Una de las cosas sobre las que más se jacta Apple respecto a su línea de teléfonos celulares, iPhone, es la seguridad de los datos que estos contienen.
Con una fuerte encriptación que desafía hasta los más expertos, para no dañar esa confianza y seguridad de sus usuarios, es que Apple se ha negado en reiteradas oportunidades a abrir sus celulares, incluso ante un requerimiento judicial.
Pero ahora el presidente estadounidense Donald Trump ha insistido en que Apple debe ceder ante las peticiones de las autoridades para que se les otorgue la capacidad de desbloquear los teléfonos de las personas a las que desea investigar.
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"Ayudamos a Apple todo el tiempo con COMERCIO (sic) y tantos temas más, y ellos se niegan a desbloquear teléfonos usados por asesinos, narcotraficantes y otros violentos elementos criminales. Tendrán que hacer su parte y ayudar a nuestro gran país, ¡YA!", se quejó a través de su cuenta de Twitter.
El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, solicitó a Apple que desencriptara un teléfono que era propiedad del presunto tirador que asesinó a tres personas en Pensacola, Florida. Anteriormente, en diciembre, dos funcionarios habían intentado convencer a Apple y a Facebook durante una audiencia ante un Comité Judicial del Senado de que proporcionaran una "puerta trasera" que invalidara el encriptado de las compañías, para poder acceder a los teléfonos, mensajes y cuentas de redes sociales de un usuario. Ambas se negaron a hacerlo.
De acuerdo con expertos, tal "puerta trasera" podría ser igualmente aprovechada por criminales, quienes lograrían tener acceso a un iPhone robado. Jennifer Granick, asesora de vigilancia y ciberseguridad de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), afirmó que un resultado directo de hacer que los teléfonos sean menos seguros sería un incremento en los atracos callejeros.
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Actualmente, robar un iPhone no sirve de nada, pues no hay forma de desbloquearlo sin desembolsar mucho dinero. De haber una vía de acceso al dispositivo, quienes tengan uno en sus manos corren un riesgo mucho mayor de ser atacados en la vía pública.
"Si comparamos los primeros días del iPhone con la actualidad, veremos que hay menos casos de crímenes callejeros, porque los teléfonos no son útiles si no puedes desbloquearlos para usarlos. Entonces, un fuerte encriptado te protege de un robo físico del dispositivo, y protege los datos que el teléfono contiene", comentó.
Granick agregó que el encriptado también ayuda a prevenir el espionaje corporativo y a proteger a los usuarios de los abusos domésticos, pues no se puede instalar software para monitorear los movimientos de las parejas sin su consentimiento, indicó Digital Trends.