Un hito histórico se registró en el sistema de pagos argentino: por primera vez, los cheques electrónicos superaron en cantidad a los físicos.
Según el último informe del indicador COELSA, del cuarto trimestre de 2024, el 50,14% de las transacciones realizadas mediante cheques se efectuaron por la modalidad electrónica, mientras que el restante 49,86% correspondió a la versión en papel.
Este cambio fortalece la tendencia en alza y representa un punto de inflexión en la forma en que los argentinos realizan sus pagos, evidenciando una creciente adopción de las soluciones digitales y una mayor confianza en los sistemas electrónicos.
"Todo tiende a la digitalización", resume una fuente del sector Fintech a iProUP ante la consulta sobre las razones que hacen crecer a los e-cheques. Pero lógicamente los motivos pueden desglosarse con mayor detenimiento.
"Es un mecanismo con el que se puede seguir pagando, lo podés endosar cien veces", indica a iProUP Antonio L., dueño de una Pyme que ya naturalizó su uso.
El instrumento, que explotó en pandemia, fue acortando la brecha en cuanto a cantidad de transacciones con su homólogo en papel. Basta repasar un dato: para 2021, los cheques tradicionales superaban a los electrónicos 46 a 10 (millones de transacciones). Este año esa ventaja se redujo apenas a 3 millones, con el hito de que en septiembre se dio vuelta la ecuación.
"Tenés trazabilidad siempre y la certeza de que la plata está", cuenta a iProUP el empresario Juan Nievas. "Tanto empresas como personas lo pueden operar desde home banking", agrega. Entre los factores que contribuyen a esta transformación se destacan:
Esta herramienta reduce costos operativos de las entidades financieras y agilizan los procesos de pago, además de que son más seguros que los físicos, lo que reduce el riesgo de fraudes y pérdidas. "Generan un registro digital de todas las transacciones, lo que facilita el seguimiento y la auditoría", cuenta a iProUP la economista Liliana Culjak.
A diferencia del físico, el cheque electrónico se emite, circula y cobra a través de medios electrónicos, simplificando procesos y ofreciendo mayor seguridad. Sus características principales son:
"Al igual que con un cheque tradicional, si un e-cheq es rechazado por falta de fondos, el beneficiario puede iniciar acciones legales. Además, puede intentar negociar el pago con alguno de los endosantes anteriores", concluye Culjak.