En los últimos años, la Argentina fue testigo de un fenómeno transformador en su mercado de capitales: el ingreso de nuevos inversores que están redefiniendo las reglas del juego.

Según datos recientes de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA), el número de cuentas comitentes activas creció un 186% en el primer semestre de 2024, alcanzando 1.227.381.

Sin embargo, esto representa apenas el 2,6% de la población, una porción muy pequeña considerando que en Argentina hay unos 46,65 millones de personas, algo que demuestra el gran potencial de crecimiento aún por explotar.

Sin embargo ese número representa un crecimiento sensible a niveles cercanos al 1% hace tan sólo 2 años atrás.

Durante los primeros meses de 2024, se abrieron cerca de 12 millones de nuevas cuentas en el sistema financiero argentino, sumadas a las que fueron radicadas en bancos con CBU y las que funcionan en billeteras virtuales con CVU.

Al analizar el perfil de titularidad, no arroja grandes diferencias en materia de género (51% femenino, 49% masculino) pero sí encontramos un dato relevante en materia de edad: el 84% de esas nuevas cuentas fueron abiertas por personas menores de 30 años.

Una de cada diez personas que accedió al mercado financiero, decidió avanzar más allá de las herramientas tradicionales hacia el mercado de capitales. 

Este comportamiento subraya una transformación cultural y generacional en la forma de administrar y multiplicar el dinero.

Un cambio generacional en el mercado financiero

La verdadera fuerza motriz de este cambio son los Millennials (nacidos entre 1981 y 1996) y la Gen Z (1997-2012).

Estas generaciones, marcadas por la digitalización y la inmediatez, demandan plataformas tecnológicas intuitivas, educación financiera a su alcance y herramientas que se alineen con sus valores personales. Entre las preferencias de estas generaciones, destacan:

Retos y oportunidades del mercado local

A pesar de este impulso hacia la inversión, los jóvenes enfrentan barreras importantes, como la alta inflación, la volatilidad del mercado local y la falta de confianza en las instituciones financieras tradicionales.

Estas dificultades llevaron a los inversores más jóvenes a buscar soluciones innovadoras que ofrezcan transparencia, bajos costos y accesibilidad.

En este contexto, el crecimiento de cuentas comitentes activas -más de 1.2 millones operaron en 2024- refleja una oportunidad única para capturar a este segmento en auge.

Sin embargo, la clave será ofrecerles algo más que un producto financiero: una experiencia integral que combine tecnología, conocimiento y propósito.

El rol de la Educación Financiera en la nueva era

Lejos de la banca tradicional, hoy los Millennials y Gen Z optan por startups que combinen fintech y edtech, mediante soluciones como plataformas disponibles para dispositivos móviles que integren:

El camino hacia el éxito financiero

En un mundo donde la información es poder, las nuevas generaciones están redefiniendo el concepto de inversión transformándola no solo en una herramienta de acumulación de riqueza, sino también de impacto social, que abre la puerta a un futuro más equitativo y sostenible.

Este panorama indica que las nuevas generaciones están adoptando con mayor rapidez las herramientas financieras digitales, inclusivas y sostenibles, algo que representa una oportunidad para las instituciones financieras y fintech que buscan brindar soluciones a la altura de las necesidades de esta generación del cambio.

*Por Luis Aguilar, CEO en Freenance y asesor en Mercado de Capitales

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