A partir del 9 de noviembre, entró en vigencia la segunda fase del esquema de blanqueo de capitales, que busca regularizar el ingreso de dólares en efectivo en las cuentas bancarias.
En esta etapa, la alícuota para los depósitos superiores a los u$s100.000 es del 10% y se mantendrá vigente hasta el 7 de febrero de 2025.
Desde el 8 de febrero hasta el 7 de mayo de 2025, el porcentaje ascenderá al 15%.
El programa de blanqueo viene impulsando los depósitos privados en dólares, que alcanzaron un récord de u$s34.170 millones el pasado 4 de noviembre.
Quienes decidan declarar más de u$s100.000 pueden evitar pagar estas alícuotas si invierten en activos financieros o proyectos inmobiliarios locales, comprometiendo el dinero hasta enero de 2026.
Este contexto también influye en el mercado financiero donde el riesgo país cayó por debajo de los 900 puntos.
Depósitos en dólares: límites y requisitos
Para quienes buscan depositar dólares en efectivo en una cuenta bancaria, el límite permitido depende de varios factores, como el perfil del cliente y el origen de los fondos.
Por ejemplo, alguien con un historial bancario amplio y un flujo de operaciones constante podría depositar montos superiores a los u$s10.000 sin levantar sospechas.
Por el contrario, una persona sin ingresos declarados o con operaciones esporádicas podría enfrentar restricciones.
Además, ARCA, ex AFIP, fija un límite mensual general equivalente a $200.000 (al valor del dólar oficial), sumando todas las operaciones del contribuyente.
Superar este umbral podría generar solicitudes de documentación para justificar la procedencia de los fondos, como facturas, certificados de herencia o comprobantes de ingresos por ventas en el mercado formal.
Si los depósitos no se realizan dentro de cuentas creadas mediante el esquema de blanqueo, los bancos suelen requerir justificativos adicionales para evitar reportes de operación sospechosa (ROS), que podrían derivar en sanciones fiscales.
Métodos de depósito
Los dólares pueden depositarse a través de cajeros automáticos, donde el cliente debe ingresar los billetes siguiendo las instrucciones del sistema, o presencialmente en una sucursal bancaria.
En este último caso, es clave acudir a la sucursal asignada para evitar costos extra.
La consulta con especialistas es fundamental para quienes deseen realizar depósitos sin contratiempos y garantizar la correcta presentación de documentación ante los bancos y la ex AFIP.