Nissan y Honda anunciaron el inicio de sus negociaciones para una fusión que se espera sea concretada a mediados de 2025.
Durante una rueda de prensa conjunta en Tokio, los presidentes de ambas compañías, Makoto Uchida de Nissan y Toshihiro Mibe de Honda, destacaron que la alianza tiene como objetivo convertirse en el tercer mayor fabricante mundial de automóviles por volumen de ventas, detrás de Toyota y Volkswagen.
La fusión busca combinar las fortalezas y reducir las debilidades de ambas empresas, con el fin de mejorar la cadena de valor e incorporar nuevas tecnologías como la electrificación y los vehículos inteligentes.
Según fuentes especializadas, las sinergias de la nueva empresa podrían generar un beneficio operativo de u$s6.200 millones, con el objetivo de alcanzar u$s18.700 millones de cara a 2030.
Las empresas firmaron un memorando de entendimiento en el que definieron los siguientes pasos y con el que buscan "combinar sus fortalezas y reducir sus debilidades", indicó el CEO de Nissan, Makoto Uchida.
En tanto, Mibe, presidente de Honda, resaltó el complejo ambiente al que se enfrenta la industria automotriz y destacó la necesidad de mejorar la cadena de valor e incorporar nuevas tecnologías como la electrificación o los vehículos inteligentes.
"Esta es una trasformación que se produce una vez al siglo, está cambiando el paisaje del motor. Desde la perspectiva de la movilidad, el valor cambiará y será rápido. Para 2030, deberemos tener las armas apropiadas para ser competitivos", precisó el ejecutivo.
Mitsubishi Motors, en la que Nissan posee el 34% accionario, también está considerando su rol dentro de esta nueva unión y se espera que dé su respuesta a finales de enero.
La integración de las compañías japonesas es vista como una estrategia para mantener la competitividad frente a nuevas empresas emergentes, especialmente en regiones como China y Japón.
La ejecución del acuerdo definitivo está programada para junio de 2025, y se estima que los ingresos anuales por ventas superen los u$s190 millones. Además, se espera que el 'holding' resultante de la fusión salga a Bolsa en agosto de 2026.
La propuesta llega en medio de una crisis significativa que enfrenta Nissan a nivel global, con una caída en las ventas y una creciente competencia de fabricantes chinos en el mercado de coches eléctricos.
Varios analistas aseguraron que la situación es crítica, y se estima que la firma nipona tiene entre 12 y 14 meses para revertir esta situación.
De hecho, a lo largo de 2024, Nissan despidió a casi 9.000 empleados y redujo hasta el 20% su capacidad de producción. Incluso, Uchida y el resto de la junta directiva han aceptado voluntariamente una reducción salarial para mostrar su compromiso con la recuperación de la empresa.
La crisis de Nissan también se vio agravada por la disminución de la participación accionaria de Renault, su socio histórico, que vendió una parte significativa de sus acciones en la empresa.