Todo vuelve. También el cepo, que obliga a los jugadores del circuito financiero a tener que reacomodarse, al igual que los inversores -grandes y medianos- y pequeños ahorristas.
"Esto recién se está armando. Necesitás que el mercado lo digiera y procese. Con el transcurrir de los días vas a ir viendo más operaciones", afirman en la City a raíz del regreso del "liqui", una versión resumida de "contado con liquidación" y uno de los tantos tipos de dólares utilizados para sortear las restricciones cambiarias durante el segundo mandato de Cristina.
Hoy, muchos creen que será la nueva referencia, como en su momento lo fue el "blue". "El mercado spot (el de los bancos) se vuelve prácticamente irrelevante", coinciden en señalar los operadores.
A $63, si tomamos la acción de YPF –casi siete pesos arriba del mayorista ($55,82)–, el "liqui" costaba 11% más caro que el oficial sin computar la comisión del broker. Una "ganga", por el momento, si se tiene en cuenta que ese porcentual llegó a ser del 80% en aquellos momentos de mayor estrés financiero durante el cepo versión K.
Por lo pronto, operadores de la City coinciden en señalar que será un nuevo termómetro del estado anímico de la economía local.
¿Pero de qué se trata la operación? Básicamente, es la que permite que una persona con pesos en Argentina se haga de dólares en el extranjero. ¿Cómo?: - Comprando en el mercado local bonos o acciones que también cotizan en Wall Street
- Y vendiéndolos luego en la plaza neoyorkina a cambio de dólares, que quedarán acreditados en una cuenta en Estados Unidos
Un analista de larga trayectoria en la City, analizó un ejemplo para iProUP tomando en cuenta las cotizaciones del viernes:
- La acción YPF en Buenos Aires se encontraba en $593,45
- Se podían comprar 1.000 acciones por $593.450
- Mediante un broker en el exterior, se vendían estos títulos en EE.UU. a u$s9,41 cada uno
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- Los fondos se depositaban en la cuenta de ese broker en el extranjero
- Así, se adquirían u$s9.410 con $593.450, a un tipo de cambio de $63,07 (sin contar comisiones)
Sin embargo, la distancia del "contado con liqui" se dilató en las últimas horas del viernes hasta llegar al 15%.
Empresas, ni un dólar para atesorar
"Tu bróker va a elegir el activo que con la menor brecha, es decir, la cotización más baja para dolarizarte", confía a iProUP el analista financiero Christian Buteler. De este modo, indica que deberá analizar dos valores íntimamente relacionados: a cuánto cotiza en el mercado doméstico y también en Wall Street.
INFOGRAFIA
"Pueden ser bonos o acciones, pero siempre los más líquidos y que coticen en Nueva York. Yo prefiero tomar como referencia papeles privados para calcular la cotización implícita de referencia, como pueden ser los de YPF Galicia".
Las empresas son las grandes candidatas a recurrir a esta operatoria, si bien pueden hacerlo aquellas personas que busquen comprar por encima del tope de u$s10.000 por mes estipulado.
En el caso de las compañías, el Gobierno fijó las siguientes condiciones:
- No pueden comprar dólares para atesorar. No hay un tope: directamente está vedado
- Sí pueden hacerlo para pagar importaciones y deudas
- En ese caso, pueden acceder al mercado oficial y comprar a la cotización más accesible
- Para girar utilidades o dividendos, deben pedir autorización al Banco Central
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A fines de octubre de 2011, cuando el gobierno de Cristina Kirchner anunció el cepo, el dólar en el mercado único valía $4,40. Cuatro años después, cotizaba a $9,60, aunque el paralelo estaba a $16, una brecha de 64% que en algún momento llegó a superar el 100%.
Por su parte, el "liqui" (también identificado con las siglas CCL) valía $13,60 en 2015, un 40% más que el oficial, si bien el gap alcanzó el 80% en los peores momentos.
Nunca desapareció con Macri, pese a que haya levantado el cepo. Simplemente, cayó en el olvido cotizando a valores similares al del oficial. "De hecho, algunas empresas seguían operando liqui porque se habían acostumbrado o se sentían cómodas haciéndolo con su bróker a través del mercado de capitales", señalan en la City.
Ya empieza a armarse
Augusto Posleman, director de la empresa Portfolio Personal Inversiones (PPI), indica a iProUP:"Debido a la normativa de cambios, decidimos dar de baja esa operatoria y concentrarnos 100% en el negocio Alyc. De todos modos, era muy marginal y hacía pocos meses que la habíamos puestos en marcha". Un Alyc es un agente de liquidación y compensación del mercado de capitales.
