La inflación al consumidor en Estados Unidos registró un aumento por segundo mes consecutivo en noviembre, según los datos oficiales difundidos este miércoles 11 de diciembre. Este panorama plantea nuevos desafíos para las decisiones de la Reserva Federal (Fed) respecto a las tasas de interés.
De acuerdo con el Departamento de Trabajo, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) interanual subió al 2,7%, apenas por encima del 2,6% registrado en octubre.
El reporte de inflación solidificó aún más las perspectivas de un recorte, con los operadores elevando las probabilidades por encima del 96%, de acuerdo a la herramienta FedWatch de CME Group, como notó CNBC.
Aumentó la inflación: ¿qué pasará con la tasa?
Este repunte añade nuevos obstáculos para la Fed en su objetivo de devolver la inflación a su meta a largo plazo del 2%. Esto podría desacelerar el ritmo de los recortes en las tasas de interés durante los próximos meses.
Actualmente, el banco central de Estados Unidos ha comenzado a reducir las tasas de interés desde un máximo en dos décadas. Su tasa de referencia se encuentra entre el 4,50% y el 4,75%, tres cuartos de punto porcentual menos que en septiembre.
Según datos de CME Group, los mercados financieros anticipan que la Reserva Federal aplicará un nuevo recorte de un cuarto de punto en las tasas de interés la próxima semana.
Bitcoin se dispara y roza los u$s99.000 por unidad
Luego de la noticia, Bitcoin (BTC), la principal criptomoneda del ecosistema, se disparó y tocó los u$s99.000 por unidad, mientras que la capitalización total del mercado subió 1,48% en las últimas 24 horas.
El ecosistema vislumbró un fuerte impulso alcista desde la victoria electoral de Donald Trump el 5 de noviembre, dadas las altas expectativas de que instaure un gobierno pro-cripto.
La criptodivisarompió nuevos máximos históricos de precio en el último mes y llegó a tocar los u$s104.000 por unidad, antes de registrar una corrección de precio que la depositó en torno a los u$s95.000 en estos últimos días.
¿Qué sucederá a largo plazo?
La inflación al consumidor en Estados Unidos desaceleró durante gran parte del año, llegando al 2,4% interanual en septiembre, antes de revertir esta tendencia con aumentos en los últimos meses.
Sin embargo, a pesar de este repunte reciente, tanto analistas como representantes de la Fed prevén que la inflación seguirá una trayectoria descendente a largo plazo.
Por otro lado, la inflación subyacente, que excluye costos volátiles como alimentos y energía, se situó en un 3,3% en noviembre, de acuerdo con el Departamento de Trabajo, en línea con las proyecciones de los expertos.
En cuanto a los datos mensuales, tanto la inflación general como la subyacente registraron un incremento del 0,3% en noviembre, cifras que también estuvieron alineadas con las expectativas del mercado.