La famosa "nube" o "cloud" se menciona todo el tiempo y se la relaciona con los servidores, internet, etc. Pero no es sólo eso.
Podemos denominarlo como "cloud computing", pero popularmente se le llama "cloud" al suministro de archivos o recursos a petición del usuario a través de una conexión a internet. Como casi cualquier conexión hay un solicitante (el usuario) y un receptor (el servidor), el solicitante pide un recurso a través de su aplicación y el receptor se lo proporciona.
El cloud computing se puede utilizar de diferentes formas.
SaaS (Software como servicio)
Si ponemos el ejemplo de una plataforma de streaming, se ejecuta un sistema en la nube, que están conectados a los sistemas de usuario mediante Internet y por un navegador.
Lo más interesante del SaaS es que podemos iniciar sesión y utilizar las aplicaciones. Podemos acceder a los datos desde cualquier lado, mientras tengamos internet. Si el sistema falla, no perderemos los datos y el servicio es escalable.
PaaS (Plataforma como servicio)
Es ideal para grupos de trabajo e intercambiar datos o recursos. Mientras uno puede subir y descargar, los otros sólo pueden acceder a esos datos.
Estas plataformas son muy usadas por las empresas de gran tamaño.
IaaS (Infraestructura como servicio)
Este sistema cloud permite dotar de una infraestructura a las empresas para sus recursos, servidores, redes el almacenamiento de datos, etc. Es un servicio muy usado para las empresas que quieren tener una especie de intranet en la que subir aplicaciones o datos, como descargarla.
Los beneficios de este cloud es que no hace falta invertir en hardware, el cloud es escalable y los servicios se adaptan a las empresas.
Cloud público
Pertenecen a empresas y éstas lo administran ofreciendo una red pública a la que los usuarios pueden acceder a recursos. Los usuarios no tienen que hacer nada, ni comprar nada porque toda la infraestructura es de la empresa o proveedor.
Muchos gobiernos utilizan este sistema de nube.
Cloud privado
El cloud privado puede asociarse con el Google Drive, Dropbox o iCloud. Se trata de un servicio al que sólo se da acceso a ciertos usuarios y se puede orientar a un uso de pocos usuarios.
De esta forma, pueden acceder desde cualquier lugar que tenga internet a sus archivos. Es un cloud hecho para el usuario final.
Cloud híbrido
Combina las estructuras del cloud privado con la integración del cloud público.
Beneficios
Según diversos estudios, se prevé que en 2020 se creen 40 zettabytes de datos y las empresas de Estados Unidos tengan, mínimo, 100 Terabytes almacenados en sus nubes.
¿La nube es capaz de soportar todo eso? No hay duda de que el cloud es una bestia que puede prácticamente con todo y que ha demostrado ser una solución a gran escala.
Sus beneficios son los siguientes:
- Rapidez. Su sistema permite poder acceder a los datos con mucha rapidez. Antes, esto no era posible porque la administración de servicios similares al cloud era más compleja y lenta.
- Menor costo. Son bastante bajos, pudiendo costearlos cualquier empresa. Además, la posibilidad de flexibilizar el servicio, junto con la personalización del mismo, han permitido que las empresas que no requieran tanto tamaño puedan gastar menos dinero por necesitar menos.
- Procesar datos. Sus plataformas consiguen reducir la complejidad del procesamiento de datos, permitiendo hacerlo más fácil para cualquier tipo de empresa.
- Menores recursos. Conseguimos un mejor servicio, pagando menos porque no se requieren prestaciones tan altas en cuanto a procesamiento y almacenamiento de datos. De esta forma, se dice que es un servicio escalable para las empresas porque pueden aumentar o reducir las prestaciones de la nube de modo sencillo.
Puntos negativos
No es oro todo lo que reluce, por lo que este servicio puede tener varios puntos negativos que están pendientes de subsanarse por parte de las principales empresas que ofrecen servicios cloud.
En términos generales, son los siguientes:
- Amenazas o ataques. Ante el escándalo de iCloud en el que se hackearon muchos servicios nube de actrices y famosos, está claro que el cloud tiene que "ponerse las pilas" y conseguir frenar los ataques o amenazas que pueden sufrir empresas o usuarios. Phising, violación de datos, problemas con autenticación, suplantación de identidad, secuestro de cuentas, ataques o pérdidas de datos, son problemas que pueden surgir en el uso de una nube.
- Vulnerabilidades. No se trata de un sistema hermético al que no se puede acceder, sino que tiene puntos débiles como cualquier plataforma. Ojalá fuese más fácil tapar los agujeros de los clouds, pero la tecnología avanza muy rápido.