La inflación interanual en Estados Unidos alcanzó en julio el 2,9%, su nivel más bajo en más de tres años, lo que aumenta las expectativas de que la Reserva Federal lleve a cabo el tan esperado recorte de tasas de interés en las próximas semanas.
Así lo reveló este miércoles 14 de agosto la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo norteamericano, que informó que el Índice de Precios al Consumidor aumentó solo un 0,2% el mes pasado, tras haber disminuido ligeramente en junio por primera vez.
En la comparación con los últimos 12 meses, los precios subieron un 2,9%, la cifra más baja en 40 meses: desde marzo de 2021, no se rompía el piso de los tres puntos porcentuales.
Cabe recordar que, en junio de 2022, en plena pandemia de Covid-19, la inflación interanual alcanzó el 9,1%, el valor más alto en cuatro décadas, impulsado por el aumento en el costo de los combustibles.
Esto, entre otros factores, llevó a la Reserva Federal a endurecer la política monetaria, con once alzas consecutivas desde entonces, posicionando la tasa en 5,25-5,50%, el nivel más alto en los últimos 23 años.
Y aunque el año comenzó con la promesa de reducir los tipos de interés tres veces antes de fin de año, la desaceleración en el objetivo de llevar el IPC interanual al 2%, entre otros factores, han llevado a que la previsión para 2024 sea de, al menos, un recorte.
Con estos nuevos datos, considerando que en septiembre (los días 17 y 18) se viene una nueva reunión y que Jerome Powell señaló en el pasado que una baja de tasas era posible si la tendencia de la inflación se mantenía a la baja, la "pelota" ahora está en manos de la Reserva Federal, que cuenta con condiciones favorables para efectuar el primer recorte del año.
Sin embargo, para proceder, deberán analizar varios factores: no solo el panorama del mercado laboral, sino también las crecientes señales de enfriamiento de la economía debido al mantenimiento de la tasa en altos niveles durante un tiempo prolongado y la volatilidad que pueden generar tanto las elecciones, con Donald Trump y Kamala Harris disputando la Casa Blanca, como otros conflictos externos.
Respecto a esto último, Natalia Motyl señala a IProUP que "septiembre podría ser el mes en el que comience la reducción, siempre y cuando las tensiones en Medio Oriente no se intensifiquen".
"Esto es porque si siguen manteniendo estable, generarán un crecimiento en el temor de que haya una desaceleración económica y eso podría provocar mucha volatilidad en el sector financiero que podría agudizar una crisis de confianza", argumenta.
Cabe recordar que, a comienzos de la semana pasada, el temor a una recesión sacudió los mercados cambiarios a nivel mundial y, en un verdadero "lunes negro", Wall Street fue severamente castigado: el Dow Jones cayó un 2,6%, en su peor jornada desde 2022, el Nasdaq perdió un 3,43% y el S&P 500 retrocedió un 3%.
Además, el índice VIX, que mide la volatilidad del mercado, también conocido como "el índice del miedo", alcanzó su nivel más alto desde marzo de 2020.
En cuanto a cuál sería el efecto de una baja de tasas por parte de la Reserva Federal en la economía local, la analista y docente de UCEMA (Universidad del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina) analiza, en diálogo con IProUP, desde diversos aspectos y detalla:
Por su parte, Ramiro Raposo, VP of Growth de Bitwage, agrega que "una baja en la tasa de interés en Estados Unidos plantea un panorama interesante para Argentina" no solo desde el punto de vista del flujo de capitales que podría entrar al país, y el 'boost' que puede darle a las exportaciones, "haciéndolas más competitivas", sino también por el lado del ecosistema cripto en el país.
"Con un dólar más débil y un mayor interés por diversificar inversiones, las criptomonedas podrían volverse aún más atractivas como alternativa", asegura a IProUP.
"Esto significa más oportunidades para que nuestros usuarios aprovechen la situación, recibiendo parte de su sueldo en cripto y protegiéndose de las fluctuaciones tradicionales", cierra.