El Ejército de los EE. UU. otorgó a Microsoft un contrato de u$s 480 millones destinados a la compra de más de 100,000 lentes de realidad aumentada HoloLens. Según Bloomberg, estas unidades serán utilizadas con fines de entrenamiento y combate.
Microsoft superó a otras compañías líderes de auriculares de realidad aumentada, como Magic Leap, que anunció que se uniría al proceso de licitación en septiembre. En ese sentido, la firma de Redmond ha tenido ventaja, centrándose principalmente en mercados corporativos, a diferencia de Magic Leap, que se concentró en un mercado de consumo que hoy apenas existe.
El gigante de software ha vendido previamente algunos lentes de este tipo al ejército. Sin embargo, el nuevo contrato va mucho más allá de su colaboración anterior y podría ampliar considerablemente el alcance del este desarrollo.
Así es el plan del Gobierno para que empresas y hogares generen su propia energía
"La tecnología de realidad aumentada proporcionará a las tropas más y mejor información para tomar decisiones", aseguró un portavoz de Microsoft en un correo electrónico enviado a Bloomberg. "Este nuevo trabajo extiende nuestra relación duradera y confiable con el Departamento de Defensa a esta nueva área".
De acuerdo con Bloomberg, los headsets de grado militar variarían ampliamente del diseño existente de HoloLens, ya que Incluirían sensores térmicos y visión nocturna, y se utilizarán tanto en el entrenamiento como en el campo de batalla. Se espera que Microsoft proporcione al menos 2,500 unidades del producto a la rama militar dentro de los próximos dos años.
Vale destacar que la cooperación entre las empresas de tecnología y el ejército de los EE. UU. se ha vuelto muy complicada durante el último año, ya que sus empleados escribieron cartas para objetar los acuerdos y desafiaron a los líderes de sus respectivas compañías a dar marcha atrás. El mes pasado, Google se retiró del proceso de licitación para el contrato JEDI de u$s 10.000 millones del Pentágono.
Microsoft, por su parte, ha seguido apostando por el acuerdo, a pesar de que los empleados no están de acuerdo con la medida.