Google planea potenciar su división fintech, sumando cuentas corrientas a sus soluciones de pago digitales.
Según indicaron este miércoles medios estadounidenses, la empresa ya tiene acuerdos con Citigroup y una cooperativa de crédito de California para comenzar a ofrecer este servicio financiero básico en 2020.
Google es de las últimas big tech que entrará en ofrecer servicios de banca doméstica, pero lo hará con el objetivo de colaboración con las entidades financieras tradicionales y centrando el esfuerzo en el servicio más básico, las cuentas corrientes.
"Nuestro enfoque será asociarnos profundamente con los bancos y el sistema financiero", explicó su vicepresidente, Caesar Sengupta, en una entrevista. "Puede ser el camino un poco más largo, pero es más sostenible", añadió.
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Las cuentas corrientes son el producto financiero más básico y que deja poco margen a los bancos. En Estados Unidos, a mayoría de entidades ya ni siquiera aplica comisiones a sus clientes, pero ofrece la información más precisa de ellos, como ingresos y gastos personales.
Sengupta aseguró que Google quiere aportar valor a los consumidores, bancos y comerciantes, con servicios que podrían incluir programas de fidelidad, pero aclaró que no vendería los datos financieros de los usuarios de cuentas corrientes.
El paso de Google se produce en mitad de un creciente recelo por parte de los reguladores por las iniciativas de los gigantes tecnológicos para entrar en el sector financiero y el aumento de influencia que están teniendo.
Para las tecnológicas el mundo financiero es la última barrera que resiste a su crecimiento. Apple presentó una tarjeta de crédito junto a Goldman Sachs. Amazon también trabaja para lanzar sus propias cuentas corrientes. Facebook directamente ha apostado por crear su propia moneda.
Google, por su parte, confía en la asociación con los bancos para no tener centrarse en la parte más costosa de los productos financieros y así cumplir con las exigencias regulatorias.