Las entidades financieras tradicionales y las fintech se encuentran en una feroz disputa por el control del dinero transaccional, es decir, el usado en las compras cotidianas. La pugna se intensifica en un contexto de bajo volumen de préstamos otorgados en relación al PBI, lo que convierte a este sector en un botín preciado.
En el centro del conflicto se encuentra el rol de las billeteras digitales, que vienen ganando terreno, ofreciendo a sus usuarios la posibilidad de invertir en fondos comunes de acceso inmediato, remunerando los saldos ociosos de forma más eficiente que los bancos tradicionales.
En este marco, entidades tradicionales lanzan un nuevo reclamo en medio de la competencia por el QR Tarjeta, que permitirá a MODO y otras plataformas bancarias pagar y cobrar con plásticos con todos los códigos, algo que sólo estaba disponible originalmente para los saldos en cuentas.
De hecho, esta semana debería haberse expandido la prueba piloto que se desarrolla en seis cadenas comerciales (entre ellas, McDonald's y Open25), pero sufre demoras "técnicas".
El nuevo reclamo de la banca
Cada quien ve un desequilibrio en favor del otro. La irrupción de las billeteras digitales despertó la alarma en los bancos, que ven cómo se les escapa una porción significativa del negocio.
A su vez, las fintech reclaman un marco regulatorio más equitativo, argumentando que las normas actuales les otorgan ventajas competitivas injustas a los bancos.
El debate se extiende a otros frentes, como la posibilidad de que las billeteras digitales reciban cuentas sueldo, jubilaciones y planes sociales. Los bancos cuestionan la seguridad de estos fondos, ya que las fintech no están sujetas al seguro de depósitos que sí deben cumplir las entidades tradicionales.
En este contexto, la Asociación de Bancos Privados Argentinos (ADEBA) encargó a la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) un estudio sobre la normativa que regula al sector financiero. El informe, titulado La desregulación de los servicios financieros, desglosa que:
- La sobrerregulación impone sobrecostos al sistema, limitando el desarrollo de nuevos productos y la profundización financiera. Esto se traduce en precios más altos para los usuarios y una menor oferta de servicios
- Las regulaciones favorecen a las fintech en detrimento de los bancos tradicionales. Esto genera una competencia desigual que pone en riesgo la sostenibilidad de las entidades
- El exceso de regulaciones limita la capacidad de los bancos para cubrirse ante devaluaciones. Esto los expone a mayor riesgo y les impide ofrecer productos y servicios competitivos
- Las regulaciones sobre la apertura, traslado y cierre de sucursales bancarias son excesivas y generan sobrecostos. Esto pone a los bancos en desventaja frente a las fintech que no tienen establecimientos físicos
Desde la Cámara Argentina Fintech destacan a iProUP que gozan de la preferencia de los usuarios: "Hoy, siete de cada 10 argentinos eligen soluciones fintech para gestionar decisiones de pagos, ahorro, crédito e inversión, cuando apenas cinco años atrás esa proporción era de menos de 1 de cada 10".
El abogado especializado en fintech Santiago Mora remarca a iProUP que el informe "identifica con mucha claridad y rigor distintas regulaciones que hoy recaen sobre los bancos y resultan desproporcionadas, desactualizadas o injustificadas con relación a la actividad, riesgo actual y tecnología actual de estas entidades.
En opinión de Mora, lo antes mencionado encarece la operatoria bancaria, limita la posibilidad de ofrecer nuevos y mejores productos y restringe su capacidad de competir debidamente con los nuevos actores: las empresas fintech.
Los bancos aseguran que tienen demasiadas regulaciones que no les permiten competir de igual a igual contra las fintech
El experto pide abandonar la referencia "nivelar la cancha", usada para pedir de manera genérica que se extienda la regulación de los bancos a las billeteras.
"Al sector bancario no le sirve, como tampoco sirve que se impongan regulaciones para las fintech que limiten su capacidad de operar y competir", concluye Mora.
Para el analista de consumo Paulo Clavero, la clave está en simplificar: "Hoy el usuario ve que es más fácil transferir o pagar desde una billetera. Hay plataformas bancarias que no dejan enviar determinados montos o a cierta hora, eso pesa mucho en la experiencia de usuario".
"El sector financiero se benefició con la mayor competencia. Esto llevó a que los pagos digitales sobre extracciones de efectivo en cajeros se quintuplicaran o que el surgimiento de nuevos mecanismos, como el pago con transferencia (QR), se transforme en el principal medio de pago digital en la Argentina", enfatizan desde la Cámara Argentina Fintech.
Las medidas que exigen los bancos
El estudio encargado por ADEBA propone seis de medidas para desregular el sector financiero, entre ellas:
- Quitar los "efectivos mínimos" que los bancos deben tener como resguardo prudencial
- Eliminar la obligación de tener activas Líneas de Financiamiento para la Inversión Productiva de MiPyme
- Permitir operar con determinados activos, actualmente prohibidos
- Eliminar las líneas de préstamos al productor de soja y trigo no MiPyme
- Flexibilizar la posición global en moneda extranjera
- Permitir distribuir dividendos entre sus accionistas extranjeros
El 70% de los usuarios argentinos usa una billetera no bancaria
El informe advierte que la mayor competencia que se genera gracias a la tecnología es una excelente noticia para los usuarios, "siempre que no se promueva a algunos participantes en detrimento de otros".
"Confiamos en que el proceso de simplificación regulatoria que se está encarando ayude al sector a que se den más y mejores servicios y a menor costo. Bancos y fintechs ofrecen servicios complementarios y ambos podrán seguir creciendo", concluyen desde la Cámara Fintech.
Según confiaron a iProUP fuentes del sector financiero, el Banco Central trabaja en una "convergencia regulatoria", en la que no se estipularán más obligaciones a las fintech, sino que se flexibilizarán las de las entidades tradicionales.
La batalla por el dinero transaccional es solo un reflejo de la profunda transformación que está atravesando el sistema financiero global. La tecnología está abriendo nuevas posibilidades y desafiando los modelos tradicionales de negocio. Quienes logren adaptarse a este nuevo entorno serán los que prosperen en el futuro.
En el caso de Argentina, el debate sobre la desregulación de esta industria está lejos de estar cerrado. En los próximos meses se intensificará la discusión entre los diferentes actores, con el objetivo de encontrar un marco regulatorio que promueva la competencia, la eficiencia y la inclusión financiera.