La industria tecnológica tiene un enorme potencial exportador. Representa uno de los sectores clave de la economía argentina en tanto potencia la economía nacional, genera divisas, empleo, desarrolla capital humano, potencia el valor agregado del resto de las industrias, inyecta competitividad al mercado local y fomenta la transformación digital del país.
Si bien las expectativas para este 2025 son positivas, aún hay variables a revisar para que el país siga siendo competitivo en un contexto de empresas y negocios sin fronteras, de competencia global.
Por un lado, en la Argentina la carga impositiva sobre el empleo puede llegar hasta el 70%, muy por encima del promedio regional del 30%.
Además, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 21% incrementa los costos operativos, reduce el poder adquisitivo de los trabajadores y genera un círculo vicioso que impacta negativamente tanto a empleados como a empleadores.
Si a esto se le suman impuestos como Ingresos Brutos e Impuesto al Cheque, las empresas se ven obligadas a ofrecer salarios menos competitivos y a destinar una gran parte de sus recursos al pago de impuestos en lugar de invertirlos en innovación y crecimiento.
Javier Serafini, CEO de CAT Technologies y Vicepresidente de la Cámara Argentina de BPO y Centros de Contacto, explica a iProUP que "en los últimos años, Argentina sufrió una marcada pérdida de competitividad en el sector de los servicios de BPO (Business Process Outsourcing) y Centros de Contacto".
¿Pierde competitividad el sector IT en la Argentina?
Serafini resalta que este retroceso responde, a dos factores estructurales:
- alta carga impositiva
- inestabilidad cambiaria en el mediano plazo
"Estas condiciones encarecen las operaciones, desincentivan la inversión extranjera y afectan directamente la capacidad de las empresas para competir en el mercado global", sostiene.
"La alta carga impositiva en Argentina es un lastre que impide al sector tecnológico competir por el mejor talento", opina Sergio Candelo, Co-fundador de Snoop Consulting.
Por otro lado, la inestabilidad del tipo de cambio dificulta la previsibilidad necesaria para planificar contratos a largo plazo.
"En países 'competidores' como Colombia, Costa Rica y Paraguay las condiciones económicas son más estables, Argentina enfrenta fluctuaciones abruptas que generan desconfianza en el país como destino de inversión y negocios sostenibles", añade.
El mapa de situación versus otros mercados
Serafini subraya que "las empresas argentinas presenta una desventaja estructural que afecta directamente la competitividad".
Y añade: "Deben cobrar a sus clientes entre u$s14 y u$s15 por hora de servicio, frente a los menos de u$s10 que ofrecen competidores regionales".
Aunque los salarios nominales en la Argentina pueden ser similares a los de países como Colombia, la combinación de un tipo de cambio inestable y una pesada carga impositiva agrava la brecha de costos.
Si comparamos enero 2024 con enero de 2025 el salario de un empleado argentino estaba alrededor de los u$s400 y hoy es casi el doble.
En cambio, en Colombia la variación fue prácticamente nula. "Este escenario no solo limita las oportunidades de crecimiento para las empresas locales, sino que también pone en riesgo la reputación y liderazgo que alguna vez tuvo el país en este mercado estratégico", opina el CEO de CAT Technologies.
"Mientras que otros países ofrecen condiciones fiscales más atractivas, las empresas argentinas luchan por sobrevivir bajo una estructura impositiva compleja y costosa", comparte el CEO de Snoop Consulting. "Esto se traduce en una menor inversión, y un sector tecnológico rezagado en comparación con sus pares".
Y amplía, "al dificultar la contratación de talento, la inversión y la innovación, se limita el potencial del sector para generar empleo de calidad, aumentar la productividad y mejorar la calidad de vida de los argentinos".
¿Qué se requiere para revertir esta situación?
De acuerdo con Candelo, para cambiar esta realidad, "se necesita un enfoque simple, claro y efectivo". A partir de ello, enumera:
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Reducción drástica de impuestos: bajar significativamente los impuestos laborales y eliminar o reducir impuestos distorsivos como Ingresos Brutos e Impuesto al Cheque.
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Simplificación del sistema tributario: hacer más fácil para las empresas cumplir con sus obligaciones fiscales y reducir los costos administrativos.
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Régimen de contratación laboral simplificado: inspirado en el monotributo, crear un sistema de contratación con costos más accesibles para las empresas, que fomente la formalización del empleo.
Dar pelea desde el talento
Diego Alejandro Berardo, Vicepresidente de CESSI y CEO de Easycommerce, muestra a iProUP una mirada más optimista: "A pesar de los desafíos del contexto, nuestra industria sigue demostrando su potencial y capacidad de innovación y adecuación".
Según el empresario, se estima que en 2025 la industria del software crecerá en puestos de trabajo.
"Aún con nuestro sector funcionando con pleno empleo, desde la Cámara vemos positivos los cambios laborales que faciliten la incorporación de personas a nuevos trabajos considerando que generar fuentes de trabajo privado es lo que el país necesita", comparte.
La industria del software es un pilar clave para el desarrollo económico del país, y dota de competitividad a todos los sectores de la economía. El sector IT demostró en los últimos años una tendencia positiva y creciente en cuanto a generación de empleo en la Argentina y va más allá de los diferentes gobiernos y coyunturas del país.
Con más de 6.300 empresas que emplean en el sector, actualmente se cubren más de 156.800 puestos en toda la Argentina.
El futuro del sector tecnológico argentino depende de la voluntad política para implementar medidas simples, claras y efectivas.
Candelo plantea que "si se reduce la carga impositiva, se simplifica el sistema tributario y se facilita la contratación de personal, el sector tecnológico argentino tiene un gran potencial para crecer y contribuir al desarrollo del país".
"Para que esta tendencia continúe, es clave un ecosistema de costos competitivo que favorezca la contratación y retención de talento en un marco de competencia local, regional con varios países con capacidades disponibles y aparte del frente global", concluye.
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