El Gobierno anunció el viernes los ajustes que se aplicarán en diciembre a diversos servicios.
La tarifa de luz subirá un 2%, el gas lo hará en un 2,7%, y los combustibles aumentarán un 1% debido a cargas impositivas.
Estos incrementos son menores a la inflación general esperada para los últimos dos meses del año.
En el caso de los combustibles, se agregará a este 1% de aumento impositivo una devaluación del peso de un 2% y una suba en el precio del barril de Brent, lo que llevará el aumento total hasta el 3%.
Este viernes, el Gobierno oficializó los aumentos impositivos en combustibles, publicados en el Boletín Oficial, con la firma del presidente Javier Milei, el ministro Luis Caputo y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
Los incrementos corresponden a ajustes pendientes de los últimos meses de 2023 y el primer trimestre de 2024, los cuales habían sido pospuestos por el gobierno anterior.
Además, se anunció un aumento del 3% en la tarifa de agua para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que será implementado por la empresa estatal AySA.
Estas subas son parte de la estrategia del Gobierno para reducir los subsidios a los servicios públicos, con un impacto que se refleja en los aumentos acumulados a lo largo del año.
La electricidad ha tenido un incremento del 189%, mientras que el gas ha subido un 564%, según el Observatorio de tarifas y subsidios de la UBA y el Conicet.
AySA, además del reciente aumento de tarifas, comenzará a aplicar cortes y restricciones en el servicio a los usuarios con deudas.
No obstante, la ley prohíbe la suspensión total del suministro de agua en viviendas residenciales.
Según Hernán Herrera, del Instituto Argentina Grande, la empresa ya ha implementado esta medida en los últimos meses, aunque en lugar de cortar completamente el servicio, se deja un flujo mínimo.
Esta estrategia busca reducir la morosidad, aunque sigue siendo un tema controvertido en términos de derechos de los usuarios.
La Fundación Libertad y Progreso informó que la inflación en noviembre fue del 2,9%, superando el 2,7% registrado en octubre, un incremento atribuido al impacto desfavorable de los precios estacionales y al aumento de precios regulados.
En los primeros meses de 2024, el índice de precios al consumidor (IPC) acumuló una suba de 113%, mientras que en el mismo período de 2023 fue del 148,2%.
A nivel interanual, la variación alcanzó el 167,3%, marcando la séptima desaceleración consecutiva y reflejando una caída significativa desde el pico del 289,4% registrado en abril.
Para diciembre, la entidad prevé que la inflación se mantenga estable en torno al 3%, impulsada por factores estacionales como aguinaldos y las fiestas de fin de año.
Sin embargo, este efecto será parcialmente contrarrestado por la eliminación del impuesto PAIS, que comenzará a reducir su impacto.
Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación, destacó: "La inflación sigue claramente una tendencia de convergencia al 2% del tipo del crawling-peg ".
Marí también agregó que "la mejora en la situación macro, que de a poco se empieza a reflejar en la micro, da un paraguas de mayor confianza en el gobierno y de sostenibilidad política al proceso de cambio de rumbo".
En este contexto, se espera que el IPC rompa la barrera del 2,5% en el primer trimestre de 2025 y registre variaciones por debajo del 2% en la segunda mitad del año.