"El propio Banco Central determinó que el contado con liquidación sigue funcionando normalmente y que está habilitado como mecanismo alternativo para la dolarización. Hay que tener en cuenta que es una operación que puede darle fluidez al mercado con la ventaja de que no supone salida de reservas, no son dólares que pierde el Central", dice Posleman.
El ejecutivo indica que "ya hay empresas haciéndolo, así como individuos que quieren adquirir más de los u$s10.000 estipulados por mes" y subraya: "Se utilizan sobre todo los bonos más líquidos como el AY24 y el DICA". Se refiere a los títulos Bonar 2024 y Discount en dólares (ley argentina).
Buteler recuerda que "la Justicia determinó que no se podían impedir estas operaciones, así que no pueden prohibirlas".
"El liqui se va a convertir en el vehículo preferido y en el dólar de referencia, como en algún momento lo fue el blue. Porque el pequeño ahorrista, con u$s10.000 por mes, está más que cubierto. Los que sí se quedan afuera, por ejemplo, son los que tienen que comprar una propiedad", aclara.
En julio de 2015, la Corte Suprema de Justicia desestimó el recurso que había presentado la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), dirigida en ese entonces por Carlos Gonella, para declarar ilegal el contado con liquidación.
La arena movediza de las reglas de juego
Según Buteler, "las empresas ya se habían visto muy complicadas por la reprogramación de las Lecap, que eran en muchos casos la alternativa que habían elegido al plazo fijo".
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Y añade: "Sufrieron en el corto plazo un estrés muy importante, ya que necesitaban esos pesos para hacer frente a las obligaciones cotidianas, como pagar sueldos y proveedores".
"Tuvieron que terminar vendiendo dólares en muchos casos, tomando caución o usando descubiertos, es decir, recurriendo a líneas crediticias", completa.
También es el empresario fintech que sufre con un terreno de juego siempre movedizo. "Prevía que algo así podía pasar, pero me equivoqué en el timing. Creí que sería después de las elecciones", afirma, resignado, Nicolás Galarza, fundador de Quiena, una plataforma de inversiones que por ahora sólo admite operaciones en Estados Unidos.
"Tuve que rechazar en estos días a muchos clientes corporativos que por suerte entendieron", reconoce a iProUP. "Es cierto que no son el grueso de nuestros usuarios, ya que la mayoría son del segmento retail, pero hablamos de unas 15 empresas que mueven buena parte del volumen, alrededor del 30%", calcula.
"Entendemos que la solución es el contado con liquidación. Estamos contemplando un acuerdo con un bróker local para ofrecer bonos argentinos y hacer esta operatoria, que es legal y, además, no afecta las reservas del Banco Central", adelanta.
Galarza asegura que "mientras tanto, como hay tantos grises por despejar en el sector, nos estamos concentrando en adelantar nuestros planes de expansión en Chile y México". ¿Y el proyecto de sumar un supermercado de fondos locales a la app? "Eso sigue en pie", responde, "porque estamos pensando en el largo plazo".
Cepo, la secuela
Algunas cosas pueden resultar algo más engorrosas o hasta inaccesibles en relación a aquellos tiempos no tan lejanos en que también los argentinos convivían con cepo, aunque recargado.
Así lo remarca Fernando Díaz, socio la consultora FDI y experto en temas corporativos. "El liqui supone tener una cuenta en el exterior para girar los dólares. Pero tiene que ser propia, de tu titularidad, no podés mandarlos a un tercero. Esto viene regulado desde hace tiempo", arranca.
De acuerdo con Díaz, esto "puede funcionar como una limitante importante", y añade: "No es tan fácil para una empresa local, mucho menos si es chica, abrir una cuenta afuera con todos los controles antilavado que se han instrumentado y cuando no es muy recomendable aducir abiertamente que se busca eludir normas cambiaras".
"Por eso, siempre le decimos a nuestros clientes que tener una cuenta en el exterior es necesario, es un activo. En estos momentos, te ayuda a defenderte", precisa.
Sobre la evolución de la brecha, coincide en que es difícil de predecir, aunque la lógica, y el pasado reciente muestran que si la demanda aumenta y la oferta se mantiene constante, empiezan a faltar bonos para hacer la operatoria y sus tenedores los quieren vender cada vez más caros. Una historia que los argentinos ya conocen.