La tregua entre bancos y fintech está en un compás de espera. Luego de una suerte de silencio diplomático de ambos bandos, los misiles cruzados dan cuenta de que la relación está más tirante que nunca.
Así lo demuestran las últimas declaraciones que, lejos del fuego amigo, demuestran que desde la banca ven como una importante amenaza a las nuevas compañías financieras 4.0.
El primer golpe lo dio la Asociación de Bancos de Argentina (ADEBA), que nuclea a las entidades de capitales locales, que a mediados de junio relativizó el papel de las fintech en la inclusión financiera, tildándolo de "anecdótico".
El contraataque fue instantáneo. Osvaldo Giménez, vicepresidente de Mercado Libre, usó el hashtag #NoLoHizoUnBanco para resaltar los logros de las fintech, como las ventajas de los pagos con Código QR, el crédito barato a Pymes y particulares y la posibilidad de que los comercios de barrio acepten tarjetas, entre otros.
La banca luego tuvo a un aliado de peso en su pedido de mayor regulación para estos nuevos actores que quieren morder su negocio. El líder de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, disparó que "por las buenas o por las malas" iba a encuadrar dentro de su gremio a los más de 6.500 trabajadores de este incipiente sector.
El enfrentamiento no es casual. Si bien las fintech arrancaron con su foco en el usuario no bancarizado –que representa el 52% de los argentinos–, ahora avanzan hacia "territorio enemigo".
Nuevo foco
La propuesta de estas compañías su propuesta de servicios se sofisticó, es más completa, por lo que estas nuevas compañías apuntan cada vez más sus cañones hacia monotributistas, autónomos y hasta empleados que actualmente son clientes de los bancos.
De hecho, ofrecen cajas de ahorro en dólares y en pesos, y tarjetas de crédito, además de otras prestaciones, de manera gratuita, logrando reducir costos al prescindir de sucursales físicas con sus respectivos empleados.
"Hay distintas estrategias. Por supuesto que hay un espacio para ir por las personas no bancarizadas y ahí es donde las fintech aportan a la inclusión financiera. Pero hay otras que compiten en segmentos Pyme y pequeños ahorristas directamente con la banca clásica", afirma a iProUP el economista Martín Kalos, Director de EPyCA Consultores.
Según un relevamiento del Banco Central, un paquete básico de estas características puede costar entre 380 y 762 pesos mensuales. Eso, sin contar gastos extras, como la renovación anual de una tarjeta de crédito, que se ubica entre 1.026 y 2.700 pesos al año.
Así, los usuarios pueden ahorrarse hasta 1.000 pesos mensuales, algo no menor para quienes –por ejemplo– comienzan con su actividad independiente y requieren de un paquete para operar. Se trata de un mercado de más de 2 millones de argentinos entre:
- 1,57 millones de monotributistas
- 393.000 autónomos
Pero estas firmas también ofrecen varios beneficios para quienes trabajan en relación de dependencia que –si bien están bancarizados y acceso a una gran variedad de productos financieros– pueden utilizar a las fintech como una alternativa para ahorrar costos.
Los "neo banks"
Por beneficios impositivos, empresas recurren al leasing para renovar autos, computadoras y equipos
En la actualidad, hay varios actores que se dedican a ofrecer servicios financieros. Por un lado, están los bancos digitales que están regulados por el BCRA ya que se dedican a la intermediación financiera, es decir, ofrecen créditos a partir de los depósitos de sus propios clientes. Por otro, hay otras firmas del sector que brindan préstamos lo hacen con fondos propios, por lo que tienen menos control regulatorio.
En el primer grupo, hay tres compañías que son bancos 100% digitales: Wilobank, comandado por el empresario Eduardo Eurnekián y el titular del BAPRO Guillermo Francos; Brubank, creado por el ex presidente del Citi Juan Bruchou; y Rebanking, lanzado este mes por Grupo Transatlántica.
En los tres casos, ofrecen una caja de ahorro en pesos, una en dólares y tarjeta de crédito a costo cero. También dan un plástico de débito para realizar extracciones mediante los cajeros de las redes Link y Banelco.
Rebanking y Brubank ofrecen una caja de ahorro asociada a un CBU (Clave Bancaria Uniforme), mientras que el restante ofrece una CVU (Clave Virtual Uniforme), una variante destinada a las fintech. En todos los casos, se pueden realizar transferencias hacia cualquier cuenta, sea bancaria o virtual.
El banco digital de Grupo Transatlántica lanzará próximamente su tarjeta de crédito American Express, aunque incluirá también a Mastercard. Si bien el paquete básica es gratuita, los plásticos Gold y Platinum contarán con un costo adicional. Por su parte, Wilobank emite Mastercard y Brubank opera con Visa.
"Nuestro último lanzamiento es la Wilocard, una tarjeta de crédito con bajo límite y recargable, a la que puede acceder todos los interesados, incluso quienes no tienen historial crediticio y no son calificados por la banca tradicional", advierte a iProUP Guillermo Francos.
"Esta tarjeta es el único producto que tiene un costo de $30 IVA, ya que los demás productos están bonificados", agrega Guillermo Francos, de Wilobank, el primer banco digital de Argentina que ya posee un año en el mercado y más de 60.000 tarjetas emitidas.
La compraventa de dólares por el momento es prestado sólo por Brubank, en tanto que Rebanking esperan lanzarlo en breve. "Tendremos las mejores cotizaciones del mercado", adelantan desde la entidad de Grupo Transatlántica.
