En 2024, dos criptomonedas se destacaron como los activos más rentables en medio de un entorno económico caracterizado por la incertidumbre y la volatilidad.

Bitso, líder en servicios financieros cripto en América Latina, analizó 25 instrumentos de inversión, incluyendo bonos, acciones y ETFs, para identificar cuáles generaron mejor rendimiento desde enero. 

El estudio evaluó cuánto se habría obtenido invirtiendo 1.000 dólares a principios de año, tomando como referencia el valor del 27 de septiembre, proporcionando así una base sólida para futuras decisiones de inversión.

Los mejores rendimientos de 2024

Desde enero, las criptomonedas han sido las protagonistas indiscutibles entre los activos con mayor rentabilidad, impulsadas por su alta volatilidad y significativos aumentos en su valor.

En primer lugar, Solana (SOL) registró una impresionante suba del 66%, mientras que Bitcoin (BTC) le siguió de cerca con un incremento del 55%, consolidándose ambas como las inversiones más rentables.

Detrás de estas criptomonedas, el plazo fijo en pesos sorprendió con un rendimiento del 47%, a pesar de la caída de las tasas de interés, superando incluso al dólar, que se mantuvo estable debido a la intervención del gobierno.

Las criptomonedas encabezan el ranking

En el ámbito de las acciones tecnológicas, Meta destacó con un crecimiento del 47%, mientras que Tesla subió un 40,7%, reflejando la fuerte recuperación del sector.

Por otro lado, el bono soberano argentino AL30D, utilizado frecuentemente para adquirir dólares a través del mercado financiero, registró una suba cercana al 44%.

Entre los commodities, la plata aumentó un 40% y el oro, tradicionalmente considerado un refugio seguro, subió un 32%, manteniendo su rol como activo de valor seguro.

Sin embargo, algunos activos experimentaron pérdidas: Globant, la compañía tecnológica argentina, cayó un 16,5%, mientras que el petróleo y la soja mostraron bajas cercanas al 14% en lo que va del año.

Criptomonedas: Solana y Bitcoin a la cabeza

Hasta ahora, en 2024, Solana y Bitcoin se han destacado como las criptomonedas más rentables del mercado, atrayendo la atención de inversores en busca de altos rendimientos.

Solana lidera el ranking con un impresionante crecimiento del 66%, lo que significa que quienes invirtieron USD 1.000 a finales de enero lograron incrementar su capital a USD 1.660 el 27 de septiembre.

Este rendimiento excepcional se debe a la combinación de sus bajos costos, alta velocidad y capacidad de procesamiento eficiente, características que han hecho de Solana una opción popular para la emisión de memecoins, especialmente durante la reciente campaña electoral en Estados Unidos.

Además, Solana está desarrollando innovadoras soluciones de staking líquido, que combinan las ventajas de un plazo fijo con la posibilidad de acceso inmediato a liquidez, lo que promete revolucionar el ecosistema de las finanzas descentralizadas.

Bitcoin (BTC), en segundo lugar, ha mostrado un aumento cercano al 55%, permitiendo a los inversores que apostaron USD 1.000 en enero obtener un total de USD 1.554 en septiembre.

La reciente aprobación de ETFs en enero por la Bolsa de Estados Unidos, con la participación de destacados operadores de fondos como Blackrock y Grayscale, ha impulsado considerablemente la demanda de Bitcoin en el mercado.

Además, la reducción en la oferta de Bitcoin debido al fenómeno del "halving", que ocurre aproximadamente cada cuatro años, ha contribuido a este aumento, al limitar la cantidad de nuevos bitcoins disponibles.

Julián Colombo, director general de Bitso Argentina, subraya la importancia de evaluar la evolución de los activos antes de invertir y recomienda diversificar la cartera para minimizar riesgos.

A pesar de algunas caídas en las cotizaciones de ciertos activos, Colombo mantiene una visión optimista sobre el futuro de las criptomonedas, afirmando que aún hay excelentes oportunidades de compra disponibles.

En cuanto a Ether (ETH), que anteriormente lideraba el mercado, ha visto un aumento de aproximadamente 17% desde enero, aunque no ha logrado alcanzar las expectativas de adopción a través de los ETFs ni mejorar significativamente en escalabilidad o costos.

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