La pandemia cambió la agenda global y en pocas semanas las proyecciones de grandes empresas e industrias tuvieron que ser reordenadas en vistas a las problemáticas que amenazan al mundo. En esta carrera contrarreloj para ganarle la pulseada al coronavirus, las automotrices fueron las primeras que quisieron involucrarse. Tanto es así que en Argentina, de trabajar para querer convertirse en uno de los polos productores de pick ups más importantes del mundo tuvieron que reconvertir su ingeniería para abocarse a la fabricación de insumos médicos y refacción de instrumentos básicos para la atención sanitaria.
En muchas empresas, la decisión final depende de casas matrices emplazadas en los países más afectados por el CODIV-19, como sucede con las marcas europeas y estadounidenses. En otros casos, las acciones se van definiendo minuto a minuto, de acuerdo con las necesidades de la población.
Lo cierto es que el avance tecnológico que experimentó este sector en los últimos años, que va desde sistemas de seguridad para los vehículos hasta la conectividad y conducción autónoma, las dejó con más posibilidades para readecuar su capacidad instalada. Así sucedió con tres terminales locales que ya están fabricando, mientras que otras trabajan para contribuir en el transporte de elementos indispensables para la salud.
Máscaras contra el COVID-19
En Argentina, la primera iniciativa fue poner a disposición de la Cruz Roja, médicos y entidades de la salud, flotas de vehículos para movilizarse. Así lo hicieron Ford, Volkswagen y Chevrolet, que anunciaron la decisión apenas la crisis empezó a manifestarse.Sin embargo, las necesidades van mucho más allá y en estos momentos lo importante es la producción, reparación o colaborar con la fabricación de respiradores artificiales, el único elemento que, por el momento, es indispensable para ayudar a salvar vidas.
Después de algunas semanas en estudio, con las firmas paradas por el aislamiento social decretado por el Gobierno y el personal administrativo trabajando bajo el formato home office, aparecieron los primeros resultados.
Transformación urgente
Las terminales agrupadas en la Asociación de Fabricantes de Automotores -ADEFA-, definieron un plan con diferentes ítems para colaborar, que cada una fue adoptando según sus posibilidades.
Ford fue la primera en poner manos a la obra. En su planta de Pacheco, donde fabricó hasta el inicio de la cuarentena la pick up Ranger, está produciendo máscaras faciales para donar y poner al servicio de la salud. Los protectores se realizan con láminas de acetato y piezas de soporte, y son parte del equipo de protección.
"La familia está en el primer lugar de los valores de Ford y así lo ha estado por más de 100 años. Nuestro deseo de ayudar y cuidar a las personas es parte integral de nuestra tradición", afirma Lyle Watters, presidente de Ford Sudamérica.
Esta iniciativa forma parte de una serie de acciones que está implementado tanto a nivel local como en Brasil, en unión con el grupo de trabajo formado por CNI/SENAI (Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial) y otras compañías, que ayudan a restaurar respiradores artificiales mecánicos que habían sido descartados o requerían de mantenimiento.
Volkswagen Argentina es otra de las que transformó su planta de producción de pick ups (en Pacheco ensambla la Amarok) en una sala de ingeniería y tecnología para obtener máscaras 3D. El trabajo está siendo desarrollado junto con la Universidad Tecnológica Nacional, sede General Pacheco. Se realizarán 600 unidades que estarán destinadas al personal médico del Municipio de Tigre.
En Toyota también pusieron manos a la obra para colaborar con el sector sanitario. En la planta de Zárate, número uno en fabricación y exportación con la pick up Hilux, plantea dos alternativas:
- La producción de un soporte respiratorio mecánico para la atención médica de urgencia. Se trata de un aparato que si bien no cumple la misma función que un respirador, ayuda en una situación intermedia. La mira está centrada especialmente en colaborar con los hospitales de la zona, desde Campana hasta San Pedro, donde trabaja gran parte de sus empleados
- Contribuir a aumentar la capacidad de producción de los fabricantes locales de respiradores mecánicos, a través de la implementación del Sistema de Producción Toyota Just in Time, acelerando la provisión de partes
Por su parte, Chevrolet, con su fábrica en la localidad santafesina de Alvear, está en diálogo con el gobierno provincial para contribuir con la provincia en la búsqueda de soluciones para enfrentar la pandemia dejando su planta a disposición.
