La Inteligencia Artificial (IA) avanza de manera tan acelerada, que incluso expertos y grandes tecnológicas especializadas desconocen hasta dónde puede llegar. En paralelo, la mayoría de los países trabajan en distintas regulaciones para darle un marco normativo y ético a esta tecnología.

Inteligencia Artificial: cómo se regulará en Argentina

El diputado nacional Juan Fernando Brügge (Democracia Cristiana) presentó el proyecto Régimen Jurídico Aplicable Para el Uso Responsable de la Inteligencia Artificial en la República Argentina, que apunta a establecer un marco legal para el uso ético y responsable de esta tecnología en el país.

Pero el de Brügge no es la primera iniciativa presentada, probablemente tampoca sea la última, que busque regular la IA. Existen al menos otros 11 proyectos que hacen foco en diferente cuestiones y surgieron entre los últimos dos o tres años.

Tatiana Berghmans, Chief Brand Officer Obvious Future GmbHLo, señala a iProUP que la mayoría de los proyectos hacen foco en los riesgos que puede ocasionar un uso fraudulento o poco ético de las herramientas de IA.

"El debate debe ser internacional. Estamos enfrentando una realidad que influye directamente sobre derechos y garantías universales, y que requiere estándares globales que aseguren que las prácticas de IA sean consistentes en diferentes países, evitando un mosaico de regulaciones que pueden ser difíciles de cumplir o, mucho más aún, imposibles de controlar por el Estado", explica Berghmans.

Leandro Blanco, COO y cofundador de BOMBO, señala a iProUP que existen distintos textos en danza, de diversos colores políticos que, en líneas generales, promueven generar controles y plantear principios para el desarrollo, implementación y utilización de sistemas basados en IA dentro del territorio, así como establecer un marco normativo que garantice su uso ético y responsable.

En la mayoría de los casos, los proyectos buscan evitar delitos ocasionados con la IA y usos pocos éticos

Como suele suceder ante la proliferación de proyectos de una misma temática, se llegará luego del tratamiento en comisiones, a un texto consensuado que deje contentos a todos y, posteriormente, se verá si el clima político se presta para el tratamiento en las Cámaras".

Algunos de los proyectos presentados por legisladores argentinos en el Congreso son:

Juan Corvalán, doctor en Ciencias Jurídicas, máster en IA y director del Laboratorio de Innovación e Inteligencia artificial de la Universidad de Buenos Aires (UBA IALAB) advierte que "algunos de los proyectos presentados son una copia sintética de la Ley europea y al país no le fue bien copiando regulación, porque además de las distintas instancias que atravesó la inicaitiva de la UE antes de su aprobación, recorrido que Argentina no hizo en la mayoría de los casos, las regulaciones deben ser únicas para cada contexto cultural".

"Europa estuvo siete años discutiendo de manera multisectorial la Ley que aprobaron. Además de destinar una financiación salvaje, miles de millones de euros de toda una comunidad, para investigación, para la creación de autoridades algorítmicas y sandbox regulatorios. Todo un presupuesto que va a hacer que esa regulación, que entrará en vigencia en 2027, sea sostenible", completa.

Además, Corvalán agrega que, tanto en el caso puntual de la Ley de la UE, como en otros proyectos regulatorios, el Estado tiene un rol preponderante y Argentina en este momento está yendo al extremo contrario. Y alerta que "regular la IA es una de las cosas más complejas que hay. Hay muchos escenarios diferentes que abordar dentro de la regulación, pero además hay que tener Políticas de Estado, no simplemente una Ley".

"No podemos copiar el modelo europeo y presentar un proyecto sin consenso, debate y nada preparado para funcionar, como por ejemplo una agencia de regulación, evaluaciones de impacto algoritmo o un plan para contener los desafíos que van a tener las empresas que la apliquen", completa.

Los expertos remarcan que los legisladores argentinos sólo están copiando la legislación europea

Según el experto, un proyecto de regulación de IA necesita el debate de todos los actores y pensar en pisos mínimos, es decir, plantear regulaciones sectoriales para algunos puntos críticos como abuso sexual infantil, deepfake (videos, imagen o audio que imita la apariencia o sonido de una persona), falsificaciones o manipulaciones en procesos electorales.

Estos países ya tienen leyes para regular la IA

El Papa Francisco y las Naciones Unidas pidieron cautela frente al brutal avance de esta tecnología, e incluso más de 1.000 expertos y grandes empresarios de la industria, como Elon Musk, firmaron una declaración para pausar durante un tiempo el entrenamiento de los poderosísimos sistemas de inteligencia artificial, a los que calificaron como una potencial amenaza para la humanidad.

Pero lejos desacelerarse, las inversiones en investigación y desarrollo de sistemas de IA continúa creciendo. Según un estudio de la Universidad de Stanford, la financiación en IA generativa casi se cuadruplicó desde 2022, hasta alcanzar los u$s25.200 millones.

Estados Unidos es uno de los líderes en términos de inversiones privadas que, en 2023, alcanzaron los u$s67.200 millones de dólares, casi 8,7 veces más que China, que es el siguiente país.

El estudio de UBA IALAB, Propuestas de regulación y recomendaciones de inteligencia artificial en el mundo, destaca algunos proyectos regulatorios relevantes en el mundo. Grandes potencias como Japón y EEUU ya tienen leyes, y recientemente se sumó la Unión Europea con una normativa, quizá la más relevante a nivel global, que regulará el uso de esta tecnología en 26 países. A nivel regional el estudio destaca los proyectos:

En el resto del mundo, los proyectos, leyes y recomendaciones más relevantes son:

Además, los 36 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) suscribieron un conjunto de directrices de políticas intergubernamentales sobre IA para cumplir en 2029; en tanto que la ONU lanzó varias iniciativas. Además, el G20 y el G7 han comenzado a discutir principios y directrices para el desarrollo y uso ético.

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