En los últimos meses, en un intento por esquivar el ruido electoral y quedar menos expuestos a los vaivenes de la economía, se intensificó el interés de muchos argentinos por invertir en activos del exterior.
La flexibilidad que aportó la actual gestión de la Comisión Nacional de Valores (CNV) para abrir una cuenta en Estados Unidos a través de un agente local facilitó la operatoria y amplió el abanico de opciones para los inversores.
Según los últimos datos del Banco Central, entre enero y julio las inversiones de residentes en el extranjero sumaron u$s5.524 millones, cifra que es parte de la famosa "Formación de Activos Externos", lo que comúnmente se denomina fuga de divisas.
En algunos casos, con un monto mínimo muy bajo, ya sea desde Internet o con la ayuda de un Agente Asesor Global de Inversiones -AAGI- (la figura que creó la CNV para darle impulso a este tipo de operatoria), son muchas las variantes para abrir una cuenta en países como Uruguay o Estados Unidos.
La CNV permitió que los ALyC (Agente de Liquidación y Compensación, antes conocidos como Sociedad de Bolsa) y los AAGI firmen acuerdos con brokers del exterior para abrir cuentas en la jurisdicción de Nueva York.
Varias de estas compañías avanzaron en este sentido. Otras, en tanto, sellaron convenios con alguna institución (como por ejemplo un agente de valores de Uruguay), regulado por el Banco Central (BCU) de ese país, que a su vez tenga un acuerdo con brokers internacionales.
Entre estos últimos, se destacan Saxo Bank, FC Stone y Pershing que, en general, no son tan exigentes con los mínimos requiridos para abrir una cuenta (existen otros que fijan un piso de u$s1 millón).
También hay otra alternativa a la que apelan quienes optan por invertir fuera de Argentina pero manejarse con una cuenta local: algunas ALyCs ofrecen esta posibilidad, con el respaldo de que están custodiados en una caja compensadora del exterior.
Paso a paso
Desde la City señalan que muchos que argentinos que desean abrir una cuenta de manera personal, sin necesidad de un intermediario ni de viajar a Estados Unidos, están recurriendo a sitios como tdameritrade.com o interactivebrokers.com, que son los más utilizados en el mercado. En estos casos, el mínimo es de u$s10.000.
"Abrir una cuenta afuera es bastante fácil. Se puede ir a prácticamente cualquier sucursal con un pasaporte, a veces una boleta de servicio y un extracto bancario, y listo. Hay algunas instituciones que lo permiten hacer de forma remota, desde Argentina", explica a iProUP Mariano Sardáns, CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI.
La empresa es una de las que ofrece el asesoramiento personalizado, aprovechando no solamente el título de AGI que le asignó la CNV (fue la segunda en conseguirlo y ya hay más de 15 en el mercado), sino también que en Estados Unidos están inscriptos como Registered Investment Advisor (RIA) y en Uruguay como asesores de inversión.
"Para abrir una cuenta pedimos requisitos básicos de información, una boleta de servicio que demuestre el domicilio, extracto bancario que compruebe que la persona está bancarizada, el pasaporte vigente y completar formularios", comenta Sardáns, quien acota que no es necesario contar con la Visa del país donde se invierte.
Cambios obligados tras el cepo
Otro de los jugadores locales que ofrece la posibilidad de abrir una cuenta en los Estados Unidos es Invertir OnLine (IOL). Previo al cepo cambiario, permitía hacerlo con un mínimo de 2.500 dólares, pero que con las trabas que impuso el Banco Central se vio obligada a modificar la operatoria.
"Los clientes que ya tienen la cuenta abierta pueden seguir operando, comprar y vender lo que quieran y hasta traer el dinero, pero por ahora no pueden ingresar nuevos fondos", indica a iProUp Flavia Matsuda, coordinadora de research de IOL, quien adelanta que si bien aún no se volvió a habilitar este servicio, una de las nuevas condiciones será elevar el mínimo a 25.000 dólares.
"Es una cuenta ómnibus, a nombre de IOL, con tantos subcomitentes relacionados a IOL como clientes con cuentas. En su momento decidimos hacerlo de ese modo porque las transferencias eran instantáneas y podíamos ofrecer un mínimo de u$s2.500", destaca Matsuda. "La idea era que el piso sea muy bajo y esa era la mejor opción", acota.
Ahora, cepo mediante, no sólo tuvieron que elevarlo, sino que no van a poder hacerlo más a través de transferencias y recurriendo a operaciones de "contado con liquidación" con acciones y sus ADR.
"La cuenta sigue siendo ómnibus y lo vamos a poder seguir haciendo, si bien ahora será más costoso", señala la coordinadora de research de IOL, en referencia al tipo de cambio más alto que deberán tomar.
Al igual que IOL, hay un puñado de ALyCs que ofrece la posibilidad de abrir cuentas en el extranjero, aunque prefieren el bajo perfil. Es que desde el punto de vista regulatorio, ese servicio es de private placement, es decir, oferta privada. A diferencia de la oferta pública, no se puede publicitar, comunicar a través de enviar mails masivos ni enviar a listas de distribución. "Si lo hacés, estás violando la Ley de Oferta Pública", explican en una de las ALyC que optaron por el anonimato.
