La noticia retumbó fuerte el domingo: el Gobierno, que se había jactado de haber liberado en tiempo récord el "cepo al dólar" instaurado por Cristina Kirchner en 2011, terminó adoptando una variante "light" de la medida y lanzó restricciones al mercado de divisas.

En tiempos de fintech y bancos digitales, este nuevo cepo versión PRO obliga a repasar un diccionario cambiario ya casi olvidado. Y así como el "Blue" resurgió de sus cenizas, también lo hizo el "dólar rulo", que el lunes supieron aprovechar algunos inversores.

Apelando al talento argentino contra la crisis, recurrieron a esta modalidad para vender hasta $4 por encima del precio spot (el de los bancos), esto es, una diferencia del 7%. Y ganar aún en épocas de estampida cambiaria.

No fue, de todos modos, la norma entre ahorristas menos avezados: en las casas de cambio online cuentan que si bien hubo mucho tráfico por consultas, las operaciones no se dispararon.

Es que el spread –como se denomina en el argot financiero a la distancia entre las puntas vendedora y compradora– llegaba a ser tan amplio por la falta de referencia sobre el verdadero precio de la divisa que muchos prefirieron esperar.

Hacer el rulo

Las medidas adoptadas por el Gobierno generaron muchos "desarbitrajes", como se dice en la jerga a las distorsiones en los precios de la divisa estadounidense que alguien siempre sabe cómo aprovechar.

Como pasaba antes con el cepo, aparecen nuevas formas de refugiarse en billetes verdes, gambeteando las restricciones e incluso a precios más convenientes y de manera legal.

"Vimos bastante dólar MEP (Mercado Electrónico de Pagos), que es una forma de dolarizarse vía bonos en la bolsa. Comprabas en una casa de cambio y después vendías dólar MEP y hacer una ganancia de $4", revelan en InvertirOnline.

La operatoria puede simplificarse de la siguiente manera:

- Se compraba el dólar a $60 en un home banking

- Con esos billetes, se adquirían bonos a través de una plataforma online para invertir en la Bolsa

- Se vendían inmediatamente, en la misma plataforma

- La diferencia es que se utilizaba la cotización MEP o "dólar bolsa", que cotizaba a $64

- Se compran nuevamente billetes verdes

"Para los grandes inversores, la diferencia es mayor porque tienen comisiones más chicas. Hay que tener en cuenta igual que tanto en el decreto original como en el comunicado del Banco Central se advirtió que el organismo podía llegar a establecer eventuales restricciones para regular la operatoria de bonos", alerta el directivo.

Por su parte, el economista Gabriel Caamaño, titular de Consultora Ledesma, ayuda a entender esta operatoria que, en principio, puede parecer compleja. También recuerda que son los clásicos efectos colaterales de la introducción de un control de cambios.

"Cuando segmentás el mercado, las personas físicas por un lado y las personas jurídicas por el otro, con límites de acceso a la compra de dólares distintos, los precios se desarbitran", arranca.

Y especifica: "Las empresas van a ir al dólar MEP en busca de divisas que no pueden adquirir de otro modo. La otra alternativa, el contado con liquidación o 'liqui' no fue referencia el lunes porque no operó debido al feriado en Estados Unidos".

La diferencia es que en esta última operación los bonos se acreditan directamente en una cuenta en el exterior y no quedan en la plaza local, como ocurre con el "dólar rulo".

"Ergo, surge la posibilidad de arbitrar para los que juegan en los dos mercados, que son las personas físicas", continúa Caamaño, quien revela: "Pero no te quedás con los bonos, los vendés para hacerte de dólares nuevamente y ahí terminás de hacer el rulo, obteniendo una mejor cotización que la que obtuviste en el inicio. Por eso es que en la jerga le dicen dólar rulo".

En relación a la cuestión del spread, Caamaño lo resume de esta manera: "Los operadores lo aumentan para comprar barato y vender caro porque necesitan cubrirse contra movimientos abruptos del mercado".

Spread es incertidumbre

El fin de semana, los bancos digitales y las casas de cambio online quedaron en "off-side" con respecto a sus competidores tradicionales que sólo operan en jornadas hábiles: la falta de una cotización "real" del dólar.

