Existen varias plataformas persona a persona (P2P) para cambiar entre saldos digitales entre usuarios, ya sea cuentas bancarias, fintech, criptomonedas y plataformas de pago internacionales.
Sin embargo, una de ellas no cumple con algunas protecciones mínimas y permite que usuarios con 100% de reputación positiva estafen a otros usuarios.
Ante la necesidad de realizar un pago en el exterior en el que sólo aceptaban USDT, opté por recurrir a Paxful para cambiar saldo que tenía en PayPal, ya que otros P2P no tienen esa opción. Luego de leer algunas reviews, decidí bajarme la aplicación.
Tras darme de alta, fui a la opción para comprar USDT y abonar con dólares de PayPal. Siguiendo las recomendaciones, sólo me fijé en los traders que tuvieran reputación de 100%.
Eso, supuestamente, me daría la tranquilidad de operar con usuarios que, según Paxful, siempre cumplen con su parte. Al menos, en teoría.
Abrí la orden y se abrió el chat con la contraparte, quien se dio cuenta de que era mi primera vez en Paxful, más allá de que suelo operar con otros P2P más reconocidos. Esa familiaridad con el sistema peer-to-peer quizás me dio una confianza en un mecanismo que supuse era un estándar en la industria.
Del otro lado del chat me indicaron que no se podían enviar fondos tan bajos en Argentina y la operación debía ser mayor. Así que debía sumar más dinero Una mensaje que parecía de Paxful, con mi nombre de usuario en Paxful y dentro del chat de Paxful.
Desde allí me sumaron a Whatsapp y me dieron más definiciones. También me pidieron escanear un QR con el look and feel de Paxful para aumentar la orden. Lo hice.
Fue el principio del fin. El usuario me secuestró la cuenta, se quedó con todos mis fondos, cortó toda comunicación.
Imaginé que una empresa global como Paxful tendría algún tipo de control o protección al usuario, como la que ofrece Mercado Libre cuando se chatea con el vendedor: cualquier dato que intente llevarme afuera de la plataforma sería rápidamente bloqueado, con la quita de reputación correspondiente.
Me sentí doblemente estafado. Primero, por el trader, luego por una plataforma en la que confié. Pero no fui el único.
Una búsqueda más exhaustiva en Google me derivó a un posteo en Medium. El usuario en cuestión desglosa su caso como lo estuviera contando yo. Imposible no sentir el dejà vu.
Una conversación en WhatsApp que parecía legítima, una operación baja para un usuarios que arrancaba en la plataforma y la redirección al mismo sitio que fui reenviado. El resultado: ese usuario perdió 1.300 dólares y no tiene esperanzas de recuperarlos:
Es muy común que este tipo de compañías se limiten a sólo brindar la plataforma. Pero otras empresas que unen a usuarios mitigan los riesgos: Uber lanza medidas para evitar delitos en los viajes, Mercado Libre bloquea las comunicaciones de los vendedores o compradores que buscan salirse de la plataforma, las apps de delivery indemnizan si el pedido llegó mal.
El usuario de Medium recomienda siete formas para evitar ser estafado. Yo agrego la única efectiva: nunca operar en Paxful.