La reciente creación de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), en reemplazo de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), introdujo cambios importantes para los contribuyentes. Sin embargo, en medio de esta transición, persisten las dudas sobre los procedimientos de control y declaración de compras y los datos personales que se ponen en juego al realizar transacciones.
Cabe recordar que, actualmente, existen límites para las compras con medios digitales, establecidos por la administración anterior y que no se han modificado con la llegada de ARCA. Esto significa que los contribuyentes deben declarar sus compras si superan los parámetros establecidos.
Esto es algo similar a lo que ocurre con los controles sobre transferencias bancarias y hacia billeteras virtuales, con un tope de $400.000 en noviembre; márgen que, de superarse, obliga a las entidades financieras a informar sobre dichos movimientos.
En el caso de las compras, los consumidores argentinos que utilizan tarjetas de crédito, débito o medios de pago digitales, como los cada vez más usados códigos QR, pueden evitar declarar sus compras al organismo fiscal mientras no superen ciertos límites de gasto.
Específicamente, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) podrá requerir información adicional del comprador en noviembre si la transacción excede los $344.488. En el caso de pagos en efectivo, el umbral es la mitad, alcanzando los $172.244.
Estos son los valores vigentes, aunque no se descarta que, en el corto y mediano plazo, puedan ajustarse para reflejar la situación económica actual, especialmente considerando el contexto inflacionario y la llegada de la nueva Agencia.
Esta diferencia en los montos responde a regulaciones del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que establece criterios específicos según el tipo de pago.
De esta manera, para quienes desean hacer compras de mayor valor sin quedar bajo la lupa de ARCA, una alternativa puede ser dividir las compras en montos menores a los límites establecidos.
Si se supera el límite, la normativa vigente permite a la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) solicitar ciertos datos personales del consumidor, bajo las regulaciones previamente administradas por la AFIP.
Estos datos, necesarios para formalizar la transacción y cumplir con obligaciones fiscales, incluyen:
La recolección de los mismos tiene como fin controlar operaciones comerciales y prevenir la evasión fiscal en compras de alto valor.