La ciberdelincuencia es un desafío global que afecta a millones, ya que las tácticas de los delincuentes evolucionan constantemente y se extienden a nuevas regiones, aprovechando vulnerabilidades.
En este contexto, teléfonos inteligentes y computadoras se han convertido en instrumentos ideales para realizar ataques, dejando a las víctimas sin dinero o exponiendo sus datos en la web oscura para su uso en fraudes.
La creciente sofisticación de la ciberdelincuencia ha dado lugar a nuevas estafas, como las que ocurren en las estaciones de servicio, donde la clonación de tarjetas se ha convertido en una amenaza significativa para los consumidores.
Los medios de comunicación españoles han alertado sobre una nueva modalidad de fraude dirigida a los conductores que visitan estaciones de servicio para abastecer sus vehículos.
Según los reportes, el método utilizado por los estafadores consiste en abordar a un cliente en la estación de servicio y ofrecerle cinco euros en efectivo a cambio de que pague su gasolina con tarjeta de crédito o débito.
Los delincuentes justifican esta acción argumentando que han tenido problemas con su tarjeta y que no tienen fondos suficientes para pagar el combustible, lo que genera confianza en la víctima.
Una vez que el conductor accede a la solicitud, realiza el pago y, en teoría, recibe el efectivo como "reembolso".
Sin embargo, detrás de esta aparente oferta se esconde un peligro mucho más grave: los estafadores tienen la intención de clonar la tarjeta del conductor o llevar a cabo transacciones fraudulentas que superen el monto original.
En algunos casos, emplean dispositivos sofisticados instalados en los surtidores para copiar los datos de la tarjeta mientras el usuario efectúa el pago, lo que les permite acceder a la información necesaria para realizar compras no autorizadas.
Como resultado, los clientes pueden verse expuestos a pérdidas financieras significativas, dejando en evidencia la creciente sofisticación de las tácticas empleadas por los delincuentes.
Ante el riesgo creciente de clonación de tarjetas de crédito, los especialistas aconsejan evitar el uso de estas para pagar por bienes o servicios de desconocidos.
Es crucial reconocer que los delincuentes pueden emplear diversas tácticas para ganarse la confianza de sus potenciales víctimas, utilizando inicialmente la manipulación y la persuasión para lograr su objetivo.
Se sugiere optar por métodos de pago sin contacto mediante dispositivos móviles, ya que estos brindan una capa adicional de seguridad.
En caso de que sea necesario insertar la tarjeta en un punto de venta, se recomienda inspeccionar con detenimiento el teclado donde se introduce el PIN, buscando posibles alteraciones y cubrirlo con una mano o un objeto al ingresar el código.
Además, los expertos indican que, si el terminal presenta mensajes extraños, no permite el pago sin contacto, o solicita la introducción del PIN de manera reiterada, es prudente mantenerse alerta y considerar medidas de protección adicionales.
Esto puede incluir consultar el saldo de la cuenta de inmediato o establecer un límite bajo de gasto en la tarjeta.