Según un informe de Deloitte, el 52% de las empresas del S&P 500 del año 2000 ya no existen. La permanencia promedio de las empresas en este índice bursátil, que era de 33 años en 1964, se redujo a 24 años en 2016.

Se prevé que se reduzca a solo 12 años en 2027, por lo que a este ritmo la mitad de las empresas serán reemplazadas durante las siguientes décadas.

Hay varios motivos por lo que se da este pronóstico, pero el principal es la falta de innovación que adoptan las compañías para sobrevivir y diferenciarse de su competencia.

Una industria que creció mucho en los últimos años es la fintech, sobre todo en América Latina donde 7 de cada 10 personas tienen vedada total o parcialmente la participación en la propuesta de productos y servicios de la banca tradicional, según Latin America Reports.

Por lo que el desembarco y la expansión de la industria representó una evolución en materia de acceso al sistema financiero para millones de individuos.

Experiencia digital

Solo en el país, se registran 343 startups del sector que ofrecen una experiencia digital al cliente.

En ese marco, un desafío creciente para el sector se relaciona con el diseño de productos que de su implementación efectiva depende el impacto en un segmento poblacional todavía desatendido. 

Según el último Informe Fintech de la consultora Taquión, entre los motivos por los cuales las personas no utilizan estas aplicaciones se encuentran la poca seguridad que les transmite y que les parece una herramienta difícil para usar.

La ejecución de herramientas en auge como: la Inteligencia Artificial Regenerativa, Big Data, biometría o la capacidad de procesamiento de lenguaje natural,son algunas de las tantas formas de innovar y destacarse en el sector, que incluso hasta están en constante evolución en un mundo tecnológico que crece cada vez más.

El resultado de esta implementación contribuye así a los procedimientos ágiles que distinguen a las fintech y contrastan con aquellos más burocráticos asociados a las entidades bancarias tradicionales. 

En términos gráficos, y sólo por nombrar algunos servicios, como el diseño UX, es posible obtener un crédito, pagar con billetera electrónica,invertir en instrumentos financieros o hacer transferencias internacionales con tan solo solo un click.

Sin duda, las fintech tienen el desafío permanente de ser cada vez más flexibles y dinámicas para adaptarse rápidamente a los cambios, al tiempo que deben custodiar y robustecer sus parámetros de seguridad.

Es por ello que la mentalidad ágil y la innovación continua son el corazón de su cultura empresarial, orientando el trabajo en equipo y la interacción con sus públicos.

La capacidad de absorber datos que tienen las fintech se complementa con la potencia para procesarlos, lo cual contribuye al diseño de productos cada vez más personalizados,rápidos y confiables, con resultados medibles en términos de satisfacción del cliente.

Para diferenciarse en un contexto cada vez más competitivo no sólo hay que resolver los problemas actuales, sino también los futuros.

Gracias a las nuevas tecnologías y a la innovación las maneras de vincularse digitalmente con el dinero ya se multiplicaron y diversificado, así como simplificado.

El siguiente paso en el camino de crecimiento y penetración estará dado por la evolución hacia una experiencia de usuario más accesible,inclusiva y predictiva.

*Por Julián Krupka, Innovation Designer de Paisanos

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