sociedades, el holding online de Galperín resultó uno de los grandes ganadores de los obligados cambios de hábitos adoptados, como el de la mayor cantidad de compras por internet.
Sólo entre marzo y la primera quincena de mayo, Mercado Libre sumó en Argentina y el resto de los países de la región donde opera cinco millones de usuarios a su ecommerce y pagos online.
La cifra significa un crecimiento regional del 45% respecto a igual período del año anterior, mientras que en la plaza local ese incremento llega al 40%, tras acumular más de 690.000 compradores.
El resto
La performance de Mercado Libre no tuvo un efecto contagio en las otras cotizantes. Ni siquiera entre el resto de los llamados unicornios locales que comparten pizarra en el NYSE como Despegar, que de los u$s929 millones que valía el año pasado cayó a u$s380 millones.
Lo mismo ocurre con empresas que operan en sectores fuertemente golpeados por el cepo sanitario como los centros comerciales que se encuentran cerrados desde hace dos meses.
- Por ese motivo, las sociedades que forman parte del holding de Elsztain no llegan a los u$s500 millones entre las tres (IRSA cuesta u$s189 M; IRSA Propiedades, u$s179 M; y Cresud, u$s167 M).
- Hasta dos compañías del poderoso Grupo Techint se vieron muy afectadas: en conjunto, Tenaris y Ternium tienen una valuación de u$s9.805 millones (en 2018 ascendía a casi u$s18.000 M)
- La mayor perjudicada es Tenaris, cuya capitalización es de apenas u$s7.284 millones (casi la mitad que los u$s13.260 M del año pasado)
- Ternium decreció a la mitad: u$s2.521 millones (en 2018 valía u$s5.436 millones)
- La paralización del mercado aerocomercial, pega fuerte en Corporación América Airports: su valor de mercado actual se desplomó a u$s335 millones (u$s1.061 M en 2018).
Entre los bancos argentinos:
- Lidera el Grupo Financiero Galicia (u$s1.194 millones), casi cuatro veces menos que en 2018 (u$s3.948 millones)
- En el segundo lugar se ubica el Macro: hoy vale u$s1.202 millones (de los u$s3.666 millones que ostentaba en 2018)
- El tercer escalón es para el BBVA Argentina: u$s688 millones (casi un quinto de los u$s2.892 millones de hace dos años)
- Cierra el panel bancario el Grupo Supervielle que hoy vale u$s181 millones (10% de los u$s1.868 M de hace dos años)
En cuanto al sector energético:
- Ni hablar de Edenor, su actual market cap es de u$s145 millones (contra los u$s755 millones de 2018)
- En el caso de YPF: hoy vale u$s1.640 millones (muy lejos de los u$s21.000 millones de 2005, su pico máximo histórico desde que debutó en Wall Street)
Oportunidad de compra
"Con los precios de las empresas argentinas tan bajos, surgen motivos para que los inversores que miran el largo plazo tengan intenciones de comprar en este momento", afirma Rodrigo Terre, gerente de mercado de capitales de First Capital. En su visión, "las oportunidades surgen cuando todos venden y algún inversor, con miras al largo plazo, quiere comprar una empresa argentina".
De todos modos, plantea dudas sobre el futuro inmediato, a raíz de la incertidumbre vinculada a qué ocurrirá con esas acciones en lo que resta del año. "Son muchos los que están pensando en un mercado bajista por la pandemia y por ciertos condimentos locales, como el de un Estado quebrado que intenta cubrir los costos asociados con una política monetaria expansiva", señala.
Terre indica que ese cóctel "genera más brecha cambiaria y medidas regulatorias, además de incertidumbre sobre la capacidad de las compañías de refinanciar sus deudas, porque si Argentina cae en default, la calificación soberana comprometerá a las corporativas", agrega.
Además, advierte: "Todas las compañías que ahora reportan sus ganancias del primer trimestre, están suspendiendo las estimaciones para el segundo trimestre, y es más que probable que reporten menores ventas y fuertes pérdidas".
Caso YPF
La empresa que dirige Guillermo Nielsen sufre las consecuencias del coronavirus en el negocio de los hidrocarburos, el desplome internacional del barril de crudo que cotiza en u$s23 y el freno de las actividades en Vaca Muerta. También, los efectos de medidas oficiales como el congelamiento en el precio de los combustibles, el establecimiento de un barril doméstico a u$s45 y otras medidas.
En este marco, el peso de su deuda es cada vez mayor en relación al valor de su patrimonio y activo, al punto que en los próximos 12 meses tiene vencimientos por casi u$s2.000 millones por las distintas emisiones de títulos en el mercado local e internacional que realizó a partir de 2013 para financiar el desarrollo de Vaca Muerta.
Los datos marcan que en la actualidad, el valor bursátil de YPF es casi u$s500 millones menor a su endeudamiento y enfrenta un futuro complicado, si se tiene en cuenta que su principal accionista y controlante, el Estado nacional, está al borde del default, la crisis mundial del petróleo no tiene un horizonte exitoso cercano y la pandemia seguirá erosionando sus operaciones.
Además, tiene un calendario paralelo de deuda en pesos que acumula otros $22.609 millones, en su mayoría contraída cuando Miguel Galuccio estuvo al frente de YPF.
La gran paradoja es que, si bien el dueño de Vista Oil logró nombrar a un delfín suyo en el sillón operativo de la petrolera: el propio Sergio Affronti, su CEO, será quien deba encontrar la manera de generar una mayor caja para afrontar esos vencimientos que le dejó su mentor.