El oro, el activo refugio por excelencia para millones de inversores, alcanzó nuevos máximos históricos en 2024, impulsado por una serie de factores.
En medio de una creciente incertidumbre económica global, los inversores recurren cada vez más al metal precioso, algo que disparó su valor a niveles sin precedentes.
Entre los factores que potenciaron al activo, se encuentran el debilitamiento del dólar y las perspectivas de una flexibilización de la política monetaria estadounidense, en relación a los rumores de que la FED (Reserva Federal de los Estados Unidos) recorte las tasas de interés próximamente.
Así, el valor de la onza de oro superó la barrera de los u$s2.589,59 y tocó un nuevo récord, luego de subir 0,1% en las últimas 24 horas.
Los mercados se mantienen expectantes a la inminente reunión de la FED con opiniones divididas sobre si el recorte de tasas será de 25 o 50 puntos básicos.
"Cualquier cambio en el gráfico de puntos de la FED probablemente resulte en volatilidad a corto plazo, pero creo que todavía estamos en el camino de precios más altos en los próximos meses", sostuvo el analista de UBS Giovanni Staunovo.
Un decrecimiento en las tasas de interés tiende a ser positiva para los metales preciosos, ya que reduce el costo de oportunidad de invertir en activos que no generan rendimientos.
Las preocupaciones macroeconómicas y geopolíticas, la permanente disputa en las elecciones estadounidenses y un potencial incremento de la volatilidad del mercado de valores también constituyen un factor determinante en la demanda de oro.
En tanto, los futuros de platino subieron 0,4% y llegaron a los u$s1,004.80 por onza, mientras que los futuros de plata aumentaron 0,8% y alcanzaron los u$s31.332 dólares por onza.
Los futuros de cobre de referencia en la Bolsa de Metales de Londres avanzaron 0,1% y alcanzaron los u$s9,276 por tonelada.