Al analizar las estafas piramidales en Argentina, se observa un patrón común: tienen sus inicios en ciudades pequeñas, cuyos habitantes se conocen entre sí y, ante el primer caso de "éxito", la recomendación se propaga velozmente. 

Si bien muchos de los esquemas más conocidos tuvieron alcance nacional y hasta internacional, es curioso cómo se puede detectar fácilmente que hubo una primera comunidad que los impulsó:

Estas ciudades, fuera de las principales capitales del país que parecen la opción "obvia" para montar un esquema Ponzi, son la prueba de cómo la confianza vecinal se convierte en un arma de doble filo. 

Ciudades pequeñas: el primer paso de todo ponzi

"Lo que suele pasar es que cuando alguna de estas estafas (de naturaleza piramidal) 'pega' en una comunidad, se difunde entre sus miembros", señala a iProUP el consultor informático Javier Smaldone y uno de los principales denunciantes en Twitter del caso Rainbowex. 

Para el experto, esa comunidad puede ser geográfica, pero también profesional, religiosa, deportiva. "Es lo que se conoce como fraude de afinidad", una modalidad que no sólo existe en Argentina. La Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC) lo define como una estafa de inversión que se aprovecha de los miembros de grupos identificables. 

"Reclutan líderes respetados dentro del grupo para difundir el plan, convenciendo a otros de que una inversión fraudulenta es legítima y que vale la pena", sostiene el organismo.

Las claves de RainbowEx/Knight Consortium

Todos los que detalla la SEC son parámetros comunes dentro de los ejemplos más resonantes en el país. Si bien Leonardo Cositorto llegó a latitudes muy distantes con Zoe, Villa María fue una piedra fundamental en el crecimiento del esquema.

Instaló oficinas, reclutó líderes (incluyendo famosos de distintos rubros) y ofreció su paquete educacional que incluía desde primeros auxilios hasta periodismo internacional y deportivo, este último, en alianza con uno de los clubes más importantes. Pero era sólo una forma de diversificar su "plataforma de inversión".

"La familiaridad y la confianza que existe en estos entornos hacen que las víctimas se sientan más seguras al invertir, básicamente porque creen conocer a la persona que les recomienda el negocio", explica a iProUP el especialista en ciberdelitos Segundo Carranza. 

Según el experto, "esta misma confianza las vuelve más vulnerables a la manipulación y presión social". Esta última se evidencia en la vergüenza que sienten algunos, que prefieren callar antes que reconocer en su comunidad que fueron víctimas de un "cuento del tío".

"Las víctimas suelen evitar notificar a las autoridades o ejercitar sus recursos legales, y prefieren resolver las cosas dentro del grupo", agrega un artículo de la SEC.

Esto último ocurrió con el reciente caso RainbowEx, donde incluso algunos damnificados culparon al periodismo de "arruinar algo que funcionaba bien". 

Los casos, en primera persona

Poco a poco van surgiendo testimonios de personas damnificadas por el último caso resonante. Gabriel revela a iProUP que invirtió en RainbowEx motivado por un amigo: "Me contó que remodeló la casa y como vi que se trataba de algo serio, puse 1000 dólares".

A este empleado de un supermercado en San Pedro, como a muchos otros, le pareció una buena opción invertir lo obtenido de la venta de un vehículo: "Me rendía lo primero que puse y decidí sumar otros u$s15.000". El último domingo, como comentaron a iProUP otras víctimas del esquema, la plataforma dejó de pagar y ahora todo es incertidumbre. 

"Yo veía el rendimiento todos los días, pero desde que salió la noticia ya no es posible. La aplicación directamente me muestra que tengo un balance de cero". Gabriel se muestra resignado y admite que la plata invertida eran "los ahorros de una vida".

Al mezclarse billeteras, criptomonedas y plataformas de inversión online, el caso mancha a las financieras digitales que están debidamente reglamentadas. Por ello, desde la Cámara Argentina de Fintech, señalan a iProUP: "Advertimos sobre el riesgo de fondear plataformas no reguladas para tomar decisiones de pago, ahorro, crédito e inversión".

"Como industria, redoblaremos nuestros esfuerzos para seguir educando y concientizando a los usuarios, y que la incorporación de nuevos servicios y de millones de usuarios en el sistema financiero sirva para potenciar el desarrollo de las familias y empresas en la Argentina", concluye.

Mientras, un nuevo esquema piramidal puede estar surgiendo en alguna ciudad de la Argentina, al amparo de la escasa educación financiera pero, fundamentalmente, de la confianza en el "boca a boca" y en la comunidad que aprovechan los estafadores virtuales.

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