Tras el relajamiento gradual de la cuarentena, Samsung anunció el lanzamiento de sus Galaxy S20, uno de los modelos más esperados del año. A partir del viernes 22 de mayo, se abre la preventa de las tres versiones de su smartphone de bandera, el S20, el S20 Plus y el S20 Ultra, que costarán $ 89.000, $ 99.000 y $ 125.000 respectivamente.
Es la primera movida de envergadura después de la reapertura parcial de la actividad en Tierra del Fuego, donde están radicadas la mayoría de las armadurías electrónicas. Motorola, principal rival de Samsung, también acelera los pasos para lanzar su familia Edge, que marcará su reingreso a la pelea en la gama premium del negocio.
Tope de gama
El Galaxy S20 Ultra es el más grande de los tres nuevos Galaxy. Tiene una poderosa batería de 5000 mAh y una pantalla AMOLED de 6,9 pulgadas, con una resolución de 1440 x 3200 píxeles. Lleva 4 cámaras y permite grabar videos en 8K, con una definición de 7680 x 4320. Además incorpora un zoom de 100x, lo que lo convierte casi en un telescopio móvil.
El lanzamiento de los nuevo Galaxy trae otras novedades debido a la pandemia. Así, tanto la compra como la tasación de los viejos equipos y el delivery se efectúa en forma electrónica o por vía telefónica. "El canje de teléfonos no es inmediato. El cliente se lo queda un tiempo para que pueda configurarlo, todo con asesoría online", explicó Bruno Drobetta, director senior del área Mobile y TV de la compañía surcoreana.
Samsung tiene tres socios locales que fabrican sus equipos: Brightstar, Mirgor y Digital Fueguina. Las 3 están radicadas en la localidad de Río Grande y retomaron la actividad el jueves pasado. Distinto es el caso de Motorola, que tiene un acuerdo de exclusividad con Newsan, cuya sede está en Ushuaia y que retoma la producción a partir de este miércoles.
Marcas líderes
Samsung y Motorola (del grupo chino Lenovo) concentran el 87% del mercado argentino y no se regalan nada. Según Germán Greco, CEO de Motorola, esperan lanzar el Edge "en los próximos dos meses". Con respecto a precios, no dio certezas. El único dato disponible es que en los Estados Unidos se vende a US$ 600, es decir un 50% más barato que el promedio de un S20.
El negocio de los celulares se venía recuperando, incluso en plena cuarentena. Las ventas, coinciden las marcas, oscilaban entre 60 y 70% del nivel previo a la crisis. En 2019 se despacharon 7,5 millones de unidades y los expertos prevén para este año una cifra bastante menor. La reactivación de la demanda, en este contexto, no es el único dato sorpresivo.
Samsung y Motorola tienen estrategias diferentes y ambas son exitosas, a juzgar por los números. Para la marca coreana, los modelos flagships son un factor que impulsa el resto del catálogo. Hasta hace un año, Motorola apuntó exclusivamente a los modelos de media y baja gama para lograr penetración. Ahora pegó el salto al segmento premium.
El resto de los jugadores (LG, Alcatel y la "nueva" Nokia) vienen corriendo de atrás. Huawei se retiró del país (lo mismo hizo en Brasil), porque el gigante chino rechaza producir localmente. Sobre la crisis, Drobetta confiesa ser optimista. "Tuvimos el impacto de la cuarentena, el impacto de la recesión y también la negociación por la deuda. Sin embargo, el mercado de la tecnología es muy elástico. Ni bien la situación se estabilice, habrá una recuperación", interpretó Drobetta en una nota de Clarín y finalizó: "En bienes durables hay mucho consumo atrasado"