En TiendaDólar, por ejemplo, comentan a iProUP que antes de la apertura del mercado del lunes "las puntas estuvieron muy abiertas". Y completan: "Nosotros tampoco teníamos una referencia clara de cuál era el precio de la divisa y ninguna empresa quiere ir a pérdida".

A la vez, el cliente tampoco sabe qué hacer ante esa brecha. "Al usuario le pasa que queda desorientado y prefiere no comprar porque no sabe si está pagando caro o barato", admiten.

"Claro que el spread es un mecanismo para obtener rentabilidad, pero ya cuando se amplía para alcanzar estos niveles no es una cuestión de las entidades de querer lucrar, sino un auténtico indicador de la incertidumbre reinante", explican en TiendaDólar.

"Llegó a haber una distancia de seis a ocho pesos entre la punta vendedora y la compradora. El mercado estaba tan desconcertado que no nos extrañaría que este lunes el dólar haya estado más caro en una fintech que en un banco", reconocen.

De todos modos, como dijo el propio presidente del Banco Central, Guido Sandleris, las compras por más de u$s10.000 mensuales representan sólo el 2% de total, el equivalente a unas 26.000 personas.

"En principio, esto indicaría que el cepo no molesta a muchos, aunque también es cierto que tampoco queda excedente de ahorro para comprar", apuntan. De todos modos, aunque el universo alcanzado sea acotado, la señal genera profunda zozobra, como es lógico dado el pasado reciente.

"En el mundo empresarial es otra cosa, ahí la restricción es mucho más dura al punto de que para evitar problemas legales nosotros decidimos directamente bloquear las operaciones de personas jurídicas", remarcan desde Tiendólar.

Las restricciones a las empresas tienen, por supuesto, la capacidad de tener un efecto recesivo mucho más relevante en la economía.

"Me pregunto cómo van a hacer, por ejemplo, si tienen ventas en pesos y necesitan ahorrar para comprar más adelante productos en dólares. Para una Pyme, moverse en el mercado de futuros o buscar hedge no es algo tan fácil", reflexionan.

"En cuanto al spread, en nuestro caso las puntas estuvieron bien ajustaditas –apenas 55 centavos- pero a medida que avanzó la rueda quedó arriba de $2, porque nunca sabés qué puede pasar hasta el día siguiente y querés cubrirte", detalló José Bano, gerente de research de InvertirOnline.

Tráfico pero por consultas

Para el analista de InvertirOnline, la jornada del lunes estuvo lejos de las muestras de pánico que algunos esperaban.

"Recibimos muchas consultas sobre las medidas. Eso aumentó el tráfico pero no demasiado las transacciones. La gente entraba para revisar la cotización por ejemplo", señala Bano a iProUP.

"Y ayudó el hecho de que el mercado abrió para abajo. El dólar terminó cayendo 6% y fue un muy buen día a nivel bursátil. La lectura parecería ser que el mercado puso una ficha en el discurso de los funcionarios de que se trataba de medidas lamentables. Le creyeron que eran necesarias para evitar un mal mayor", interpreta.

El billete mayorista cayó a $56, mientras que en las pantallas del microcentro porteño terminó a $58,41, en una rueda en la que además la bolsa porteña trepó 6%. Pero los operadores advertían que el feriado en Estados Unidos por el Día del Trabajo determinó, como siempre ocurre, que se registrara un volumen negociado muy bajo y que la verdadera prueba de fuego llegaría el martes.

La tasa promedio de la Leliq, equivalente a la tasa de política monetaria fue 85,275%, en tanto que el monto total adjudicado fue de $246.623 millones.

Por su parte, el "blue" promete ganar protagonismo nuevamente. La brecha con la cotización oficial supera los $5 en el promedio de las cuevas que todavía operan en la City porteña. En el mercado informal, el dólar paralelo avanzó 50 centavos a $ 63,50.

Es importante destacar que el Gobierno restringió la compra de moneda estadounidense y los giros de dinero al exterior, y además obligó a los exportadores a liquidar las divisas en el mercado local dentro de un máximo de 5 días hábiles después del cobro o 180 días después del permiso de embarque. A su vez, impidió a los bancos el giro de dólares al extranjero sin autorización previa.

Cualquier argentino que haya experimentado alguna crisis lo sabe: uando reina la incertidumbre y nadie sabe muy bien dónde está parado, lo mejor es cubrirse. O hacer el "rulo".

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