La inflación mantiene en vilo a los argentinos: en agosto mostró un crecimiento de 4,2%, algo que profundizó la caída en la demanda de productos de primera línea e impulsó a los consumidores a buscar alternativas más económicas, una tendencia asentada desde hace varios años.
Un reporte del Trend Lab de Youniversal, consultora de investigación y tendencias, observó que los argentinos cada vez ajustan más sus hábitos de consumo en respuesta a la crisis económica.
"Estamos viendo un fuerte movimiento en los criterios de selección de marcas. Períodos de crisis como el actual son un momento crucial para el reposicionamiento de marcas y para desarrollar argumentos que puedan atraer a diferentes tipos de consumidores", explica Ximena Díaz Alarcón, cofundadora y CEO de Youniversal, consultora de investigación y tendencias.
De acuerdo a los datos recopilados en la última edición del Trend Lab de la consultora a través de grupos y una encuesta tota país entre persona de 18 a 65 años, un 44% de consumidores opta por segundas marcas.
Además, un 39% de los encuestados comenzó a probar marcas nuevas en busca de mejores precios, un fenómeno más común entre los consumidores de clase media baja (C3).
Asimismo, un 15% aumentó la compra de marcas propias de supermercados, valorando su relación precio-calidad, especialmente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sin embargo, un segmento de 4% mantiene la preferencia sobre las primeras marcas por su mayor rendimiento, tendencia observada principalmente en los niveles socioeconómicos ABC1.
José María Segura, Economista Jefe de PwC Argentina, explica a iProUP que la inflación tiene un efecto claro sobre el consumo de bienes de forma indirecta: "a medida que la inflación erosiona el poder de compra hace que aquellos productos más costosos se vean más afectados presupuestariamente ante la pérdida de poder adquisitivo".
"Esto produce que aquellos productos con nombre vean disminuida su demanda y lleven a los consumidores a buscar productos sustitutos, que es lo que sucede en ciertas categorías. Al perder poder de compra, el consumidor tenderá a sustituir aquellos bienes que satisfacen demandas menos esenciales", agrega el economista.
"Vimos que los consumidores están dispuestos a pagar más por las primeras marcas si se trata de un producto para sus hijos o mascotas, por ejemplo", describe Díaz Alarcón.
Otros datos incluyen que 28% justifica pagar más si la marca garantiza el resultado deseado o si muestran más durabilidad en el tiempo (por ejemplo, en artículos de limpieza).
En esta línea, un 23% considera que la calidad superior es un motivo clave para pagar por una marca y otro 23% paga más si se trata de una ocasión especial (por ejemplo, celebración o encuentro con amigos).
En la mente del consumidor, además de brindar prestigio y durabilidad, también se evalúa con una performance de producto superior en rendimiento y funcionalidad.
El informe destaca que estos factores son más notorios en distintos segmentos de la población, destacándose el criterio filial (pagar más por un producto para un hijo) en los sectores socioeconómicos más bajos, entre las mujeres y personas de 30 a 44 años con hijos pequeños.
"Encontramos que los consumidores tienden a hacer un upgrade o a estirar un poco más el presupuesto cuando son categorías que los involucran emocionalmente o porque son relevantes para ellos según sus intereses", sostiene la especialista de Youniversal.
En cuanto a la importancia de la marca en distintas categorías, el alcohol, las bebidas gaseosas, las golosinas y los lácteos aparecen como productos donde los consumidores prestan más atención a la marca. Otras categorías donde la marca juega un papel crucial incluyen artículos de higiene y cuidado personal.
"El contexto actual ofrece tanto desafíos como oportunidades para las marcas. Con el 24% de los encuestados afirmando que no encuentran razones para pagar más por una marca, y el 58% influenciado por la recomendación de conocidos, las estrategias de marketing y posicionamiento se vuelven fundamentales para captar y mantener a los consumidores", concluye Díaz Alarcón.