Cuando la implementación del QR Tarjeta parecía haber limado las asperezas entre bancos y fintech, un nuevo proyecto de ley revitaliza el enfrentamiento entre ambos jugadores del sistema financiero.
Se trata de una iniciativa lanzada por Sergio Palazzo, diputado de Unión por la Patria y secretario de La Bancaria, que confronta una vez más con las billeteras digitales luego de varios reclamos para su gremio afilie a unos 35.000 empleados de la industria fintech, un universo repartido entre los sindicatos de Comercio y Call Center, más algunos perfiles informáticos fuera de convenio.
Qué dice el proyecto
Según informó Infobae, Palazzo logró adhesiones de otros diputados kircheristas y del bloque Encuentro Federal, con Miguel Pichetto a la cabeza, para recortar la actividad de las fintech, estableciendo ciertos topes a la actividad:
- Cada usuario podrá tener en una billetera digital hasta 500 UVA (cerca de 600.000 pesos)
- Los excedentes, deben depositarse en una cuenta bancaria
- Las transferencias estarán topeadas a 900 UVA ($1 millón) por día y 4.000 UVA ($4,8 millones) mensuales
- Las billeteras que tengan 5 millones de cuentas tienen 90 días para convertirse en un banco, algo que en la práctica puede demorar varios meses
"Siempre es hipersensible lo que haga Palazzo", indica a iProUP una fuente bancaria para justificar su off-the-record. Según su visión, "se trata de una movida más para nivelar la cancha", que hoy la banca considera a favor de las fintech.
Entre las entidades se fogonea la posibilidad de que muchas billeteras se conviertan en entidades financieras porque aseguran que compiten en desigualdad de condiciones.
"Tenemos más gastos. Las sucursales es el costo más obvio. Pero además tenemos más requisitos de cumplimiento, reporting y cobertura geográfica. Es fácil decir 'somos lo nuevo' mientras el gasto grande lo asuma 'lo viejo'", lamentan desde un banco. El proyecto asimila para las billeteras gran parte de la burocracia bancaria.
Las billeteras más usadas del país
En este sentido, el texto de Palazzo exige "medidas prudenciales acordes a su tamaño, profundidad, complejidad, funcionalidad y actividades que ofrecen en el sistema de pagos, incluyendo la autorización previa para funcionar, requisitos mínimos de capital regulatorio que garanticen su funcionamiento y límites operativos prudentes para el esquema de pagos".
Una fuente cercana a la banca asegura a iProUP que la norma tiene un destinatario con nombre y apellido: Marcos Galperin. "Naranja X tiene licencia financiera, CuentaDNI es un banco, Ualá tiene un banco detrás. Mercado Pago, que triplica los 5 millones de usuarios que dice el proyecto", revela.
También exige que las empresas del sector se conviertan en sociedades del Estado (SE), anónimas (SA) o cooperativas. La billetera del unicornio funciona bajo el formato de SRL, mientras que el resto se divide entre sociedades anónimas unipersonales (SAU), por acciones simplificadas (SAS) y anónimas.
Así, el fin último de Palazzo puede ser "buscarle la vuelta" a que Mercado Pago se convierta en banco y lograr, de esa forma, que parte del staff del unicornio se afilie a La Bancaria, un viejo reclamo que viene esgrimiendo el líder sindical desde finales de la gestión de Mauricio Macri, en pleno ascenso de las fintech y pagos QR.
Además, aprovecha el viento de cola del reclamo que efectuó hace un mes Adeba, en el que apuntó que las fintech hacen shadow banking (banca en las sombras), es decir, ofrecer servicios financieros sin una regulación pertinente, lo que entiende que aumenta "el riesgo de inestabilidad financiera y del crédito bancario".
Cómo lo recibieron las fintech
Otra curiosidad del texto firmado por Palazzo sentencia que las billeteras no podrían participar en:
- Operaciones reguladas por la Comisión Nacional de Valores (CNV), que puede incluir a los fondos comunes, la gran feature que ofrecen las billeteras (MP acapara más del 80% de los fondos); y la operación de dólar MEP
- Pago de sueldos y haberes de la seguridad social (jubilaciones, planes, etcétera), una negociación que reabrió el sector luego de que la posibilidad fuera vedada por el gobierno anterior
Boom de pagos móviles
Un ejecutivo que pisa fuerte en el ecosistema de pagos asegura a iProUP que en la industria sorprendió lo intrincado del proyecto. "Básicamente, fuerza a que las fintech sean bancos, pero que no hagan intermediación financiera. Faltó nada más que digan que las billeteras deben dejar de existir", completa.
Según su visión, se trata de un intento de frenar la ola imparable de estas aplicaciones, que acapara el 5% de los depósitos del sector privado. "La noche se les está viniendo muy rápido. Fijate el último informe de COELSA, compáralo contra el de diciembre: tenías dos CVU por adulto, ahora tenés tres. Tenés un 50% más en sólo nueve meses", plantea en un encendido audio de WhatsApp.
En efecto, el Indicador COELSA revela que en el país existen 38.659.419 bancarias, contra las 28.816.094 virtuales. Una diferencia de 3,7 por adulto versus 3, un empate técnico. Además, arroja que el 80% de los usuarios tiene menos de 45 años, lo que evidencia un problema a futuro para las entidades que no se aggiornen. De hecho, varias entidades ya "la vieron" y lanzaron sus apps específicas para el segmento joven, como ICBC (Yoy) y Ciudad (Buepp).
"El flujo de guita chica se está yendo a las billeteras virtuales. La gente saca la plata del banco y la pone a rendir", revela la fuente. Esto se confirma en los últimos datos del informe de Pagos Minoristas del BCRA, entre las transferencias pull, que permiten enviar saldos entre cuentas con CBU o CVU sin salir de la aplicación:
- 80% de los fondos provienen de una cuenta bancaria
- 70% tienen cómo destino a una fintech
La iniciativa es poco probable que prospere según las fuentes consultadas, quienes indican que es una forma de "marcarle la cancha" al Banco Central que, más allá de tener al dólar como prioridad numer one, avanza en una agenda más amistosa para las billeteras.
De hecho, la decisión salomónica que revelaron más de una vez en Reconquista 250 es flexibilizar la maraña de normativas que se fueron apilando en los últimos años, algo que el proyecto de Palazzo reconoce y busca una regulación específica como las leyes fintech de México o Brasil.
Al parecer, el BCRA busca su propia forma de acercar a las dos puntas con una "convergencia regulatoria", que pretende quitar requisitos a los bancos antes que agregárselos a las fintech.