Nissan también se sumó a la movida: con sus 5 años como terminal argentina, está encarando varios proyectos destinados al servicio de la salud. "Ya hemos entregado seis pickups Frontier al Ejército Argentino y siete vehículos a la Municipalidad de Córdoba. Estas flotas tendrán como objetivo colaborar con las tareas de logística que ambas instituciones están llevando a cabo para paliar los efectos del COVID-19", comentan desde Nissan.
Al mismo tiempo, trabajan en mercados como Perú, Chile y Brasil para también brindar asistencia. En tanto, la Asociación de Fabricantes de Autopartes de Argentina también está a disposición del Ministerio de Producción para contribuir en la lucha contra el coronavirus.
Juan Cantarella, titular de la entidad, señala que hay varias iniciativas de las autopartistas para colaborar en componentes para respiradores, ya que sea aportando know how como colaborando con impresoras 3D y fabricando soportes para suero.
Desarrollos globales
Varias automotrices locales recibieron la orden de sus casas matrices para sumarse a esta cruzada contra el coronavirus. Otras, en cambio, lo hicieron por su cuenta. Como sea, hay muchas marcas y proyectos que están corriendo para frenar la pandemia.
En Estados Unidos, Ford descubrió que los ventiladores que se utilizan para los asientos de la F-150 pueden ser destinados a la fabricación de respiradores.
En España, Seat está produciendo respiradores con los motores de los limpiaparabrisas. Un grupo de 150 empleados diseñó 13 unidades de prueba hasta llegar al modelo final, bautizado OxyGEN, que ya fue experimentado con éxito tanto en hospitales y clínicas.
Cada aparato tiene más de 80 componentes electrónicos y mecánicos -como engranajes creados con impresoras 3D y ejes de cajas de cambio- y supera un exhaustivo control de calidad con esterilización de luz ultravioleta, según señalan desde la empresa.
En el caso de Renault, la iniciativa partió de los propios empleados, quienes han decidido realizar en las impresoras 3D de sus propias casas máscaras para hospitales y residencias de ancianos. También colaboran en el diseño de respiradores que se crearán también con este equipamiento.
General Motors se unió a la empresa Ventec Life Systems para que aproveche la experiencia en logística, compras y producción de la automotriz y así aumentar la producción de respiradores y hacerlos llegar a los hospitales de forma más rápida.
Tesla, la automotriz más joven entre las "grandes" y especializada en autos eléctricos, también tiene un proyecto para paliar al coronavirus: Elon Musk, su fundador, ofrece readaptar su fábrica de vehículos eléctricos para producir ese elemento clave en la lucha contra la pandemia.
"Haremos respiradores si hay escasez", afirmó Musk en Twitter. Así, respondió a sugerencias de sus seguidores de que el empresario reorientara su fábrica para esa tarea.
Honda, Jaguar, Land Rover y PSA Vauxhall también se pusieron a disposición en Europa. El fabricante de vehículos eléctricos chino BYD se abocó a la producción de 5 millones de máscaras y 300.000 botellas de alcohol en gel por día.
En España, las fábricas de Iveco producen máscaras protectoras homologadas con técnicas de impresión 3D, así como otro tipo de barbijos y piezas para respiradores con el objetivo de apoyar a todo el personal sanitario y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
"Desde Iveco queremos agradecer con estas iniciativas la gran labor de todos los trabajadores que hacen frente al COVID-19 en la primera línea", indican desde la firma.
Por su parte, Fiat Chrysler fabricará y donará más de un millón de máscaras al mes para luchar contra el coronavirus en EE.UU. El desarrollo y la distribución correrán a cargo de la compañía, cuya producción se espera que llegue directamente a manos de policías, militares, bomberos y personal sanitario.
Reconversión y más crisis
Si bien las automotrices están tratando de colaborar en esta pandemia, lo cierto es que atraviesan la peor crisis de los últimos años. La venta y producción de autos se estancó en todo el mundo y el número final de 2020 será "incalculablemente menor a 2019", según afirman a iProUP los expertos.
Por ejemplo, en Estados Unidos ya se pronostica una baja de 17 millones a 12 millones de unidades; mientras que en México, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) pidió que el sector sea incluido como esencial en medio de la emergencia sanitaria. "Estamos solicitando tanto a la Secretaría de Economía como a Salud que se nos considere industria esencial y que esto nos permita mantener algún tipo de operaciones", reclama la entidad.
De esta forma, la industria automotriz, golpeada por la baja del consumo a nivel global, enfrenta otra dura batalla. Se propone ejercer un nuevo protagonismo en la crisis del coronavirus, mientras sigue buscando el rol que ocupará en la era digital.