Al igual que Mercado Libre, las cajas de ahorro en pesos de las entidades digitales generan rentabilidad por el saldo en cuenta por encima de lo que ofrece la banca tradicional, a saber:
- Wilobank: 20%
- Rebanking: 30%
Además, estas compañías también están apostando a los plazos fijos, un producto que se vigorizó entre las entidades tradicionales luego de que autoridad monetaria les permitiera ofrecerlos a no clientes con tasas que van hasta el 50,5% anual. Los digitales también lo están ofreciendo. Wilobank, al 51%; y Rebanking, al 55%.
Otros líderes fintech
La industria fintech argentina ya reúne a 217 empresas, según informa a iProUP la cámara del sector, que se dedican a:
- Créditos: 58 compañías
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- Pagos digitales: 39
- Proveedores tecnológicos: 29
- Blockchain y cripto: 25
- Servicios B2B: 21
- Manejo de finanzas: 18
- Financiamiento colectivo: 16
- Insurtech: 7
- Ciberseguridad: 4
Dentro de la categoría de pagos, obviamente, Mercado Libre es la que concentra la mayor actividad gracias a los códigos QR. Según informó la compañía a iProUP, en el último año hubo:
- 8,2 millones de operaciones
- 1 millón de pagadores únicos
- 230.000 comercios adheridos
- 30% de crecimiento
La empresa también ofrece una caja de ahorro (con CVU) que remunera saldos con una tasa de 48% en conjunto con los fondos comunes del BIND. Además, brinda una tarjeta de crédito Mastercard gratuita en alianza con el Patagonia (la entidad entrega una de débito también) y una prepaga.
En el rubro pagos también se destaca Ualá, que acaba de conseguir un éxito sin precedentes en la industria fintech local: la emisión de 1 millón de tarjetas, de las cuales el 70% están a nombre de usuarios que residen fuera de la ciudad de Buenos Aires.
Se trata de plásticos Mastercard prepagos, es decir, se pueden utilizar en aquellos casos donde se requiera una de crédito, pero los saldos provienen del saldo que el usuario recargue a través de transferencias o redes de cobranzas, como Rapipago y Pago Fácil.
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Al igual que Mercado Pago, Ualá permite pagar servicios escaneando el código de barras de una factura y recargar servicios como la SUBE o telefonía celular. Y como diferencial ofrece en su app análisis automático de gastos, para que los usuarios puedan controlar sus finanzas.
Pero también avanzó en el sector de créditos. "Ya otorgamos más de 30 millones de pesos en préstamos personales desde su lanzamiento, hace dos meses, y con una tasa extremadamente competitivas", revela la compañía a iProUP.
Lo que viene
En el horizonte se vislumbra una fuerte competencia para los bancos digitales. Una de ellas es Naranja, que ya pidió autorización al BCRA para operar. Mientras tanto, la firma está aumentando su portfolio de servicios fintech.
Se trata del mayor emisor de tarjetas de crédito en el país, con más de 5 millones de plásticos. Y tienen un fuerte foco en el pequeño comerciante y la Pyme, sin descuidar al usuario final.
"Estimamos en los próximos meses salir al mercado con soluciones adicionales de ahorro e inversión 100% digital. Ambas propuestas llegaron para satisfacer las necesidades financieras de las personas, comerciantes y pequeñas empresas", remarcan a iProUP desde la compañía.
La empresa ya les ofrece Naranja POS, un dispositivo para que los locales utilicen su smartphone como si fuera un PosNET, además de la posibilidad de operar con códigos QR.
También posee Naranja Cuenta, "una cuenta virtual en la que cualquier persona puede tener dinero para múltiples usos: recargar SUBE y Red Bus, hacer y recibir pagos de terceros, pagar en comercios con codigos QR", señala la compañía.
Aunque la competencia también viene desde afuera: Nubank, el banco digital brasileño que ya el más grande de occidente, ya pisó la Argentina y en breve comenzará a desplegar sus servicios.
Fuentes ligadas al unicornio paulista aseguran a iProUP que la firma repetirá el libreto que la hizo triunfar en Brasil: mejores tasas de financiación, gratuidad en las renovaciones anuales de los plásticos y una amplia red de beneficios.
La base de sus productos será NuConta, una caja de ahorro que contará con CVU para realizar transferencias, pagar facturas y acreditar fondos, entre otras prestaciones. También dispondrá de los siguientes servicios:
- La emisión de tarjetas de crédito, débito y prepagas
- El lanzamiento de una plataforma de pagos con Código QR
- El otorgamiento de créditos a bancarizados y no bancarizados
- El lanzamiento de fondos comunes de inversión
- Cuotas sin interés para la compra de una amplia gama de productos
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"Más competencia, en tanto sea leal, es buena e implicará que los clientes que ya están bancarizados tengan otras opciones y puedan elegir otro tipo de empresas. Empezará a jugar la regulación del Banco Central y las garantías que ofrezcan los bancos y puedan ofrecer las fintech", señala Kalos.
Mientras tanto, la banca convencional y las nuevas financieras están en un compás de espera. Las fintech ya no se conforman sólo con los bancarizados. Las entidades tradicionales trabajan contrarreloj para ver cómo hacer más accesible sus servicios través de la tecnología. Si no, no tendrán más remedio que izar la bandera blanca.