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Robert Kiyosaki, autor del bestseller Padre rico, padre pobre, reveló su última apuesta financiera, en momentos de crisis en el mercado, con los principales índices derrumbándose en la jornada del lunes 7 de abril.
En sus recientes declaraciones, el empresario destacó que esta alternativa fue históricamente infravalorada durante años y que su precio tendería a duplicarse en 2025, lo que se traduce en una oportunidad única para inversores.
Se trata de la plata la cual, según su análisis, la creciente tensión geopolítica, el debilitamiento del dólar y la inflación descontrolada impulsarían un alza significativa en el valor de este metal.
Históricamente, Kiyosaki respaldó al oro y al Bitcoin como refugios frente a la inflación y la inestabilidad económica. Sin embargo, en esta ocasión puso su atención en la plata, argumentando que su cotización actual, cercana a los u$s32 por onza, está muy por debajo de su máximo histórico de u$s49, alcanzado en 2011.
Uno de los factores clave que el escrito resaltó es la accesibilidad de la plata en comparación con otros activos.
Mientras una onza de oro ronda los u$s3.165 y el Bitcoin cotiza por encima de los u$s70.000, la plata se puede adquirir por una fracción de ese valor, lo que la convierte en una opción viable para inversores con presupuestos ajustados.
Además, su uso industrial en sectores como la tecnología, la medicina y la energía renovable refuerza su potencial de crecimiento a largo plazo, según Kiyosaki.
El empresario también advirtió sobre los riesgos de mantener ahorros en monedas fiduciarias, argumentando que la inflación erosiona constantemente el poder adquisitivo. En este sentido, instó a los inversores a diversificar sus carteras con activos físicos como la plata, el oro y BTC.
Según sus proyecciones, el precio de la plata tenderá a alcanzar los u$s70 por onza este año y superar los u$s200 en los próximos dos.
La plata mostró un desempeño sólido en los últimos meses, con un crecimiento del 72% desde sus mínimos de 2022. Sin embargo, analistas señalaron que su volatilidad y la influencia de factores macroeconómicos podrían afectar su trayectoria futura.