La audiencia imputativa en el contexto de la causa que investiga la presunta estafa denominada Beast Master fue finalmente realizada este martes 14 de febrero en Rosario.
Asimismo, se conoció el nombre completo de los cuatro imputados:
- Gianluca Pagano
- Ramino Sammataro
- Manuel Angel Bahamonde
- Gianfranco Scaldini
A partir de la audiencia imputativa se desprende que los imputados abordarán el proceso en libertad.
Para ello, los imputados ofrecieron propiedades inmuebles bajo fianza, y se solicitó la inmovilización de fondos de una billetera Metamask, y establecer la prohibición de no innovar.
¿Quiénes son los imputados?
Pagano y Bahamonde son programadores, mientras que Sanmatoro es desarrollador y Scaldini no presentó estudios concluidos.
Se los acusa de realizar maniobras fraudulentas, ofreciéndoles a sus víctimas invertir en una plataforma que ellos habían creado con el fin de recaudar dinero.
El objetivo de los imputados era buscar la forma de atraer usuarios con una emulación de Pokémon
Con esta maniobra se provocó un perjuicio aproximado en la suma de u$s600.000. Calificado provisoriamente como estafa en calidad de coautores.
Durante la audiencia, ninguno de los imputados hizo uso de la palabra. En ese escenario, se les notificó la prohibición de salir del país, el deber de tener que reportarse ante la Oficina de Gestión Judicial una vez al mes.
Un dato llamativo es que Sammataro ofreció como garantía Liliana Pacerini, su madre y su tía se ofrece como caución el inmueble.
Cómo comenzó la audiencia imputativa
De la lectura de la causa se desprende que se trató de un ardid que utilizó como medio de atracción de inversiones el supuesto desarrollo de un juego de computadora con características similares al conocido juego Pokemon.
Crearon una página web (www.beastmasters.io), actualmente fuera de servicio, en la que pusieron imágenes de alta calidad del juego que decían desarrollar, con monstruos llamativos y diferentes explicaciones del juego.
Incluso, generaron un banner para la preventa (presale) de las "bestias" que serían necesarios para jugar.
Los imputados promocionaron a Best Masters con colores diversos y atractivos
Para entrenar y mejorar estas "bestias" vendían Tokens No Fungibles ("NFT", por sus siglas en inglés).
Los NFT son activos digitales únicos que se encuentran encriptados. Se trata de un tipo especial de token criptográfico que representa algo único.
Los tokens no fungibles no son, por lo tanto y como indica su nombre, intercambiables de forma idéntica. Esto los diferencia con las criptomonedas, pero en esencia, son dos caras de una misma tecnología.
Entrenar en el juego como si fuera Pokémon
Por lo tanto puede pensarse en un NFT como en una obra de arte. Es única y sólo puede adquirirse de quien la posea anteriormente y la ponga en venta.
Entonces, el juego funcionaría con "gimnasios" NFT donde entrenarían las bestias: cada "gimnasio" de cada jugador sería por lo tanto único, y generarían para el usuario una reserva de valor.
Estos podrían comprar y vender sus "bestias", y en el modo de juego que presentaban en el ardid, estas bestias podrían ser objeto de "mejoras" por los usuarios, y sumar también valor económico.
De esta manera, al jugar, también se generaba una inversión, podían comprar gimnasios donde meter una bestia, evolucionarla y mejorarla, para después venderla y obtener una ganancia.
Así, la inversión tomaba una doble atracción para los interesados: se jugaba por un lado con el factor nostálgico, al presentar un juego de características similares al mítico Pokémon.
Por el otro, la estafa brindaba la posibilidad de obtener ganancias a partir de las mejoras generadas en las bestias que se adquirieran.