El Banco Central finalmente avanzó en una medida que golpea una parte del negocio de las billeteras digitales que ofrecen "todo gratis", tal como advirtió iProUP la semana pasada.
El BCRA buscaba que las tarjetas prepagas que ofrecen las billeteras fintech y plataformas cripto se asimilen a los plásticos de débito. La cámara del sector hasta llamó de apuro a una reunión de sus miembros el viernes pasado para tratar el tema.
Es que una parte del negocio "todo gratis" de las billeteras está apalancado en el volumen de las transacciones que se realizan con los plásticos. En efecto, por cada transacción:
"Es una victoria a medias", resume el directivo de una fintech, luego de conocerse que el Banco Central estableciera que el "importe de cada venta realizada mediante la utilización de dichas tarjetas será de dos días hábiles", cuando muchas operaciones llevan hasta un mes. Sin embargo, no modificó el interchange fee.
En consecuencia, las billeteras no podrán "hacer tasa" entre esos días entre que imputan el pago al comprador y le depositan al vendedor, pero al menos no verán reducida su comisión.
Otro de los temas que buscaba la industria ante la "decisión tomada" del BCRA era el gradualismo en la implementación. Esto es algo que fue considerado en Reconquista 250: decidió que la norma impacte desde el 1 de marzo en los comercios más chicos y desde el 1 de agosto para las grandes empresas.
"Sin lugar a dudas, las tarjetas de prepago son un instrumento central en la propuesta de valor de la industria fintech, brindándole a millones de personas la posibilidad de hacer pagos digitales -y especialmente online- en los últimos años", revelaron fuentes cercanas a la cámara del sector.
Además, reconocieron que "esta medida tiene un impacto importante en el negocio de los proveedores de servicios de pago", aunque remarcaron: "Acompañamos el espíritu de la normativa y valoramos el plazo de adaptación razonable, que permita a las empresas emisoras de dicho instrumento recalibrar sus proyecciones y su propuesta de valor de cara a los usuarios".
Empresarios del sector consideraron que "no tiene sentido que los comercios asuman mayores costos y tiempos en las operaciones con tarjetas prepagas, ya que no tienen el riesgo de mora una de crédito: la plata se descuenta en el momento".
En este sentido, Defensa del Consumidor afirmó que "este tipo de normas, que potencian el capital de trabajo de los comercios, es parte de las medidas que ayudan a bajar la inflación y permiten tener una industria de medios de pago más competitiva".
Además, la normativa va en sintonía con Estados Unidos y otros países, en los que las tarjetas de débito y prepagas tienen las mismas condiciones.
Pero está latente cierta preocupación de que estos jugadores más chicos puedan tener problemas en sostener un modelo "todo gratis" y deban cobrar nuevos cargos o encarecer otros productos (como préstamos) para equilibrar sus cuentas.
Un ejecutivo señala a iProUP que "la Secretaría de Comercio regula el piso, pero no el techo de las comisiones" que perciben a los comercios, por lo que "sería una alternativa", como último recurso, aunque no cree que esté en los planes de las compañías del sector.
Como muestra del impacto de la medida, 60 de las 383 fintech que existen en la Argentina, según Finnovista, pertenecen al rubro de pagos, en tanto que 49 se dedican a divisas digitales, muchas de las cuales sacaron una prepaga (entre otros servicios) para capear el criptoinvierno, por solo citar dos segmentos que hacen uso de estos plásticos.
La comunicación dejó un detalle que pasaron por alto algunos desprevenidos: la acreditación en plazo abreviado de los cobros con prepagas no afecta a los portales de ecommerce. Algo que pudo interpretarse como una "ayudita" para Mercado Libre.
"No creo que fuera por eso. Entiendo que una compra presencial tiene menor riesgo de fraude que una presencial", especula una fuente, que da por sentado que aquellas firmas que tienen agrupadores de pagos tendrán menos problemas con la nueva medida y podrán compensar mejor al estar de los dos lados del mostrador.
Dentro del sector destacan que esta movida permitirá ganarle más terreno al efectivo y lograr mayor aceptación de tarjetas precargadas, especialmente, entre los comercios más pequeños, que ante la escalada de la inflación reemplazaron el QR y los POS por los alias.
También esperan que algunos locales que solo trabajaban con débito también acepten prepagas y evitar la discriminación hacia estos plásticos que se evidencia en los carteles que se fueron viralizando en los comercios: "Solo se aceptan tarjetas bancarias".