Las estafas no paran de perfeccionarse. Con la inteligencia artificial (IA) tan presente y en constante expansión, era cuestión de tiempo para que surgieran formas de engaño basadas en esa tecnología.
La estafa del vishing no es otra cosa que eso: una clonación de voces que se usa especialmente en WhatsApp y que está ganando terreno en Argentina.
De esta forma, los delincuentes copian con IA la voz de un familiar o amigo y envían audios que parecen provenir de esa persona. En estos mensajes solicitan dinero u otro tipo de colaboración, aprovechándose de la confianza de la víctima.
Aunque es común creer que "a mí no me va a pasar", ya se registraron casos de vishing en todo el país, con víctimas que cayeron en el engaño y enviado dinero a los estafadores.
La sofisticación de la tecnología utilizada hace que sea difícil distinguir una voz real de una clonada, lo que aumenta el riesgo de ser víctima de esta estafa.
Rodrigo Bionda, abogado especialista en Ciberdelitos y juez en lo Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires, lamenta lo sencillo que resulta clonar una voz.
"A partir de material tomado desde mensajes de voz, llamadas telefónicas o hasta videos subidos a alguna red social reproducen con inteligencia artificial tu voz y hasta tu imagen con una fidelidad del 95%", alerta en diálogo con iProUP.
Según el letrado, "los peligros que afrontamos son enormes. Envían mensajes a través de WhatsApp y piden dinero u otras acciones fraudulentas".
El término vishing deriva de la unión de dos palabras: voice y phishing. La referencia apunta al tipo de amenaza que combina una llamada telefónica fraudulenta con información previamente obtenida desde internet.
"Es una forma de ampliar el hackeo al celular, ya que antes únicamente podían escribir a los contactos pidiendo plata. Acá se trata de una réplica muy bien lograda de la voz y, por ende, un anzuelo más efectivo", señala a iProUP Enrique Dutra, especialista en estafas.
El experto pide divulgar estos casos y no subestimar a los estafadores: "Una encuesta reciente realizada por McAfee determinó que el 77% de las víctimas de esta modalidad de fraude terminaron enviando dinero".
Bionda recomienda ser precavidos y no creer todo lo que se recibe por teléfono o WhatsApp, incluso si parece provenir de un conocido.
"La primera regla de ciberhigiene es activar los filtros para evitar llamadas de números desconocidos. Otra opción es directamente no atenderlos, salvo que la persona trabaje con este tipo de comunicaciones", completa
Bionda afirma que, en esta nueva ola de estafas que se valen de tecnologías tan precisas, "tenemos que empezar a descreer de todo lo que vemos y escuchamos".
Otros consejos para protegerse son:
"Es importante destacar que las personas de mayor edad son particularmente vulnerables a este tipo de estafas", señala Dutra. El experto pide que se les comparta este tipo de peligros, para que sepan cómo actuar frente a una situación así.
Finalmente se recomienda estar atentos a las llamadas o mensajes sospechosos, no brindar información personal o financiera por teléfono, y verificar siempre la autenticidad de la persona o empresa que contacta.
La Unidad de Delitos Económicos Complejos (UDEC), a cargo de Ana Inés Salinas Odorisio, llevó a cabo una serie de allanamientos en la provincia de Jujuy.
Los operativos concluyeron con la detención de dos mujeres y la desarticulación de una banda dedicada a estafas telefónicas. Las investigaciones, iniciadas a raíz de denuncias en San Carlos, Cachi, San Lorenzo y Palermo, revelaron que el modus operandi era el vishing.
Los estafadores, operando desde el interior del Servicio Penitenciario 1 de Jujuy, contactaban a sus víctimas haciéndose pasar por representantes de empresas reconocidas. Mediante engaños y persuasión, convencían a las personas de realizar transferencias de dinero con la promesa de premios o beneficios exclusivos.
El trabajo de los investigadores de la UDEC permitió identificar a una mujer clave en la red, quien recibía las transferencias de las víctimas. La detenida utilizaba el dinero obtenido de forma fraudulenta para recargas telefónicas, compra de equipos y servicios personales.