La multinacional estadounidense está trabajando sigilosamente en un proyecto que podría convertirle en el proveedor de internet de sus clientes, aunque el mismo no estaría listo hasta dentro de cinco años.
Las aventuras de las grandes tecnológicas en el espacio tienen que ver cada vez más con los servicios de conectividad. Facebook desveló en 2014 sus planes para suministrar internet desde drones, satélites y láseres, pero la empresa canceló el proyecto a mediados de 2018. Por su parte, Amazon planea lanzar más de 3.000 satélites como parte de su proyecto Kuiper, con el que Jeff Bezos pretende ofrecer internet de banda ancha desde el espacio.
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Quien ya ha dado un paso al frente es Elon Musk, el fundador de Tesla. Su compañía espacial, Spacex, puso en órbita los primeros satélites de los 12.000 que tiene previsto lanzar, lo que ha despertado preocupaciones por la posibilidad de que la megaconstelación de máquinas que se prevé se convierta en una torre de basura espacial. La empresa de Musk se mantiene aún en una fase experimental.
La nueva apuesta de Apple
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A estos gigantes tecnológicos se suma ahora Apple. Fuentes cercanas al proyecto espacial de la compañía californiana han explicado que en el mismo está trabajando una docena de ingenieros de las industrias aeroespacial, satelital y de antenas. La operación está aún en fase temprana y podría abandonarse en cualquier momento.
El director ejecutivo de Apple, Tim Cook, está por la labor. El directivo ha pedido que se le dé prioridad al proyecto. Más allá de convertirse en una potencial amenaza para los operadores de telecomunicaciones tradicionales, el avance de Apple hacia los satélites de comunicaciones y la tecnología inalámbrica de próxima generación también puede llevarle a mejorar sus propios servicios, como la transmisión de datos entre dispositivos o seguimientos de ubicación más precisos.
"Es normal que las grandes empresas de tecnología experimenten con cosas como esta para ver qué sale, y de momento este sería uno de esos casos", ha comentado el analista Benedict Evans. "Las lecciones de fracasos anteriores como Iridium, Globalstar y Teledesic son que es realmente difícil encontrar un plan de negocios viable para proyectos de comunicaciones satelitales multimillonarios," ha añadido Tim Farrar, experto en satélites, indicó TyN Magazine.