En un contexto de crisis económica, Worldcoin generó furor en Argentina, especialmente por el dinero que pueden obtener las personas por los tokens que reparte mensualmente.
Pero, más allá del debate sobre su política de datos, existe otra polémica alrededor de los que se aprovechan de las personas en situación vulnerable que se suman al proyecto de Sam Altman.
Si tomamos un precio promedio de u$s4, descontando las comisiones y gastos de transferencias, por seis monedas se obtiene un aproximado de u$s24 al mes. En este sentido, una familia de cuatro integrantes, todos mayores de edad, obtienen casi u$s100 al mes.
Teniendo en cuenta que el dólar cripto cotiza cerca de los $1.300, se obtendría un ingreso mensual de $130.000, que equivale a poco más de la mitad de un salario mínimo.
Sin embargo, muchas personas desconocen cómo convertir los tokens de Worldcoin en dinero en efectivo y es ahí donde surge el negocio de los revendedores y coleros.
En este sentido, surgen dos "modelos de negocio":
En el primer caso, un colero suele hacer la fila y el revendedor suele llevar a la persona muy cerca del momento a registrarse en el Orb (como se conoce al dispositivo que lee el iris) con un teléfono de su propiedad.
Una vez que la persona se registra, recibe en el momento un pago de entre $30.000 y $100.000. El revendedor accede a la cuenta que, tan solo por registrarse, recibe 10 tokens con un valor aproximado de u$s40 más las monedas que haya reservado con anterioridad. En cuanto al colero, este suele recibir un pago fijo o un porcentaje de la operación.
En el segundo caso, la persona se registra con su celular y simplemente es guiada para que transfiera las monedas al revendedor y este, a cambio, le envíe dinero a su cuenta de banco o le entregue efectivo, descontando una comisión que puede llegar al 50% del valor de los tokens
Si bien la operatoria no es "ilegal", todas estas transacciones suelen pasar por el sistema financiero, como la transformación de tokens a pesos, motivo por el cual los coleros están en la mira de varios organismos.
Uno de los principales organismos detrás de los coleros y revendedores es la AFIP, ya que el dinero que obtienen producto de estas operaciones no suele facturarse.
Sebastián Domínguez, director de SDC Asesores Tributarios, asegura que las monedas de Worldcoin se reciben por el escaneo del iris: no sería una entrega gratuita, sino que hay una "cesión" de los datos a cambio de los tokens.
"Independientemente de eso, los ingresos que obtienen las personas por la venta de estos tokens no están gravados por Ganancias ni Ingresos Brutos, debido a que no es una actividad que se ejerce de forma habitual", recalca.
El tratamiento cambia en el caso de los revendedores que operan con cientos de usuarios: tanto el recaudador nacional (AFIP) como el provincial (AGIP, ARBA, etcétera) pueden argumentar habitualidad y obligarlos a pagar dichos tributos.
Además, en el caso del BCRA y la UIF el problema radica en la justificación del origen de los fondos. Desde Tributo Simple afirman a iProUP que, al recibir una suma significativa por transferencia, en un banco o billetera virtual como Mercado Pago, si está justificado el origen de los fondos no hay mayores inconvenientes.
"En esos casos, si el banco retiene el dinero, solo se debe presentar la documentación que justifique la operación. Sin embargo, si el monto es elevado y no está justificado, pueden surgir problemas con la AFIP", señalan.
Además, indican que "el monto mínimo a partir del cual las entidades deben alertar a la AFIP es de $700.000, según la Resolución General 5512/2024, vigente desde el 1° de junio. Este monto incluye todo tipo de acreditaciones, como transferencias, depósitos, inversiones, plazos fijos, entre otros".
Además, aclaran que las entidades cruzan información de forma automática, por lo que, si un revendedor de Worldcoin no está registrado como contribuyente, el banco puede retenerle o rechazar las transferencias y pedir que se justifique el origen de los fondos. Además, puede cerrar la cuenta y crear un Reporte de Operación Sospechosa (ROS) ante la UIF.
"En el caso de que sea monotributista y tenga gastos elevados que no se correspondan con su categoría, AFIP puede intimarlo a recategorizarse o pasar al Régimen General, lo que puede derivar en multas e intereses", aseguran.
Jorge H. Santesteban Hunter, contador público y revisor externo independiente habilitado por la UIF, recuerda que quienes se dediquen a la compraventa de criptomonedas deben formar parte del nuevo registro de proveedores de servicios de activos virtuales (PSAV) ante la Comisión Nacional de Valores (CNV), que agrupa a individuos o empresas que:
El experto recalca que una de las disposiciones de la CNV obligan a que las personas deban tengan un sistema KyC (conozca a su cliente), que les "permita probar que los fondos que usaron para invertir en activos virtuales tengan un origen lícito, por lo que la ausencia o imposibilidad de identificación deberá entenderse como impedimento" para este tipo de operatoria.