Finalmente, el Gobierno publicó en el Boletín Oficial el decreto 698/2024 con la esperada apertura del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE), que abrirá el juego a las tarjetas de crédito, débito y prepagas además del plástico que desde 2009 reemplaza el pago de transporte público en efectivo.

El ecosistema de pagos recibió con satisfacción el plan del Ejecutivo, ya que abre un nuevo negocio para fintech y bancos, si bien esperan la reglamentación que clarifique un artículo de la medida que genera dudas.

Tarjeta SUBE: qué pasará con cobros

El Estado reducirá la emisión, impresión y distribución de las tarjetas SUBE, un costo que en el mercado calculan en 5 dólares por plástico, o $5.000 a la cotización oficial.

Ese precio hoy está subsidiado: la renovación de la credencial cuesta $880, más $2.000 por envío a domicilio. Al permitir que jugadores bancarios y fintech ingresen en el negocio, todo indica que se generará un ahorro. 

El plan contempla a las tarjetas de débito como las primeras en debutar, lo que dejaría afuera (en la fase inicial) a las principales fintech. "Primero se abrirá para débito y luego para crédito, que también acepta las prepagas de las billeteras", advierte una fuente que sigue el pulso de la industria.

En esa fase siguiente, hacia fin de año, se sumarán también los códigos QR. Una alta fuente del sector afirma que "el BCRA esperaba la resolución de la interoperabilidad para abrir la SUBE, porque sino era un lío para el usuario subirse a un colectivo y tener que matchear la billetera y el código".

Justamente, este medio de pago es el menos atractivo para el pago de pasajes, especialmente en los colectivos: hasta que se abre la billetera, se conecta a Internet y abona, puede tardar al menos medio minuto. Una espera poco tolerable en el transporte público.

Por ello, advierten, "se explora la posibilidad de la modalidad QR lector: el usuario mostrará el código a una máquina que lo leerá e imputará el pago". Algo similar a lo que ocurre en China, donde niños pequeños llevan una pulsera con el código QR para abonar en cualquier comercio.

En tanto, el sistema contactless se resuelve en segundos y no requiere que el usuario esté conectado a Internet. "Es un toco y me voy", asegura un ejecutivo interesado en la apertura del sistema.

Sí debe tener Internet el dispositivo de cobro, algo más sencillo de resolver aún en zonas de escasa señal gracias a la llegada de proveedores satelitales (como Starlink) o bien implementando el pago offline como ofrece actualmente la SUBE.

De hecho, una fuente familiarizada con las gestiones anticipa: "Las billeteras seguramente apurarán el contacless" para que el usuario pueda apoyar directamente el celular en la boletera en lugar de la tarjeta. 

MODO ya dio el primer paso: desde hace dos meses permite abonar sin contacto con las tarjetas configuradas que posean esa función.

El Plan SUBE

Tarjeta SUBE: qué pasará con cobros

La apertura de los pagos tiene una contracara: la apertura de los cobros. De acuerdo con el decreto 698/2024, el Banco Nación "será responsable del procesamiento de la totalidad de las transacciones y de la administración y mantenimiento del equipamiento embarcado y no embarcado" a través de Nación Servicios.

También deja entreabierta la puerta para que "de estimarlo necesario, podrá encomendarle el ejercicio de las funciones derivadas de su rol de Agente de Gestión y Administración –en forma total o parcial– a sus sociedades vinculadas".

"El Gobierno abre el juego para los pagos, pero mantiene el monopolio para los cobros", indica un directivo, e interpreta que el "decreto, como está escrito, da a entender que Nación Servicios seguirá procesando las transacciones".

"En Córdoba, Bancor maneja la tarjeta Cordobesa y ahora le imponés el Banco Nación, con precio y proveedor. Ciudad tiene los subtes, pero le imponés el BNA. Lo lógico es que cada línea de colectivo contrate a su proveedor. Que paguen por consultar la base de beneficiarios de SUBE, pero que lo saqués autoridad en lo interjurisdiccional", completa. 

En caso de que su lectura sea correcta, la apertura de la SUBE dejaría afuera tanto a los adquirientes actuales (Fiserv, Payway, Mercado Pago), que tienen conexión directa a las tarjetas; como a los procesadores que actúan como intermediarios, como Ualá Bis, Nave (Galicia) o Getnet (Santander), entre otros.

Por lo pronto, ese artículo genera desconcierto. Todas las entidades apoyaron la medida, bajo el compromiso de impulsar tanto los pagos como los cobros con promociones.

Se trata de un negocio en el que todo el ecosistema de dinero electrónico quiere participar. Y además, muchos ya crearon planes con equipamiento para colectivos, similar a una tablet Android con lector de tarjetas e interfaz de conexión a la boletera.

Según el informe de pagos minoristas del BCRA, en los últimos 12 meses contabilizados se procesaron tarjetas de transporte por más de 4.600 millones de viajes ($427.000 millones). Si se toma en cuenta el dólar MEP durante ese período, el total arroja cerca de u$s440 millones anuales.

"Se le da prioridad al BNA en el esquema de pago porque tiene toda la información de subsidios, cuadros tarifarios, etc.", asegura una fuente. De hecho, el plan oficial para el cobro diferencial por planes o uso de más de un medio de transporte para cubrir un trayecto sólo se podrá acceder mediante la tarjeta SUBE, al menos en una primera etapa.

De este total, Nación Servicios cobra se queda con el 7% por diversos conceptos (desde el fee al kiosquero que carga los plásticos hasta las comisiones por procesar pagos), por lo que la torta a repartir se acerca a los u$s50 millones anuales.

"Esperamos que Nación Servicios sea una especie de COELSA, que reparta entre todos los jugadores las comisiones, pero que además baje ese 7%", completa el directivo. Hay que esperar la letra chica de la reglamentación para ver si será una apertura "a medias" o también los cobros se desregularán. Una en la que coinciden tanto bancos como las fintech.

Te puede interesar