En este sentido, según pudo comprobar iProUP, el propio titular de la CNV, Macros Ayerra, llamó por teléfono a los titulares de varias ALyC para advertirlos, tras leer declaraciones en medios en las que sugerían fomentar las inversiones en el exterior.
Qué impuestos hay que pagar
Antes de abrir una cuenta en Estados Unidos, es clave conocer la parte impositiva y qué impuestos se pagan en el país y fronteras afuera.
"Los portafolios que están en el exterior y generan renta están alcanzados por el Impuesto a las Ganancias de la Argentina. En EE.UU., al tratarse de un no residente, no se abonan gravámenes sobre las ganancias financieras obtenidas en ese país", señala a iProUP el tributarista César Litvin, CEO del Estudio Lisicki, Litvin & Asociados.
El Impuesto a las Ganancias, aclara Litvin, se aplica sobre el resultado neto en moneda dura. "Es decir: el precio de venta menos el costo de compra en la misma moneda. La diferencia de cambio no está gravada", destaca.
Sobre la tenencia de activos en el exterior, asegura que las personas humanas no tributan hasta tanto no se generen beneficios. También se paga sobre el cobro de cupones que se vayan acreditando. Otro de los tributos que alcanza a las inversiones en el exterior es el Impuesto a los Bienes Personales, que tiene una escala progresiva y este año llegará al 0,75%.
"Es una tasa alta teniendo en cuenta que algunos rendimientos financieros fuera del país rinden no más del 1 o 2%. Es un impuesto que se vuelve muy oneroso y se lleva parte importante de la renta", detalla Litvin.
Un dato que debe tenerse en cuenta es que en Estados Unidos está vigente el impuesto a la herencia para no residentes. "Es bastante alto, porque se paga a partir de patrimonios de más de u$s60.000 y va en una escala progresiva. En su máxima alícuota, llega casi al 50% del monto", advierte el CEO del Estudio Lisicki, Litvin & Asociados.
Cuando una persona que tiene cuenta en ese país fallece y el heredero se presenta a hacerse cargo de sus bienes, es el momento en que le descuentan este gravamen.
"Lo que se hace para optimizar el lado fiscal es crear estructuras que queden fuera del impuesto a la herencia", comenta César Litvin. Por ejemplo, agrega, se elabora algún trust o las inversiones financieras se ponen a nombre de una sociedad radicada en un país de bajos impuestos, como las Islas Vírgenes británicas, Belice o Panamá.
Los activos más buscados
Ya con la cuenta en Estados Unidos, Sardáns afirma que entre los activos más recomendables están las Letras del Tesoro de Estados Unidos (T-Bill) a corto plazo, de no más de 9 meses. "Hoy, la clave es cubrirse, aparcar en un lugar seguro hasta que aclare la tormenta", sostiene.
Respecto a las acciones de EE.UU., el CEO de FDI considera que los precios de esos activos están "estúpidamente caros" y que, en algún momento, "habrá algún catalizador que los va a reventar". Lamentablemente, agrega el experto, Estados Unidos hoy no tiene armas fiscales ni monetarias para reactivar la economía si eso sucede.
Más allá de esta visión de ir a los activos más seguros del mundo, Sardáns destaca que una de las características de FDI es el armado de carteras personalizadas por cliente, según su objetivo, necesidades financieras o composición patrimonial. Otra es que no se cobra comisiones por operaciones, sino que el cliente paga un fee (tarifa) por su administración.
"Se establece un contrato de prestación de servicios con el cliente, nos da un poder de administración sobre la cuenta y armamos la cartera con el propio interesado", dice Sardáns, quien asegura que son la única AAGI inscripta en la CNV que no cobra comisión por operar.
"Por la comisión existió Madoff; por la comisión existió Hope Funds, porque pagaban altísimas tasas y atrás había un desfalco. Por esas comisiones, quienes vendían no les interesaba qué había atrás", agrega.
El fee que cobra FDI es un 1% anual de la cartera cuando la misma es de hasta 1 millón de dólares. Para cifras más altas, la alícuota baja al 0,75% por la porción excedente hasta los u$s5 millones, por ejemplo.
La cuenta local, otra alternativa
Portfolio Personal Inversiones (PPI) ofrece la posibilidad de invertir desde una cuenta local en 35.000 activos de todo el mundo, como bonos estadounidenses, acciones asiáticas o bonos corporativos de empresas europeas.
"Estamos teniendo más consultas. Lo que busca el público es cubrirse del riesgo de Argentina, entonces van a fondos Latam o a través de PPI Global a fondos del exterior", afirman a iProUP desde la compañía.
El mínimo para ingresar es muy bajo: para acciones de EE.UU. es de u$s10, y para bonos soberanos de ese país y corporativos de Europa sube a u$s100. En todos los casos, hay que sumarles el IVA.
"Es una manera de invertir en activos del exterior, que es lo que muchos están buscando para diversificar su cartera por fuera del riesgo doméstico", destacan en PPI. Y aclaran que si bien la cuenta es local, la custodia de los activos es en exterior.
Hay opciones para todos los gustos. Quien quiera esquivar el riesgo argentino tiene distintas alternativas y todas con diferentes grados de exteriorización. Está en cada uno definir con qué tipo de inversión duerme más tranquilo.