En 2019, la filial de MercadoLibre Chile empezó a procesar pagos fuera del mundo e-commerce, y en el área online duplicaron el volumen de negocios procesado. Según Matías Spagui, director ejecutivo de la compañía en el país trasandino "crecimos más de 100% año sobre año, sin considerar el procesamiento de pagos de MercadoLibre (empresa valorizada en u$s 36.590 millones en bolsa). Ya superamos los 30.000 comercios".
El año pasado también lanzaron su billetera virtual. "Hemos visto un crecimiento explosivo de muchos comercios asociados. Se están sumando grandes marcas todos los días", contó. Desde el año pasado también el país está migrando a un modelo de 4 partes, y se abrió la competencia en prepago, donde la firma buscará ser un actor relevante. Así, están en vías de convertirse en un emisor de tarjetas de prepago para habilitar más funcionalidades a su billetera virtual, pero también están llegando a montos de procesamiento que les exigen transformarse en operadores de tarjetas de crédito.
Según reveló Spagui en una nota a La Tercera, la migración al modelo de 4 partes "es muy necesaria, porque el sistema tarifario que existía no permitía la entrada de nuevos actores, y siempre hemos expresado nuestro deseo de contar con una mayor competencia en el mundo de procesamiento de pagos. Sin embargo, creo que ha sido un proceso un poco traumático. "
De acuerdo al ejecutivo, las las tasas de intercambio fijadas no son justas porque "existe cierto grado de injusticia en dos partes. La principal, es la discriminación al e-commerce. Ambas marcas, tanto Visa como Mastercard, han fijado tasas de intercambio que castigan casi en 30% al e-commerce. Son más altas."
Para entender mejor, el director hace una comparación: "por ejemplo, un almacén que vende ropa, tiene una tasa de intercambio 1. Pero si ese mismo comercio quiere vender por su página web, tiene una tasa de intercambio de 1,3. Es totalmente discriminador. Me preocupa eso, porque el e-commerce es el motor de crecimiento en la industria del retail y minorista."
"En Chile, si no fuese por el e-commerce, las ventas decrecerían. Además, castigar a las pymes que quieren vender online, sobre todo en el escenario actual, donde incluso algunas de ellas ni siquiera pueden abrir sus tiendas, me parece discriminatorio e injusto. La otra injusticia tiene que ver con los beneficios que se le van a entregar a un grupo selecto de empresas o rubros. A nivel general, un retailer o supermercado grande, va a tener ventajas en tasas de intercambio versus un supermercado pequeño o un almacén, y ventajas que pueden llegar a ser de más del 100% de diferencia.", afirmó Spagui.